La semana negra de los senadores 'rebeldes' en las filas del PP

En un país en el que el ejercicio de la política no premia los comportamientos desleales o las divergencias de criterio –baste recordar aquella célebre frase de Alfonso Guerra de que quien se mueva no sale en la foto-, poco cabía esperar de todos aquellos senadores populares de las comarcas eminentemente mineras que amenazaron con apartarse de la ortodoxia oficial de su partido para apoyar la causa del carbón. Poco cabía esperar y el tiempo, una vez más, así lo ha demostrado. Porque solo uno de ellos, uno de los veteranos con trienios en la política a sus espaldas, el exalcalde de León Juan Morano, ha osado rebelarse hasta sus últimas consecuencias para apoyar lo que considera un asunto muy grave para su circunscripción. “No valoro ni entro a juzgar las actitudes y comportamientos de nadie y menos de ninguno de mis compañeros. Creo que tenía que votar a favor del Plan del Carbón y de la minería y punto”, explica a El Confidencial.

Este comportamiento puede acarrearle una sanción de su grupo parlamentario de hasta 2.000 euros. Sanción que él, por lo pronto, ya ha anunciado que ni acata ni acepta y que recurrirá. El inesperado insurrecto que le ha aparecido al PP en sus filas no es tan inesperado. Tiene 71 años y la veteranía suficiente como para estar por encima de lo que le puedan decir por haber apoyado a los mineros de su región. Mineros a quienes, por otro lado, viene respaldando desde hace más de 30 años de forma muy directa pues, no en balde, ha sido alcalde de León, una de los zonas más afectadas por estos recortes, durante más de tres lustros, entre 1979 y 1995. “Ya era alcalde cuando se desarrolló la primera marcha negra del carbón hace 20 años y participé y apoyé a la minería como lo sigo haciendo ahora”, explica a El Confidencial. “Creo que tienen razón, que se puede solucionar el problema y que no tendríamos por qué haber llegado hasta esta situación”.

Morano ha sido, en efecto, el único político del PP que ha roto la disciplina de voto dentro del grupo popular de la Cámara Alta, que atesora una abrumadora y aplastante mayoría en el hemiciclo con 138 escaños de los 208 electos el pasado mes de noviembre. Y es el único político con carné del PP porque los otros cinco senadores adscritos al PP que no votaron junto a sus compañeros corresponden a dos formaciones regionalistas con las que el partido acudió en coalición a las elecciones. En concreto, el PAR aragonés y sus tres senadores (María Jesús Burró, José María Fuster y Rosa Santos); y dos parlamentarios canarios de Centro Canario Nacionalista (Luz Marina Socas y María del Carmen Suárez) .

“No se trata de un gesto heroico, es absolutamente racional y coherente y acorde con el principio de libertad democrática y el principio constitucional de que los diputados no están sometidos a ningún mandato imperativo”, razona Morano para justificar su sentido del voto. Morano apoyó el bloque de 13 enmiendas a favor de la  minería presentadas por el grupo Mixto y la Entesa. Y lo hizo un día después de que, por error, hubiera apoyado otra enmienda al respecto en la que, por despiste, sí coincidió con el resto de su partido. “Esto no es un cuartel, sino un grupo político en el que uno puede no estar de acuerdo con determinados postulados y en el que uno no pierde la capacidad de pensar”, añade. “Puedes discrepar de una actitud del Gobierno sea del color que sea ese Gobierno. No busco ningún tipo de agradecimiento de nadie, solo quiero estar a gusto con mi conciencia. El hombre es libre y con arreglo a esto, decide”.

"Injusto, ilícito e ilegal"

Otros senadores populares de Aragón, León y Palencia amagaron también durante varios días con secundar su gesto, pero la lógica aplastante de la maquinaria del partido (con los probables 150 euros de sanción) les ha hecho a todos desistir en sus intenciones. Por más que este sea un tema muy vinculado a unos determinadas localidades que tiene especial encaje en una cámara como el Senado dedicada, principalmente, a debatir en función de esos intereses territoriales.  

Este es el caso, por ejemplo, de la parlamentaria por Teruel Carmen Azuara, natural de Alcorisa, una de las poblaciones turolenses con más mineros, que, finalmente, no rompió la disciplina de voto de su partido y no votó a favor de la enmienda del PSOE a los PGE. Estuvo presente en el pleno pero optó por no emitir su voto después de que su partido haya arreglado, a cambio, una entrevista entre el ministro de Industria, José Manuel Soria, y las empresas del sector para negociar las ayudas a la minería desde 2013. Según publicó ayer El Mundo, a la senadora se le vio el martes limpiarse las lágrimas en su escaño tras el desalojo de la tribuna de decenas de mujeres de su propio pueblo que habían acudido a Madrid para defender la causa de sus maridos.  Desde la tribuna reprochó a los socialistas, eso sí, que fueran ellos quienes firmaron el cierre de las minas para 2018.

Silvia Franco, de Carracedo (El Bierzo), que se estrena esta legislatura como senadora, y Luis Aznar, de León, también mantuvieron prietas las filas en torno a su partido pese a estar también en el centro de todas las miras. Los mineros de la región han empapelado varios municipios leoneses con sus caras como responsables últimos del oscuro futuro de la minería. Algo que les ha situado también frente a sus semana más negra políticamente hablando. Aznar, de hecho, criticó abiertamente el pasado miércoles la "demagogia" de los senadores del PSOE en esta cuestión. "Hay que tener una carga de desvergüenza, de falta de pudor para venir al Senado los enterradores del carbón a hacerse la foto delante de las señoras de los mineros y salir zumbando en cuanto se votaron las enmiendas al plan".

Según explican fuentes del PP, el grupo aplicará la sanción habitual a Morano y también a los otros cinco senadores adscritos también al PP. Habitualmente, este tipo de sanciones llevan aparejadas una multa de 150 euros. Una multa que, sin embargo, el ex alcalde de León no tiene tampoco intención de acatar. “Me parece absolutamente injusto, ilícito e ilegal. La Constitución, la norma marco, dice todo lo contrario, que cada senador tiene libertad de voto y no he hecho nada para que nadie me sancione”, explica. “Si esa sanción se llega a hacer efectiva, supongo que será recurrible y me gustaría saber qué dicen los tribunales de justicia”.