Es noticia
¿Cómo evitar lesiones y dolores musculares en el día a día?
  1. Alma, Corazón, Vida
LA TÉCNICA ALEXANDER AYUDA A REEDUCAR EL CUERPO HUMANO

¿Cómo evitar lesiones y dolores musculares en el día a día?

Las malas posturas adquiridas de forma inconsciente a la hora de caminar, de sentarse, de dormir o de realizar esfuerzos pueden provocarnos lesiones en el futuro

Foto: ¿Cómo evitar lesiones y dolores musculares en el día a día?
¿Cómo evitar lesiones y dolores musculares en el día a día?

Las malas posturas adquiridas de forma inconsciente a la hora de caminar, de sentarse, de dormir o de realizar esfuerzos pueden provocarnos lesiones en el futuro y molestias en el presente que se pueden evitar con tan sólo aprender unas pautas a la hora de utilizar nuestro cuerpo.

Con la Técnica Alexander, se puede mejorar la comodidad del sujeto cuando tenga que pasar muchas horas delante del ordenador, se puede prevenir el estrés y eliminar la tensión muscular. Además, también se puede aplicar la técnica a profesionales del deporte, de la música o de la comunicación, que usan su cuerpo como herramienta, para mejorar su trabajo.

Frederic Matthias Alexander fue el actor australiano que dio nombre a la centenaria técnica. Consciente de las limitaciones de voz que tenía por sus numerosas afonías, se dio cuenta de que los malos hábitos adquiridos a la hora de hablar eran los causantes de sus problemas y se propuso cambiar su condición psicofísica para mejorar su rendimiento.

Xavier Ortiz, profesor de la técnica Alexander y uno de los fundadores de la Aptae (Asociación de Profesores de Técnica Alexander de España), asegura que ésta supone “una manera de aprender a mover el cuerpo con más soltura y equilibrio”.

“Sin querer, bloqueamos nuestras articulaciones, frenando nuestros movimientos, con lo que consumimos el doble de energía: la del esfuerzo de bloquear y la del esfuerzo de desbloquear”, explica Ortiz, que comenta que con los ejercicios que imparte ayuda a mover mejor el cuerpo y a sentirse más ligero, eliminando las tensiones sobrantes.

Con el método pueden verse beneficiadas “todas las personas que tengan cuerpo”, como explican los profesionales de la misma. Xavier Ortiz pone como ejemplo el de una señora a la que le crujía la rodilla. Con sólo eliminar la tensión de su cuello, la rodilla dejó de crujirle.

Este profesional alude a las afirmaciones de científicos en las que se cuenta que todos los seres vertebrados tienen en la nuca un centro neurálgico que si se bloquea, obstruye el funcionamiento del resto del cuerpo y que, al desbloquearlo, deja el cuerpo libre de tensiones. Por eso, los animales cogen a sus crías por esta zona, para inmovilizarlas y poder portarlas sin problemas.

Xavier Ortiz argumenta que la técnica que imparten es preventiva, a diferencia de los tratamientos para el dolor a posteriori. La fisioterapia actúa en músculos que están dañados. Sin embargo, la técnica Alexander actúa en el cuerpo de forma global. Si tenemos un problema de rodilla, éste puede deberse a un tensionamiento general del cuerpo a la hora de caminar y podemos solucionarlo antes de tener una lesión.

Ejercicios para empezar a conocer nuestro cuerpo

El campo de actuación de la técnica son los hábitos adquiridos, por lo que se enseña a realizar una observación global del cuerpo por parte del usuario para que notemos cuándo estamos ejerciendo tensiones para poder evitarlas.

Esto depende, según Ortiz, de que sepamos sentir nuestro cuerpo, ya que algunos sentidos están maleducados. Para ello, explica que los seres vivos tenemos un sexto sentido, el kinestésico, que depende del movimiento que ejerzamos, enviando información al cerebro de si nuestra posición es correcta o no. Por ejemplo, si ladeamos la cabeza, este sentido dará información de que el movimiento es erróneo, pero si nos acostumbramos a tener la cabeza ladeada no nos daremos cuenta de que la posición no es correcta. En este caso, los músculos que sujetan la cabeza realizarían un sobreesfuerzo, creando una tensión muscular y posibles lesiones futuras.

Para enseñar a “sentir bien” no existen unos ejercicios básicos que puedan desarrollarse de forma independiente en casa, sino que se necesita la ayuda personalizada de un profesor, puesto que cada alumno lo hará dependiendo de unos criterios. La técnica debe aplicarse en clases de unos 45 minutos, al principio, y de unos 30 minutos, una vez que comencemos a practicarlo.

Sí existe un ejercicio básico que puede hacerse en casa. Hay que tumbarse boca arriba en una superficie firme con las rodillas dobladas para que los pies queden cerca del cuerpo. Los pies deben estar alineados a los hombros, lo suficientemente separados como para poder realizar un balanceo con el mínimo esfuerzo, y las rodillas señalando hacia el techo.

Debajo de la cabeza hay que situar varios libros, de pasta blanda, sin que queden en contacto con el cuello. Hay que evitar que la cabeza quede demasiado inclinada hacia atrás o hacia delante, para conseguir una mejor relajación del cuello. Los codos deben estar apoyados en el suelo, y las manos deben descansar sobre el abdomen.

El peso tiene que quedar distribuido entre los pies, la cadera y los omóplatos. El ejercicio debe realizarse a diario durante unos 20 minutos.

Al realizar el ejercicio hay que prestar atención a la relajación de los músculos del cuello, que deben permitir una sensación de que la cabeza tienda a desprenderse del cuerpo. Esto hará que percibamos que la columna vertebral se alarga y que va cogiendo mayor contacto con el suelo.

El Reino Unido, centro de operaciones del método

En España hay tradición en la aplicación de la técnica Alexander. Según Xavier Ortiz, la situación está “muy parada”, entre otras cosas, porque es muy difícil explicarla.

En el lado opuesto se sitúa el Reino Unido. Actualmente, allí hay más de 2.000 profesionales y la propia Seguridad Social cubre estos tratamientos.

Incluso se ha publicado en la British Medical Journal una investigación que corrobora la eficacia del método y que deduce, además, que la rehabilitación con esta técnica es mucho más duradera en el tiempo que las tradicionales. Además, la institución recomienda introducir el estudio del método en las facultades de medicina.

Las malas posturas adquiridas de forma inconsciente a la hora de caminar, de sentarse, de dormir o de realizar esfuerzos pueden provocarnos lesiones en el futuro y molestias en el presente que se pueden evitar con tan sólo aprender unas pautas a la hora de utilizar nuestro cuerpo.