24 horas de supervivencia con un teléfono móvil

Juan se despierta sobre las 8 de la mañana, y lo hace como casi todos los españoles: con la alarma del móvil. Es una de las primeras rutinas diarias que asignó a su móvil, pero ni mucho menos la última. Mientras desayuna, lee parte de la prensa, chatea y comprueba si alguien le ha dejado algún mensaje en Facebook o Twitter. Todo desde el móvil.

Aplicaciones para transporte escuchar música...

Hoy es su primer día de vacaciones y se va a Roma, así que está contento. Mientras se viste, su móvil reproduce uno de sus discos favoritos, que puede escuchar todas las veces que quiera tras haber pagado por una cuenta premium de Spotify.

Sale a la calle y calcula el trayecto que tiene que hacer en Metro con una aplicación que se bajó al móvil hace unas semanas. Llega al aeropuerto, pero, sorpresa: el avión viene con retraso. Es curioso, porque el panel de control del aeropuerto aún no ha anunciado el retraso, pero la línea aérea le ha avisado mediante un mensaje privado en la versión móvil de la web de la línea aérea donde compró su billete.

Mientras espera, se da cuenta de que las dos horas y media de avión le van a dejar sin tuitear ni facebookear, así que decide usar una aplicación de pago para poder programar sus tuits y actualizaciones. De modo que, aunque esté volando, se va a seguir comunicando en las redes sociales.

Apps para pagar y reservar hoteles

Una vez en tierra, lo primero es buscar un sitio para comer. Y si tiene Wifi, tanto mejor. El móvil no le deja (por ahora) acceder a todos los restaurantes con Wifi, pero sí que le permite encontrar zonas con Wifi pública y hacer un rastreo de los sitios que hay por allí para comer. Después de comer, Juan va a pagar, pero no lleva dinero suelto. Vaya, pero no pasa nada: en este restaurante le dejan pagar con el móvil.

Con el estómago lleno, ¿qué mejor que un poco de turismo? La ciudad está llena de farragosas guías en papel, pero resulta que ha encontrado una aplicación móvil que, por sólo 1 euro, le localiza los mejores sitios de Roma e incluso le ayuda a Juan a organizar su viaje.

Al final la ruta se ha puesto tan interesante que Juan ha acabado casi en las afueras de Roma, bastante lejos del centro y, sobre todo, de su hotel. “¿Y dónde encuentro yo ahora un taxi?”, se pregunta. No pasa nada: el servicio de taxis tiene una aplicación para pedir uno directamente desde el móvil.

Una vez en el hotel, Juan se mete una cena digna de emperador, y paga también con el móvil. Se va a la cama, no sin antes usar la aplicación turística para planificarse la ruta de mañana. Mientras tanto, ha pasado un día entero con su móvil como compañero inseparable. Y sin necesidad de llevar un duro en metálico.

Los usuarios, aún reacios a los servicios móviles

Sin embargo, y a pesar de que el móvil le ha guiado durante todo el día, el caso de Juan es casi una excepción, según el estudio realizado por Solutions, empresa dedicada a los seguros especializados y la gestión de riesgos a escala mundial, entre propietarios de teléfonos móviles.

En lo relativo a operaciones financieras, los consumidores suelen mostrarse reacios a utilizar el monedero móvil. La implantación de este tipo de medios de pago sigue siendo baja en los países en los que se centró la encuesta, dado que la mayoría de los consumidores se mostraron desconfiados ante la posible falta de seguridad.

Compra en establecimientos, abono de facturas...

El estudio revela la existencia de una relación directa entre la disposición de los usuarios a realizar operaciones financieras a través de dispositivos móviles y la existencia de medios que velen por su seguridad. Algunas de las operaciones financieras móviles más habituales son la compra en establecimientos físicos y de Internet, la banca electrónica y el pago de facturas.

No obstante, las respuestas revelaron que los consumidores de los cinco mercados muestran recelo ante la exposición de sus datos bancarios, ante el robo de identidad o de sus contraseñas, y la vulnerabilidad de los datos personales asociados a sus dispositivos móviles.

Cuando hablamos del monedero móvil, la seguridad es fundamental. Los consumidores consultados se mostraron muchísimo más dispuestos a realizar operaciones a través de sus dispositivos móviles siempre y cuando existan niveles adecuados de protección y seguridad. La introducción de nuevos elementos de seguridad específicos para este tipo de dispositivos y los datos será fundamental para desarrollar el potencial que ofrece el monedero móvil.

* Íñigo de Górgolas es director general de Assurant Solutions