La mosca negra acecha en las comarcas del Ebro

Más de un millar de personas han recibido atención médica en las comarcas del Ebro por sufrir picaduras de mosca negra desde el pasado mes de febrero, donde este insecto se considera este año una plaga. La responsable de Saneamiento del Departamento de Salud en las Tierras del Ebro, Cinta Almedes, explicó que "en la cuarta semana de julio ya habíamos alcanzado las 996 personas atendidas en las cuatro comarcas, la mayoría desde mayo, pero muchas no van al médico, así que seguro que hemos superado el millar".

"No hay alarma sanitaria pero este verano es un 'boom' en nuestras comarcas, por las altas temperaturas" según Almedes, quien señala que hay moscas negras simulium erithrocephalum en otras zonas de Cataluña, pero no son tan numerosas y por tanto no pueden considerarse una plaga.

Almedes recomienda que "si uno cree que le ha picado una mosca negra vaya al médico para que le dé un tratamiento contra la alergia o para evitar que se rasque y sufra una infección, porque esta mosca no transmite ninguna enfermedad que sepamos".

La mosca negra es un insecto volador del orden de los dípteros, y de la familia de los simúlidos, de pequeño tamaño (entre tres y seis milímetros), color oscuro (negro-gris), cuerpo peludo, antenas y patas cortas y alas grandes. Tienen actividad diurna y tienen un radio de acción grande, de 12 a 20 kilómetros, donde crían, aunque pueden llegar a los 50 kilómetros.

Las hembras necesitan sangre para poder hacer la puesta de huevos, son muy agresivas y causan picaduras dolorosas que se caracterizan por un punto central rojo y una inflamación destacable, normalmente sangrante.