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Cuando las mujeres emprenden…
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Cuando las mujeres emprenden…

El día internacional de la mujer trabajadora se ha convertido en una cita obligada en casi todas partes, pero a muchas mujeres trabajadoras nos hace temblar.

El día internacional de la mujer trabajadora se ha convertido en una cita obligada en casi todas partes, pero a muchas mujeres trabajadoras nos hace temblar. No nos gusta ser parte de las quejas, las imposiciones y las discriminaciones. Queremos trabajar bien y basta.

El necesario histórico de reivindicación que tanto ha concienciado a la sociedad, y tanto ha cambiado la regulación en países desarrollados, ya no es tan necesario como antes. Cierto es que aún queda mucho por hacer en las esferas más altas del poder. Yo misma tengo un documento de opinión (en inglés) sobre los peligros de los sesgos de género en alta dirección que podréis encontrar en la sección documentos de mi página web.

Pero también se han conseguido muchísimos avances. Avances que nuestras madres nunca soñaron, y que nunca hubiesen sido posibles sin la ayuda, más o menos proactiva en cada caso, del género masculino. Hay momentos en la vida para quejarse, y momentos para tomarte las dificultades como un reto a conquistar.

Por eso en el IE Business School nos empeñamos en organizar una jornada sobre emprendimiento femenino. Con el patrocinio de Accenture, tuvimos la buena fortuna, o el acierto, de contar con mujeres emprendedoras llenas de fuerza, ilusión, y ganas de crear.

Rosa Oriol de Tous nos conmovió con anécdotas personales y cercanas. Nos habló de los años de esfuerzo y retos sin fin, pero también de las satisfacciones de ver el negocio crecer y avanzar. Ana María Llopis nos exaltó con su energía, relatando las múltiples ocasiones en las que su olfato y duro trabajo ha revolucionado las industrias que la conocieron. Nos animó a todas a arriesgar más, pedir más, soñar con más.

María Cordón nos aportó un ejemplo admirable de resiliencia personal. Bromeó sobre cómo debíamos aprender a conciliar junto con nuestros maridos en lugar de intentar hacerlo todo nosotras. Nos explicó cómo actúan las hormonas en el comportamiento humano. Reflexionó sobre la medicina y las nuevas soluciones de fertilidad que nos brindan nuevos caminos de éxito profesional sin renunciar a la felicidad personal.

Teresa Gonzalo, una joven emprendedora en el mundo de la biotecnología nos habló de cómo aprendió a ser pragmática en Holanda, y cómo el MBA le ayudó a formular su idea en el duro lenguaje de los financieros, los inversores y los negocios. Maika Sánchez nos aportó la nota solidaria desde su puesto en Cruz Roja y su trabajo con mujeres y micro-financiación.

Yo me lo pasé fenomenal moderando mi parte del debate. Me sentí orgullosa de ser emprendedora, y comprendí que si estas brillantes mujeres habían conseguido hacer todo lo que han hecho cuando no había ni leyes, ni flexibilidad, ni nada de nada, ¿qué no podremos hacer nosotras hoy en día?

Desde este, mi pequeño rincón de provocaciones inusuales he querido dejar plasmado mi recuerdo de una tarde en la que los casi 300 asistentes lo pasamos estupendamente. Vinieron bastantes hombres, además de nuestros respectivos presidentes y hombres fuertes. Los invitados masculinos hicieron muchas preguntas y nos aportaron la visión que más necesitamos: lo que ellos piensan de nosotras.

No fue una lista de quejas y reivindicaciones. Por el contrario, fue una tarde inspiradora. Contamos anécdotas, nos reímos de penas pasadas y soñamos con futuros posibles. Compartimos el placer de haber superado nuestras propias barreras personales, y supimos que todas y todos pagamos grandes precios para salir adelante. En tiempos de crisis, de dificultad y de incertidumbre como los que todos vivimos en estos momentos, nos llevamos una dosis deliciosa de ganas de comernos el mundo.

Y es que… cuando las mujeres emprenden en lugar de quejarse de lo difícil que es salir adelante en la vida…crean auténticas maravillas. Siempre con la ayuda de los hombres que las quieren y las apoyan.

Nada de lo que hacemos sería posible sin la colaboración, más o menos proactiva, de ambos géneros. Para esto fuimos diseñados por la evolución, y así es como reinventaremos el modo en que el mundo hace negocios.

Muchísimas gracias a Victoria Gimeno y Margarita Alonso por apoyar tan singular ocasión. Gracias a todos los participantes de la jornada, y a todos los que animan a los emprendedores y las emprendedoras a seguir luchando.

El día internacional de la mujer trabajadora se ha convertido en una cita obligada en casi todas partes, pero a muchas mujeres trabajadoras nos hace temblar. No nos gusta ser parte de las quejas, las imposiciones y las discriminaciones. Queremos trabajar bien y basta.