Congresistas de EEUU piden suspender la venta de armas de asalto a México

Líderes demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes de EEUU pidieron ayer al presidente Barack Obama que mejore la estrategia contra el tráfico de armas hacia México, empezando por la suspensión de las exportaciones de armas de asalto a este país. En una carta, el presidente del subcomité sobre América Latina de la Cámara Baja, Eliot Engel y otros legisladores, pidieron que el Gobierno de Obama reanude la suspensión de las exportaciones de armas de asalto, como parte de los esfuerzos para combatir el tráfico de armas que nutre la violencia en la frontera común.

Esa legislación fue puesta en vigor durante las presidencias demócrata de Bill Clinton y republicana de George Bush, pero fue "abandonada silenciosamente" por el gobierno de George W. Bush. Engel consideró que EEUU debió haber puesto en marcha una estrategia contra el tráfico de armas el 22 de octubre de 2007, la misma fecha en que los Gobiernos de EEUU y México anunciaron la Iniciativa Mérida contra el narcotráfico y el crimen organizado en México y Centroamérica.

En la misiva, los legisladores citaron un informe reciente de la Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO) que destacó los problemas que afronta el Gobierno de Washington para combatir el narcotráfico.

Ese informe indicó, entre otras cosas, que el 93 por ciento de las armas rastreadas y confiscadas en México en el año fiscal 2008 procedió de EEUU, mientras que en los años fiscales de 2006 y 2007, la cifra fue del 95 por ciento. El 19 por ciento de las armas confiscadas en México entre 2004 y 2008 fue de fabricación en terceros países, importadas a EEUU y posteriormente enviadas a México, recordó Engel.

La carta, firmada también por el republicano Michael Castle y la demócrata Carolyn McCarthy, pide que el Gobierno de EEUU ponga en marcha las recomendaciones emitidas por la GAO, entre éstas el establecimiento de mecanismos para mejorar la coordinación entre las agencias gubernamentales. En febrero pasado, Engel figuró en un grupo de 50 legisladores de ambos partidos que ya habían presionado a Obama para que reactivara la veda a la importación de armas de asalto.