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Pemio a la regeneración neuronal porque "la vida no radica en el corazón, si no en el cerebro"
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TRES NEUROBIÓLOGOS SE ALZAN CON EL PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Pemio a la regeneración neuronal porque "la vida no radica en el corazón, si no en el cerebro"

La investigación científica de la regeneración de neuronas se ha ganado este año el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. Más concretamente el

Foto: Pemio a la regeneración neuronal porque "la vida no radica en el corazón, si no en el cerebro"
Pemio a la regeneración neuronal porque "la vida no radica en el corazón, si no en el cerebro"

La investigación científica de la regeneración de neuronas se ha ganado este año el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. Más concretamente el galardón lo recibirán tres neurobiólogos dedicados durante los últimos años a estudiar el proceso por el cual se pueden recuperar o reproducir las células del cerebro: Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti.

Sus investigaciones (independientes) han abierto esperanzadoras vías a una nueva generación de tratamientos para combatir enfermedades neurodegenerativas o asociadas al cerebro, como el Alzheimer, el Parkinson o el Autismo.

En concreto, estos tres científicos son considerados referentes mundiales de la neurología por haber proporcionado pruebas sólidas de la regeneración de neuronas en cerebros adultos (neurogénesis), y por el descubrimiento de las llamadas neuronas espejo.

El jurado del Premio Príncipe de Asturias destacó al anunciar los galardonados  que sus descubrimientos se encuentran entre los hallazgos más importantes de la neurobiología, "cambiando la forma de entender el cerebro, desde los tiempos del profesor Santiago Ramón y Cajal".

Concretamente, el presidente del jurado, Enrique Moreno, aseguró que la concesión del galardón a estos científicos confirma que "la vida no radica en el corazón sino en el cerebro", parafraseando al Papa Juan Pablo I.

El estadounidense Joseph Altman descubrió la neurogénesis en mamíferos adultos en los años 60, sugiriendo que las nuevas neuronas desempeñan un papel crucial en los procesos de la memoria y el aprendizaje. Este descubrimiento apoya además el concepto de ‘plasticidad cerebral’, lo que suma importancia a la investigación.

Por su parte, el mexicano Arturo Álvarez-Buylla identificó los mecanismos fundamentales inherentes a la neurogénesis (regeneración de células en cerebros adultos) y las células gliales como progenitoras de nuevas neuronas, así como la migración en cadena de estas últimas a diferentes zonas del cerebro. Este trabajo abre asimismo nuevas pistas sobre el origen de los tumores cerebrales.

El tercer premiado, el italiano Giacomo Rizzolatti descubrió las neuronas espejo, que se activan no sólo durante la ejecución de una acción, sino también durante la observación de la misma, y que proporcionan un marco adecuado para la comprensión de los mecanismos subyacentes a la empatía emocional, a la imitación, a la comunicación y a nuestro comportamiento social.

Este galardón ya recayó el año pasado en otros tres neurocientíficos -los investigadores David Julius, Linda Watkins y Baruch Minke por sus trabajos en la lucha contra el dolor- porque, como ha expuesto el paleontólogo y miembro del jurado Juan Luis Arsuaga, el conocimiento del cerebro humano está "en mantillas" y es un reto para "los próximos milenios".

La investigación científica de la regeneración de neuronas se ha ganado este año el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. Más concretamente el galardón lo recibirán tres neurobiólogos dedicados durante los últimos años a estudiar el proceso por el cual se pueden recuperar o reproducir las células del cerebro: Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti.