Es noticia
Esta es su última oportunidad para ser solidario
  1. Alma, Corazón, Vida
CADA VEZ MÁS CIUDADANOS ELIGEN UNA ONG COMO HEREDERA

Esta es su última oportunidad para ser solidario

Cuando uno se plantea el duro trago de redactar su testamento lo normal es que piense en los herederos ‘tradicionales’: hijos o cónyuge. Pero no tiene

Foto: Esta es su última oportunidad para ser solidario
Esta es su última oportunidad para ser solidario

Cuando uno se plantea el duro trago de redactar su testamento lo normal es que piense en los herederos ‘tradicionales’: hijos o cónyuge. Pero no tiene porqué ser únicamente así. Existe la posibilidad, aunque pocos se la plantean, de dejar parte de lo que hemos acumulado en vida a la sociedad, como si devolviéramos parte de lo que nos ha ofrecido durante nuestra trayectoria vital.

Se trata de hacer un ‘legado solidario’, de dejar una pequeña o una gran parte de nuestras posesiones a alguna organización que se encargará de convertirlo en un bien para alguien que no conocemos, pero que lo necesita. Es una forma de tener un último gesto generoso con el mundo, de abandonarlo sabiendo que hemos hecho algo para que mejore, aunque sea un poco. Es una forma más de contribuir a crear un mundo en el que sea más factible acabar con el hambre y la pobreza, en el que se apueste por un desarrollo sostenible, en el que cada vez más niños crezcan sanos.

Pero no se alarmen. Esto no implica que los herederos naturales queden desprotegidos o abandonados, de ninguna manera. Para empezar porque legalmente sería imposible hacerlo (en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, es obligatorio que un tercio de los bienes vaya a parar directamente a los herederos con un reparto equilibrado, y que otro tercio sea también para ellos según el reparto que estime oportuno el testador). Así que sólo se puede disponer libremente –dependiendo de las comunidades autónomas- de un tercio de los bienes, que es el que se puede donar, parcial o totalmente, a una asociación. Eso sí, si el testador no tiene padres, hijos ni cónyuges, no tiene limitación legal ninguna, barra libre de solidaridad.

De momento se han sumado a la iniciativa en España 21 entidades como Amnistía Internacional, Acción Contra el Hambre, ACNUR, Médicos del Mundo, Intermón Oxfam, Entreculturas o Aldeas Infantiles.

“Esta iniciativa no es para quien tenga mucho patrimonio, se pueden dejar 1.000 euros, o 500, o menos, y todas las aportaciones serán valiosísimas”, asegura Francesco Sciacca, director de Marketing y Fundraising del Comité Español de ACNUR. Además conviene saber que las aportaciones no tienen porqué ser exclusivamente monetarias, si no que se pueden legar también bienes muebles –coches, casas, joyas- o inmuebles como acciones o el derecho de cobro de una deuda.

Por ejemplo, con sólo 180 euros ALBOAN cubre el salario de una profesora en la India; con 450€, ACNUR rehabilita un hogar infantil, y con 1.500€ Unicef facilita 22 kits ‘Escuela en una maleta’ para que 880 niños tengan material en el colegio.

De momento en España hay poca costumbre de pensar en las ONGs a la hora de redactar el testamento, aunque cada vez los testadores están más concienciados y cada vez son más los que donan parte de sus bienes para ámbitos tan diversos como la cooperación internacional, la respuesta a emergencias, la salud, el medio ambiente, la educación, el apoyo a refugiados o la defensa de los derechos humanos.

Dos de cada diez, dispuestos a ser solidarios

Unicef realizó en 2010 un estudio para tomar el pulso a los testamentos con conciencia en nuestro país. Como explica la responsable de herencias y legados de la organización, Cristina Sánchez, la mayoría de las 800 personas consultadas no habían hecho testamento y sólo un 2,2% afirmaron haber legado a una ONG alguna cantidad. Eso sí, dos de cada diez que sí habían hecho el testamento estarían dispuestos a cambiarlo para incluir un legado solidario tras conocer la iniciativa.

"Trasladando los datos del estudio a la población general, podemos afirmar que el 11%  de los testadores han destinado alguna cantidad o algún bien a organizaciones con fines sociales”, añade.

El perfil más común del testador es mujer, de clase media, de 65 a 85 años y donante habitual de alguna ONG, siendo su principal procedencia Catalunya, Madrid y País Vasco, y el promedio de las donaciones a UNICEF por este medio onda los 3.000€.

Pero eso es sólo el perfil más común. Dionisio Uría perdió a su padre de forma repentina, en un accidente, y no tenía ni idea de que en su testamento hubiera incluido un legado solidario a favor de Acción Contra el Hambre. "Nos pareció fantástico tanto a mí como a mis tres hermanas, un gesto ejemplarizante frente al resto de la sociedad y que a nosotros no nos perjudicaba. Al contrario, nos generó orgullo y engrandeció la visión que teníamos de mi padre. No tuvimos en ningún momento ninguna duda de que era lo correcto”, explica. Él mismo ya ha incluido también a una ONG como destino de parte de sus bienes.

"La herencia no es igual a muerte, sino a vida y esperanza para muchas personas que necesitan mejorar sus condiciones". Así resume Sánchez la esencia de los legados solidarios. Es la última oportunidad que uno tiene para ofrecer su granito de arena al mundo.

Cuando uno se plantea el duro trago de redactar su testamento lo normal es que piense en los herederos ‘tradicionales’: hijos o cónyuge. Pero no tiene porqué ser únicamente así. Existe la posibilidad, aunque pocos se la plantean, de dejar parte de lo que hemos acumulado en vida a la sociedad, como si devolviéramos parte de lo que nos ha ofrecido durante nuestra trayectoria vital.