ERC cree que “CiU ya ha pactado con Rajoy” a cambio de dinero

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) dio ayer una vuelta de tuerca más para evitar que el presidente catalán, Artur Mas, sucumba a las ofertas de diálogo del Gobierno central y relaje su postura accediendo a posponer el referéndum independentista. Esta relajación se produciría a cambio de dinero, o sea, que el Ejecutivo de Mariano Rajoy debería dar un poco de oxígeno a las maltrechas arcas de la Generalitat.

“A nadie se le escapa que CiU se ha acercado al PP en los últimos días. Y lo que nos tememos es que haya pactado ya con los populares para rebajar su tono soberanista a cambio de dinero. Pero eso choca con lo que pide ERC”, dice a este diario una fuente de la formación republicana.

Durante la pasada semana, varios dirigentes de Convergència i Unió (CiU) insistieron ante Esquerra en que esta formación debería entrar en el Gobierno de la Generalitat, con lo que así intentan paliar, de rebote, el desgaste de los convergentes ante los recortes sociales.

“Les hemos recordado que CiU pactó con el PP de José María Aznar y no entró en el Gobierno. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo nosotros aquí? ¿Qué diferencia hay?”, señalan fuentes republicanas a El Confidencial. No obstante, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, lanzó ayer un órdago: entrará en el Gobierno si Mas fija una fecha “que no se alargue demasiado” y una pregunta clara para la consulta independentista. Es un movimiento táctico con el que trata de dejar en evidencia a Mas si este accede a retrasar la consulta “por la cuestión que sea, incluida la coyuntura económica”, como aventuró este fin de semana la presidenta del Parlamento catalán, la democristiana Núria de Gispert.

En CiU insisten en que lo más importante “es mantener el diálogo abierto con el Gobierno central”. Y eso porque “al fin y al cabo, es el que nos ha de echar una mano, porque tenemos que gestionar el día a día. Y eso no es incompatible con el hecho de que tengamos una agenda donde se contemple la consulta por el derecho a decidir”, señalan fuentes convergentes a este diario.

El propio secretario de Organización de Convergència, Josep Rull, reconoció ayer que “por responsabilidad, es preciso negociar con el Estado, pero teniendo claro que la negociación del déficit no es moneda de cambio de la consulta”. Defendió, al mismo tiempo, la oferta de diálogo de Mas a ERC y a PSC con vistas a entrar en el Ejecutivo “para ampliar apoyos y tener un Gobierno fuerte que saque al país de la crisis”. Y dejó claro que el pacto suscrito con los republicanos “sigue plenamente vigente y la acción de Gobierno pivotará alrededor de la lucha contra la crisis y a favor del derecho a decidir”. 

Un arma de doble filo

En Esquerra no se acaban de creer la buena fe de CiU y, por ello, la oferta de Junqueras de entrar en el Gobierno de la Generalitat es un arma de doble filo para Mas. “La gente ya no se acaba de creer la fiabilidad del presidente de la Generalitat”, arguyen en ERC. Pero si los republicanos entran en el Ejecutivo, Mas no tendrá más remedio que endurecer sus posiciones en la cuestión identitaria, y las relaciones con el Gobierno central se resentirán.

En este sentido, cobra especial interés la postura de los populares. “CiU ha de soltar lastre independentista si quiere que Cataluña recupere su economía”, advirtió ayer la presidenta del PP en esta comunidad, Alicia Sánchez-Camacho. En otras palabras, o hay diálogo y lealtad institucional o la Generalitat lo va a tener muy negro. Porque, advirtió Sánchez-Camacho, “los puentes con el Gobierno de España no se reconstruyen sólo con palabras, sino también desde la acción de Gobierno”.

La líder popular dejó ir también una carga de profundidad sobre las exigencias que pone encima de la mesa el Ejecutivo central: ”El Gobierno de Mas está bloqueado desde hace muchos meses y, mientras, aumentan los impagados y se pone en peligro el Estado del bienestar por su pacto con ERC”. Alicia Sánchez-Camacho aprovechó también para recordarle a Artur Mas que su oferta de pacto a ERC y PSC “no tiene como objetivo sacar a Cataluña de la crisis, sino que el propio Mas siga como presidente de la Generalitat. Incorporar a los protagonistas del Tripartito al Gobierno catalán es un suicidio político, ya que fueron ellos los que hundieron Cataluña y los catalanes lo recordamos muy bien”.

Artur Mas se encuentra, pues, en una encrucijada, reclamado por unos y por otros , pero con objetivos contrarios. Ahora, la pelota está en el tejado de CiU.