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Reumáticos suecos se tratan en Benicassim bailando flamenco
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LA SALUD PÚBLICA DE SU PAÍS LES PAGA LOS GASTOS DEL VIAJE Y DEL TRATAMIENTO

Reumáticos suecos se tratan en Benicassim bailando flamenco

Acudir a la costa blanca a tratarse enfermedades como el reúma a base de buen clima, buena comida, y ejercicios como clases de flamenco, suena muy

Foto: Reumáticos suecos se tratan en Benicassim bailando flamenco
Reumáticos suecos se tratan en Benicassim bailando flamenco

Acudir a la costa blanca a tratarse enfermedades como el reúma a base de buen clima, buena comida, y ejercicios como clases de flamenco, suena muy bien. Y si encima este peculiar tratamiento está financiado por la sanidad pública, parece un regalo para quienes tienes las articulaciones doloridas.

Y ese es precisamente el que reciben decenas de ciudadanos suecos diagnosticados de enfermedades inflamatorias del sistema musculo-esquelético, que acuden cada año a Benicassim a tratar sus achaques en un programa sanitario de lo más completo cuya actividad más atractiva son las clases de flamenco.

“El flamenco provoca muchos sentimientos y sensaciones y hace que se entiendan cuerpo y mente”, explica a El Confidencial Bibiana Badenes, fisioterapeuta e impulsora de Kinesis, el centro de rehabilitación que recibe a los ciudadanos suecos.

Badenes comenzó a trabajar con reumáticos en 1998 organizando la parte terapéutica de un programa más amplio que incluye fisioterapia, psicología, entrenamientos y nutrición. Cuando introdujo el tai-chi en sus sesiones y vio cuánto le gustaba a sus pacientes y sus enormes efectos positivos sobre la enfermedad, tuvo claro que el baile también triunfaría.

El flamenco, en concreto, tuvo un recibimiento apasionado por parte de una comunidad poco familiarizada con el taconeo, las palmas, y el cante jondo que “hace lo que puede” a nivel técnico pero que “disfruta enormemente”, según Bibiana. Y, sobre todo, ayuda a los enfermos a mantener a raya sus dolencias e incluso consigue remitirlas en parte.

“La sensualidad y la expresividad del flamenco” ayudan a cada paciente en el grado exacto en que lo necesita y tiene posibilidades. Los “micromovimientos” del baile andaluz hacen posible que el paciente más grave trabaje sólo el giro de muñeca y que el más leve pueda incluso intentar taconear.

El equipo de profesionales que recibe en Benicassim a los pacientes suecos abarca desde fisioterapeutas formados en distintas especialidades, a médicos, enfermeras, terapeutas ocupacionales, coachers de la risa, masajistas, especialistas en nutrición, profesores de flamenco y tai-chi y psicólogos. Se centran principalmente en pacientes con enfermedades inflamatorias del sistema músculo-esquelético, tales como reúma, Mb Bechterew, fibromialgia y artritis psoriásica y pacientes con problemas en el cuello, hombros y espalda.

Estos pacientes son diagnosticados en su país y su mismo médico les recomienda viajar a Benicassim, una estancia que dura de una a tres semanas y cuyos gastos cubre la sanidad pública. “Las mejoras en estos pacientes son palpables y, entre otras cosas, tras su estancia en Benicassim reducen considerablemente la ingesta de medicamentos, lo que supone un gran ahorro para la seguridad social de su país”, explica Badenes.

Acudir a la costa blanca a tratarse enfermedades como el reúma a base de buen clima, buena comida, y ejercicios como clases de flamenco, suena muy bien. Y si encima este peculiar tratamiento está financiado por la sanidad pública, parece un regalo para quienes tienes las articulaciones doloridas.