Los empresarios asturianos, contra la subida de impuestos: “Tienta a la deslocalización”

El plan de ajuste que el Gobierno de Asturias va a presentar al Consejo de Política Fiscal y Financiera para su aprobación ya ha sido reprobado desde diversos ámbitos, especialmente, desde la patronal de empresarios. Su presidente, Severino García Vigón, dejó bien claro ayer en el transcurso de la asamblea anual de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) que las subidas de impuestos planteadas por el presidente de la comunidad, el socialista Javier Fernández, "tientan a la deslocalización". 

En su intervención, el líder de "más de 55.000 empresarios" asturianos advirtió sobre el deseo de equilibrar las cuentas públicas vía incrementos impositivos, recordando que los incrementos que afectan a las empresas "dañan la competitividad". No fue el único sector que se quejó del modelo elegido por Asturias para cumplir con la estabilidad presupuestaria: también los sindicatos de la función pública lo hicieron, aunque por razones bien distintas.

García Vigón considera que las propuestas de Asturias son contemporizadoras y tiran "por lo fácil", advirtiendo que la situación económica que vive España no admite componendas y, aunque "es comprensible que se quieran hacer guiños a los ciudadanos, no se puede mantener lo que no podemos permitirnos pagar". Las mayores críticas corresponden a la decisión del Ejecutivo socialista de elevar un punto el tramo de la tarifa autonómica del IRPF que va desde los 70.000 y los 175.000 euros anuales y 1,5 puntos a los que sobrepasen esta cantidad.

"Más impuestos, más recargos, más tasas, menos inversión pública y menos actividad económica. ¿Hasta dónde y hasta cuándo?", se quejan amargamente los empresarios asturianos, que le han vuelto a pedir al presidente regional un pacto de concertación social para poder afrontar con mínima garantía los presupuestos del próximo año.

El jefe del Ejecutivo autonómico, presente en el simposio de los empresarios, se mostró conciliador, pero aunque dijo comprender la preocupación por lo menguado de la inversión "entiendo más a los que ven peligrar sus puestos de trabajo". Fernández puso sobre la mesa cifras relativas a la presión fiscal que soportan los dueños de los negocios en Asturias: el 29,06%, algo por encima de la media nacional, el 28,47%, pero "también por debajo sorprendentemente de algunas comunidades que se muestran contrarias a subir impuestos, como Madrid, Cantabria o Baleares".

Oferta para un pacto regional sobre el empleo

No obstante, ofreció a la patronal el acuerdo para poner en marcha un gran pacto regional por el empleo, además de una previsión de concertación social con empresarios y sindicatos, como pidieron reiteradamente todos los agentes sociales. Fernández afirmó que es partidario de "una patronal fuerte porque nos conviene a todos" y recordó a los asambleístas de Fade que "no apelo a su generosidad ni a sus sentimientos, sino a sus intereses, sus ventajas, e incluso su egoísmo, porque estoy seguro de que esos planteamientos les interesan independientemente de sus preocupaciones personales".  

El plan de ajuste presentado por el Gobierno regional no solo ha sido rechazado por los empresarios. También los sindicatos del área pública han unidos sus fuerzas para manifestar sus críticas tanto a las formas empleadas por Javier Fernández, dando a conocer sus líneas generales “ante los medios de comunicación y sin contar con los representantes de los empleados",  como a aquellas medidas que supongan la destrucción de empleo, "que irían en detrimento de la calidad del servicio público".

El plan de ajuste que presentó el Ejecutivo calcula que se perderán unos 1.000 puestos de trabajo entre jubilaciones y terminación de contratos temporales. También los empleados públicos se oponen radicalmente a cualquier decisión "que merme nuestros derechos", entre los que incluyen el aumento de jornada "de forma injustificada" o el intento de suprimir el complemento autonómico en los períodos de incapacidad temporal.