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Los hombres tardan dos años en contar que sufren de disfunción eréctil
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Los hombres tardan dos años en contar que sufren de disfunción eréctil

La vergüenza. La maldita vergüenza es la culpable de que los hombres tarden dos años en acudir a un médico (o, en su defecto, un farmacéutico) para confesar su

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Los hombres tardan dos años en contar que sufren de disfunción eréctil

La vergüenza. La maldita vergüenza es la culpable de que los hombres tarden dos años en acudir a un médico (o, en su defecto, un farmacéutico) para confesar su problema: "Sufro de disfunción eréctil".  Aunque la mayoría de ellos no lo sepan, puede ser simplemente un signo precoz de enfermedades cardiovasculares. La Asociación Española para la Salud Sexual ya alertó el día de los enamorados de los problemas de pareja: "Ellos sufren problemas de erección y a ellas les falta deseo sexual".

Los farmacéuticos juegan un papel primordial a la hora de derivar al paciente con disfunción eréctil al especialista. Un estudio llevado a cabo en casi 600 farmacias ha analizado el actual modelo de acceso del paciente con disfunción eréctil a tratamiento en España. ¿El resultado? Que seis de cada diez pacientes acuden antes a la farmacia que al médico. El farmacéutico juega un papel fundamental en la captación, educación y derivación de este tipo de pacientes hacia el especialista, ya que la disfunción eréctil puede ser un signo precoz de enfermedades cardiovasculares. Los hombres que consultan sobre esta patología en la farmacia sin receta no presentan diferencias con los que acuden con la prescripción ni en el grado de disfunción eréctil ni en las comorbilidades asociadas.

El estudio concluye que los hombres que padecen un problema de disfunción eréctil tardan una media de 25 meses en consultarlo con un profesional sanitario desde la aparición de los primeros síntomas. La misma investigación también destacó que un 60% de los que acuden a la farmacia a realizar una consulta sobre problemas de erección sin una receta médica es la primera vez que consultan este problema con un profesional sanitario. Un dato que coincide con la percepción manifestada por la mayoría de los farmacéuticos participantes en el estudio, ya que un 56% cree que los pacientes consulta antes en la farmacia que en el médico, frente a un 29% que considera lo contrario. 

El elevado número de pacientes que acuden antes a la farmacia que al médico, y la alta cifra media de tiempo que pasa entre los primeros síntomas y la primera consulta se unen al hecho de que las alteraciones de la disfunción eréctil, además de un problema de salud en sí mismas, pueden ser un marcador precoz de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial o la diabetes. Por eso la detección, concienciación y derivación desde la farmacia comunitaria es fundamental para apoyar a un control óptimo de esta patología.

El farmacéutico despierta confianza en el paciente, que lo ve como un profesional sanitario accesible y cercano, lo que le convierte en un referente a la hora de realizar consultas sobre la salud en general y en especial cuando son aspectos más íntimos, como la salud sexual”. José Ibáñez, ex presidente de SEFAC y uno de los coordinadores científicos del estudio, añade que aunque el farmacéutico pueda ofrecer una importante labor colaborando activamente en la detección de cualquier patología subyacente, “debe derivar al enfermo al médico para que éste realice el diagnóstico preciso y fije el tratamiento más adecuado”.

A más edad, más reticente a consultar

La edad también influye a la hora de pedir o no ayuda. Según el propio estudio, es uno de los factores que más influye, seguido por motivos psicológicos (13%) y sociodemográficos (8%). “A mayor edad del paciente aumenta la vergüenza o incomodidad para consultar un problema sexual al profesional médico”, afirma Ibáñez. Es importante eliminar los estereotipos asociados a la edad y concienciar a la población mayor de que puede tener una vida sexual satisfactoria y de que la disfunción eréctil posee soluciones eficaces. “Desde las farmacias podemos hacer mucho para conseguirlo”, añade.

Otro de los resultados más llamativos es que, del grupo de pacientes que acudió a la farmacia sin receta, el 85% de los hombres solicitó al farmacéutico un fármaco inhibidor de la PDE5, y sólo el resto demandó productos a base de plantas medicinales, suplementos o vitaminas.

También se extrae del estudio que el perfil de la persona que acude ala farmacia con una consulta asociada a un problema de erección, ya sea con receta o sin ella, presenta una media de edad de entre 54 y 58 años. En ambos grupos, el paciente posee el mismo grado de disfunción eréctil (de leve a moderada) y comorbilidades de características similares.

Este proyecto de investigación es el primero es el primero de estas características que se realiza en Europa en farmacia comunitaria, y su protocolo ha sido revisado por el Comité Ético de Investigación del Hospital Clínico San Carlos. Realizado en 2009, analizaron más de mil pacientes de todas las comunidades autónomas divididos en dos grupos, en función de si acudieron a la oficina de farmacia con receta tras una visita al médico o consultaron al farmacéutico como primer paso asistencial.

La vergüenza. La maldita vergüenza es la culpable de que los hombres tarden dos años en acudir a un médico (o, en su defecto, un farmacéutico) para confesar su problema: "Sufro de disfunción eréctil".  Aunque la mayoría de ellos no lo sepan, puede ser simplemente un signo precoz de enfermedades cardiovasculares. La Asociación Española para la Salud Sexual ya alertó el día de los enamorados de los problemas de pareja: "Ellos sufren problemas de erección y a ellas les falta deseo sexual".