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El miedo a perder lleva al PSOE-A a instaurar el ‘prietas las filas’
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LOS SOCIALISTAS BLINDAN A SU PRESIDENTE: IRÁ POR SEVILLA El 25-M

El miedo a perder lleva al PSOE-A a instaurar el ‘prietas las filas’

El miedo a que la crisis por la que atraviesa el PSOE-A en Sevilla haga saltar al partido ha inducido a José Antonio Griñán a decidirse

Foto: El miedo a perder lleva al PSOE-A a instaurar el ‘prietas las filas’
El miedo a perder lleva al PSOE-A a instaurar el ‘prietas las filas’

El miedo a que la crisis por la que atraviesa el PSOE-A en Sevilla haga saltar al partido ha inducido a José Antonio Griñán a decidirse a encabezar la lista por esta provincia a las elecciones autonómicas del 25-M. Poco antes de que la secretaria de Organización, Susana Díaz, lo hiciera público, el más claro exponente del sector de Rubalcaba en la capital andaluza, José Antonio Viera, se lo había ofrecido haciendo una llamada a las agrupaciones locales para que apoyaran al nuevo presidente del partido. Viera trataba así de evitar que fuera la propia Susana Díaz, con quien mantiene un enfrentamiento radical, quien se situara como cabeza de cartel.

En todo caso, el miedo a perder Andalucía está consiguiendo que el partido, al menos inicialmente, se conduzca con un ‘prietas las filas’. Otra cosa será la composición de los puestos secundarios, en una situación en la que muchos quieren garantizarse la supervivencia aspirando a un escaño, en unas elecciones en las que el PSOE-A puede perder por primera vez el poder en la comunidad autónoma.

Los de Rubalcaba meten la mano en Cádiz

La máxima que se sigue tras el Congreso Federal es salvar Andalucía a toda costa, como dejó dicho Rubalcaba. Para ello se están aceptando una serie de acuerdos tácitos iniciales esquivando el riesgo. Griñán irá por Sevilla, en vez de hacerlo por Córdoba, por donde hasta ahora es diputado andaluz. El sector de Rubalcaba está dispuesto a colocar en Cádiz de número uno a Luis Pizarro, mano derecha de Manuel Chaves, que ocuparía el lugar de este último en las pasadas elecciones. González Cabaña, secretario provincial de Cádiz, del sector chavista, ya lo ha propuesto a las agrupaciones locales y la mayoría con que cuenta en la provincia puede garantizarlo. A pesar de que Pizarro ha estado radicalmente enfrente de Griñán sobre todo desde que abandonó el Gobierno andaluz por discrepancias con él, desde el equipo del presidente no se ha dicho nada en contra. Se trata de dejar hacer hasta donde marcan los límites de un pacto tácito por el futuro del partido.

En Jaén, el principal foco de apoyo a Rubalcaba, con Gaspar Zarrías como señor feudal de la agrupación provincial, los partidarios del nuevo secretario general quieren situar a Micaela Navarro como cabeza de cartel. Navarro, consejera de Griñán, ha sido desde el principio una firme defensora de Rubalcaba, aunque sin chocar con el presidente andaluz. A Navarro le disputa la cabecera de lista Mar Moreno, consejera de Presidencia y mujer de confianza de Griñán en el Gobierno andaluz, una de las primeras que se pronunció abiertamente por Chacón. Sin embargo, se trata a toda costa de evitar fricciones. En esta provincia hay que colocar también a Antonio Ávila, consejero de Economía y persona de la máxima confianza del presidente.

La guerra, en los segundos escalones

Los problemas van a surgir en los escalones siguientes. Susana Díaz aspira a ir tras Griñán en la lista por Sevilla, pero son muchos los que se oponen a ello y quieren a un partidario de Rubalcaba en este puesto. Y a partir de aquí, los escalones siguientes prometen someterse a una guerra soterrada en la mayoría de las provincias, en la que muchos tratarán de salvar su supervivencia ante la posible pérdida de la Junta y con ella de un soporte económico para miles de militantes del partido, que tras la debacle de las municipales y generales no tienen posibilidades de mantenerse a la sombra del poder.

La presencia de Griñán como número uno por Sevilla le garantiza la única posibilidad de salir ganador al menos en su circunscripción. Sevilla ha sido hasta el ahora el bastión inexpugnable del PSOE, con la excepción de la capital, y el 20N Alfonso Guerra la salvó de nuevo, siendo junto con Barcelona las dos capitales con mayoría socialista en el escrutinio. Griñán tendrá que enfrentarse a Juan Ignacio Zoido, alcalde de la capital andaluza, ya que Javier Arenas ha decidido presentarse por Almería, que fue la provincia en la que figuró también en las pasadas elecciones.

Milagros y reconversiones

Las consecuencias del congreso y el miedo a la derrota están consiguiendo ya sus primeros milagros y reconversiones. El portavoz parlamentario del PSOE y secretario provincial de Huelva, Mario Jiménez, hombre de la guardia pretoriana de Griñán y Susana Díaz, que hizo campaña por Chacón, se deshace en elogios a Gaspar Zarrías, a pesar de que lo traicionó durante la crisis que separó a Chaves y Griñán. Jiménez se alegra ahora de que Zarrías represente a Andalucía en la nueva ejecutiva, tratando así de evitar problemas en su deseo de encabezar la lista por Huelva.

El propio José Antonio Viera, el partidario más destacado de Rubalcaba en Sevilla, hace continuos anuncios de unidad y elogio al nuevo presidente del partido, a quien hace sólo dos días acusaba de lo peor por su “guerra sucia” a favor de Chacón. El temor de Viera, además de a la pérdida de Andalucía, se debe a que la juez Alaya lo impute en el caso de los ERE, por su condición de consejero de Empleo cuando se produjeron los fraudes, y el partido lo abandone a su suerte.

El miedo a que la crisis por la que atraviesa el PSOE-A en Sevilla haga saltar al partido ha inducido a José Antonio Griñán a decidirse a encabezar la lista por esta provincia a las elecciones autonómicas del 25-M. Poco antes de que la secretaria de Organización, Susana Díaz, lo hiciera público, el más claro exponente del sector de Rubalcaba en la capital andaluza, José Antonio Viera, se lo había ofrecido haciendo una llamada a las agrupaciones locales para que apoyaran al nuevo presidente del partido. Viera trataba así de evitar que fuera la propia Susana Díaz, con quien mantiene un enfrentamiento radical, quien se situara como cabeza de cartel.