Javier Medina niega haber metido a cuatro familiares en el Tribunal de Cuentas

En relación con la noticia publicada en El Confidencial el lunes 17 de noviembre, bajo el título "El Tribunal de Cuentas cambia a sus examinadores para acabar con los enchufes", Javier Medina Guijarrose ha puesto en contacto con este diario para manifestar lo siguiente:

"Exijo, en aras de la verdad, de la honorabilidad, de la dignidad y de la profesionalidad mías y de mis familiares aludidos en su periódico, que se rectifiquen las menciones que se contiene en dicha noticia referentes a mi persona, por ser absolutamente falso que "haya introducido" a persona alguna en el Tribunal de Cuentas y, menos aún, con la que mantenga lazos de parentesco.

A estos efectos y paradejar constancia de la realidad de mi trayectoria profesional y la de mis parientes quiero manifestar, en lo que a mí respecta, que ingresé por oposición libre en el Cuerpo de Letrados de este Tribunal en el año 1979; en el año 2001, fuielegido Consejero de Cuentas e, igualmente, fui renovado en dicho cargo en el año 2012, siendo entonces elegido Presidente de la Sección de Fiscalización.

En lo que se refiere a mi esposa, tras los correspondientes años de preparación, ingresó por oposición libre en el Cuerpo de Contadores Diplomados del Tribunal de Cuentas en el año 1987; respecto de mi hermana, ingresó igualmente por oposicón, en el mismo Cuerpo, en el año 1989; y, finalmente, mi hermano lo hizo en el año 1990, por concurso de méritos entre funcionarios de Cuerpos Superiores de las Administraciones Públicas, al que accedió en el año 1978. Por último, la pariente que se nos imputa (con la que no tenemos lazo alguno de parentesco), también ingresó por oposición libre en el Tribunal de Cuentas. Todos estos extremos son fácilmente constatables, por haber sido objeto de publicación en los correspondientes Boletines Oficiales del Estado.

Como consecuencia de todo lo anterior, cuando mis familiares ingresaron en el Tribunal, yo era funcionario del mismo sin capacidad de influencia alguna y sin que, desde luego, formara parte de los Tribunales -constituidos y formados conforme a la legislación general de la función pública- que juzgaron dichos procesos de selección, los cuales nunca fueron objeto de impugnación alguna, ni nunca se ha puesto en duda la imparcialidad y la honestidad de los que formaron parte de dichos Tribunales".