¿Qué hay detrás de la vacuna del papiloma en las adolescentes?

Se llaman Raquel y Carla, son menores de edad y las dos han puesto nombre a una desgracia que, a juicio de muchos expecialistas, no debería haber ocurrido. Fue hace un mes, tras sufrir una reacción adversa a la vacuna del Virus del Papiloma Humano (VPH). Una vacuna cuyos resultados y aplicación siguen levantando revuelo entre la comunidad médica y científica. Carla y Raquel se encuentran estables pero han sufrido lo suyo, con frecuentes recaidas.

Siguen en la UCI del Hospital Clínico de Valencia, donde evolucionan favorablemente, asegura la Conselleria de Sanidad. Todo lo demás, permanece estancado. El Ministerio de Sanidad, incapaz de dar velocidad a sus acciones, aún se desplazó esta a Valencia para estudiar el caso de estas niñas y "empezó a analizar toda la información". Dicen que "no hay plazo fijado" para obetener resultados. Nunca en España se fijan plazos para casi nada, y menos todavía cuando se trata de cuestiones que tienen que ver con la salud. Bernat Soria, el ministro del ramo, no acostumbra a darse prisa, va a su aire, con el espíritu de investigador por delante, propio de quienes se pasan años y años intentando averiguar con si las alas de la mosca son ovaladas, cuadradas, redondas o todo lo contario.

No es, en la realidad, el caso de Soria, buen investigador, pero traigo a colación el simil porque viene al pelo en eso de la tardanza. Dudas hay y muchas. De los datos estadounidense de VAERS [Sistema para Reportar Reacciones Adversas a las Vacunas de Estados Unidos] se puede deducir una frecuencia de 625 efectos adversos declarados por cada millón de dosis puestas de la vacuna contra el VPH (incluye 1,8 muertes asociadas por millón de dosis). En España se han puesto ya 1.200.000 dosis de la vacuna contra el VPH. Del lote número NH52670 de la marca Gardasil se han distribuido en España 75.582 dosis, de las que 21.300 han sido adquiridas por las administraciones públicas para administrarlas en el contexto de sus programas de vacunación: 21.272 de las mismas en la Comunidad Valenciana, 20 en Madrid y 8 en Extremadura. El resto se ha destinado al canal farmacéutico.

Las dos menores ingresaron en Intensivos del Clínico los días 4 y 6 de febrero tras experimentar una reacción adversa a la vacuna contra el VPH a los pocos minutos de serles administradas la segunda dosis del lote número NH52670 de la marca 'Gardasil'. Desde entonces, las dos menores han entrado y salido en varias ocasiones de la UCI. Las familias, hartas, han pedido que se reconozcan "de inmediato los casos similares que se han producido en Estados Unidos y en Europa", y que las administraciones "no se escuden más en la consideración de lo que ha pasado como algo atípico porque no es verdad".

Intuyen que lo de sus hijas se quedará olvidado en algún cajón del Ministerio de Sanidad o de la consejría de Sanidad valenciana. Ocurre en España con demasiada frecuencia. Van listas si esperan a que el ministro Soria llegue hasta el final de la investigación. Ni siquiera existe consenso entre las comunidades autónomas a la hora de aplicar o no la vacuna como la del papiloma. El desconcierto es tan fabuloso que en algunos países de nuestro entorno se habla de ridículo. Por cierto, ¿sabe alguien de por donde anda últimamente Bernat Soria? ¿Estará queriendo quitarle el puesto de 'invisible' a su colega en el Gobierno, la ministra Garmendia? Lo malo siempre se pega.