Los sindicatos de la Guardia Civil se rebelan contra la 'matrícula' de sus antidisturbios

El Ministerio del Interior quiere que los miembros de la Agrupación de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil, el cuerpo del Instituto Armado que se encarga de mantener el orden público en protestas y grandes aglomeraciones, equivalente a la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, lleven también en la espalda el código numérico que permite identificar a los agentes con mayor de facilidad en caso de denuncia. La medida, que comenzará a aplicarse el próximo mes de septiembre, ha provocado un enorme malestar entre las principales asociaciones profesionales de la Guardia Civil.

Desde el pasado mes de abril, esta fórmula de identificación ya se aplica a los antidisturbios de la Policía. Se estrenó con motivo de la protesta de Asedio al Congreso que reunió a 1.500 manifestantes antisistema en las inmediaciones de la Cámara Baja. Pero el pasado 18 de junio, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, anunció en una comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso que la nueva identificación también se implantará a los agentes del Instituto Armado.

El Gobierno lo confirmó la semana pasada en la respuesta a una pregunta del diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares. “La singularidad del servicio a realizar, en el marco de una unidad reunida y con ocasión de dispositivos de seguridad ciudadana, no siempre permitirá exhibir la tarjeta de identificación profesional, de ahí la propuesta de utilizar un número identificativo exterior y visible para cualquier ciudadano”, ha asegurado el Ejecutivo.

Acceso al nombre mediante orden judicial

El Ejecutivo también ha detallado cómo funcionará este sistema: “Los jefes de estas unidades policiales, en sus distintos niveles de mando, conocerán el número y la identidad de cada agente que intervenga en cada servicio”. Es decir, el mismo método que se aplica con los antidisturbios de la Policía: el código que exhiben los agentes no se corresponderá con su número de placa, sino que será de una identificación alfanumérica que se asignará a cada agente para una sola actuación. La identidad que corresponde con cada código sólo se desvela mediante solicitud judicial.

El código que exhiben los agentes no se corresponderá con su número de placa, sino que será de una identificación alfanumérica que se asignará a cada agente para una sola actuación.

Según fuentes de la Dirección General de la Guardia Civil, las identificaciones están ya en proceso de fabricación y estarán terminadas después del verano. El Instituto Armado espera que comiencen a ser portadas por los efectivos de la Agrupación de Reserva y Seguridad el próximo mes de septiembre.

En la policía, esta orden ha generado un profundo malestar entre los miembros de las UIP, porque la interpretan como una cesión a los grupúsculos antisistema y una criminalización de todas sus actuaciones. Como El Confidencial informó, las críticas han sido transmitidas personalmente al director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino. Los sindicatos han anunciado que llevarán la 'matrícula' a los tribunales para tratar de revocarla, ante el convencimiento de que vulnera los derechos de los agentes.

“Una medida innecesaria”

En el Instituto Armado se ha extendido la misma lectura, incluso antes de aplicarse. A la mayoritaria Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), le ha sorprendido “en primer lugar la rapidez que ha demostrado el Ministerio del Interior para aplicar una recomendación del Defensor del Pueblo, y lo lento que se toma otro tipo de consejos, como favorecer que los agentes ejerzan libremente el derecho de manifestación y expresión”. En opinión de la AUGC, el código en la espalda “es absolutamente innecesario porque los agentes ya están correctamente identificados”. “No estamos de acuerdo. Sólo hay que fijarse en otros modelos de policía europeos donde no existe nada que se parezca a esto. O en Estados Unidos, donde lo que se identifica el vehículo, no a los agentes”. En esta asociación plantean que, “por la misma regla de tres, se debería comenzar a identificar a médicos, jueces y políticos, para que todo el mundo sepa siempre quiénes son”. “Estamos en contra. Es una clara discriminación y sólo contribuye a criminalizar la actuación de los agentes”, remachan.

Nos señalan como ganado colocándonos una identificación en la espalda", lamentan en la ASIGC-Profesional.

Para otra asociación, la Unión de Guardias Civiles (UniónGC), la nueva identificación “no representa en sí misma un problema”. “Creemos que puede ayudar a mejorar la transparencia del cuerpo. No hay nada que ocultar”, sostienen. Pero la UniónGC sí lamenta que “no se haya puesto aún el mismo empeño en localizar y perseguir a los que actúan de forma violenta en las protestas y manifestaciones”. “Nos llama la atención que al mismo tiempo que se aprueba esta medida se estén dejando de penalizar los excesos que cometen algunos con los agentes. No estamos de acuerdo con esa diferencia de criterio”, apuntan desde este colectivo de miembros del Instituto Armado.

La orden de Interior suscita un mayor rechazo en la Asociación Independiente de la Guardia Civil Profesional (ASIGC-Profesional). “La decisión insinúa que estamos vulnerando sistemáticamente los derechos de los manifestantes, cuando eso es rotundamente falso”, proclama esta asociación de agentes. “Supone plegarse a las peticiones de los grupos radicales que pretenden desprestigiar a las Fuerzas del Orden. No lo comprendemos, porque ya estamos correctamente identificados y está claro que hay cosas más urgentes que solucionar”, defienden. “¿Qué se pretende? ¿Que nos lluevan las denuncias? Nos señalan como ganado colocándonos una identificación en la espalda”.

Pese a las protestas de los agentes y sus asociaciones, el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz asegura que no baraja la posibilidad de replantearse su implantación. A cambio, el Ministerio les ha ofrecido la ayuda de los abogados del Estado para tratar de garantizar su seguridad jurídica.