Es noticia
Las lentes intraoculares son mejores que el láser para las miopías de más 6 dioptrías
  1. Alma, Corazón, Vida

Las lentes intraoculares son mejores que el láser para las miopías de más 6 dioptrías

Las lentes intraoculares, que se ponen delante del cristalino sin alterar la estructura básica del ojo, son mejor opción que el láser para tratar más de

Foto: Las lentes intraoculares son mejores que el láser para las miopías de más 6 dioptrías
Las lentes intraoculares son mejores que el láser para las miopías de más 6 dioptrías

Las lentes intraoculares, que se ponen delante del cristalino sin alterar la estructura básica del ojo, son mejor opción que el láser para tratar más de seis dioptrías de miopía, según un grupo de expertos que ha seguido durante 7 años a 2.500 pacientes españoles sometidos a este tratamiento. El estudio, que constituye la mayor base de datos sobre este procedimiento del mundo, y que se ha presentado en los últimos foros internacionales, recoge datos de 4.500 ojos operados de miopía entre 1998 y septiembre de 2007 por el denominado ‘Spanish ICL grup’, integrado por ocho de los mejores expertos en cirugía refractiva del país. Según han explicado en un encuentro en Barcelona, la colocación del implante no implica ninguna erosión en la córnea del ojo, como en el caso del láser, lo que hace que sea una técnica reversible, y además se pone en poco tiempo, con un proceso simple que tiene muy pocos efectos secundarios si el cirujano está entrenado y sigue el protocolo.

La corrección de una miopía con la técnica de las ICL (Implantable Collamer Lens), como se denominan estas lentes intraoculares, se hace a través de una o dos pequeñas incisiones en el ojo, a través de las cuales, y con la ayuda de un inyector en el que está plegada la lente, se coloca la lente fáquica entre el iris y el cristalino, según ha explicado el doctor Jorge Castanera. Ha remarcado que al no modificar la colocación de las lentes la estructura del ojo, se mantiene la funcionalidad del sistema óptico natural, pero mejorando su rendimiento. Las lentes, de 50 micras de espesor en el centro del cristalino, se fabrican exclusivas para cada paciente, como si fuera un par de gafas, y transmiten la luz de un modo similar al cristalino, ya que están hechas con colamero, un material biocompatible parecido al cristalino humano.

El único inconveniente respecto a la cirugía láser, que estaría más indicada en casos con menos dioptrías, es su precio, pues cuesta el doble que una intervención con láser, pero los expertos consideran que los pacientes deben conocer esta opción terapéutica antes de decidirse por una intervención. Juan Pedro Torralba, de la Clínica Oculsur-Innova de Sevilla, ha señalado que la operación quirúrgica de implantación de la ICL dura en total unos 15 o 30 minutos y es relativamente indolora.

Antes de la operación, se pone anestesia tópica al paciente para reducir el malestar, y solo percibe durante la colocación alguna presión en el ojo. Tras la colocación de la lente, que tiene forma rectangular y unas pequeñas patas para anclarse bien en la zona adecuada, la recuperación de la visión es extremadamente rápida, aunque hay que esperar unos días para alcanzar la máxima agudeza y precisión visual.

Según este grupo, integrado también por los doctores José Alfonso, de Oviedo; Jaime Aramberri, de San Sebastián; Pedro Caro de Sevilla; y Andreu Coret, Francisco Duch y Daniel Elies, de Barcelona, los pacientes deben tener más de 25 años, y a partir de los 50 se pueden recambiar las lentes si las necesidades visuales de la persona lo hacen necesario. También se colocan este tipo de lentes, que corrigen la visión de lejos, en personas con hipermetropía y con astigmatismo, con resultados excelentes. Las primeras lentes ICL se implantaron en España en 1998 y hasta ahora se han colocado unas 24.500, de las 130.000 puestas en todo el mundo, lo que ha convertido al país en uno de los más adelantados en este campo de la oftalmología.

Las lentes intraoculares, que se ponen delante del cristalino sin alterar la estructura básica del ojo, son mejor opción que el láser para tratar más de seis dioptrías de miopía, según un grupo de expertos que ha seguido durante 7 años a 2.500 pacientes españoles sometidos a este tratamiento. El estudio, que constituye la mayor base de datos sobre este procedimiento del mundo, y que se ha presentado en los últimos foros internacionales, recoge datos de 4.500 ojos operados de miopía entre 1998 y septiembre de 2007 por el denominado ‘Spanish ICL grup’, integrado por ocho de los mejores expertos en cirugía refractiva del país. Según han explicado en un encuentro en Barcelona, la colocación del implante no implica ninguna erosión en la córnea del ojo, como en el caso del láser, lo que hace que sea una técnica reversible, y además se pone en poco tiempo, con un proceso simple que tiene muy pocos efectos secundarios si el cirujano está entrenado y sigue el protocolo.