La revuelta minera llega a los senadores del PP

Si las amenazas de la dirección del partido no surten efecto, varios senadores del Partido Popular en territorios donde está asentada la minería del carbón tienen previsto hoy apoyar las enmiendas socialistas a los presupuestos para retirar el decreto del Gobierno que recorta hasta un 63% las ayuda a este sector.

Los únicos senadores que tenían claro que iban a pulsar el botón que les indicara la cúpula de la formación conservadora eran los de Asturias, mientras los aragoneses ya manifestaron públicamente su respaldo, siguiendo las instrucciones de sus electores. Existen dudas de si todos los miembros leoneses de la Cámara Alta secundarán esta ruptura de la disciplina de voto y se debaten entre su obediencia a lo que los órganos de partido les demandan y las exigencias de los ciudadanos, que ayer secundaron masivamente una huelga general convocada en todas las comarcas mineras y que, en algunos casos, llegó al cien por cien de la participación.

Esta incertidumbre tenía relación con la reacción de los cargos institucionales a las recomendaciones de sus dirigentes en los congresos territoriales celebrados el pasado fin de semana

Los dirigentes del PP en los territorios mineros mostraban su incomodidad con la situación después de que ayer comenzaran en el Senado los debates a las enmiendas parciales a los presupuestos que se votan hoy. Los socialistas presentan, entre otras, una propuesta para no hacer efectiva la disminución de las ayudas al carbón, auspiciada por el ministro de Industria, José Manuel Soria, lo que había originado una paralización indefinida de las explotaciones mineras desde hace 25 días y, ayer, una huelga de 24 horas en los territorios que viven directamente de la minería.

La presión ciudadana les exigía que, al menos, 'sus senadores', hicieran causa común con el PSOE y respaldaran la enmienda, pero la dirección del partido se mostró inflexible y anunció que quienes desobedezcan las directrices del grupo parlamentarios se verán sometidos a las sanciones correspondientes. Esta advertencia hizo dar marcha atrás a algunos, entre ellos a los senadores asturianos, pero, hasta el momento, no pudo con los aragoneses, leoneses y palentinos, que se mostraban ayer dispuestos a secundar las enmiendas.

Tanto en Aragón como en Castilla y León, los Gobiernos autonómicos, liderados por los conservadores (junto con el PAR en el primero de los casos), han asumido las reclamaciones del sector minero y en varias ocasiones Luisa Fernanda Rudi y Juan Vicente Herrera reclamaron a sus correligionarios del Gobierno que flexibilizaran su postura y negociaran de verdad con los agentes sociales, encontrándose con la obstinada negativa del Ministerio de Industria.

En Asturias, el PP se encuentra en la oposición, pero los sindicatos le reclamaban que se unieran a sus compañeros de otras comunidades para impulsar un frente común en defensa del carbón. A pesar de que inicialmente la líder del PP de Asturias, Mercedes Fernández, reclamó a su partido medidas distintas, en los últimos tiempo ha decidido mantenerse en la línea que manda la secretaría general, lo que ha conllevado los reproches de sindicatos y patronal de la minería y del resto de partidos políticos. La situación ha sido aprovechada por el partido de Francisco Álvarez-Cascos para reprochar a su antigua organización el giro de 180 grados en la política de defensa del carbón, en el contexto de la batalla que dan ambas organizaciones por el control del centro derecha asturiano.

Éxito de la jornada de paro

En contra de los senadores del PP más afectos a su Gobierno juega el éxito total de la jornada de paro en los territorios mineros. La ausencia de disturbios graves y la paralización casi completa de los servicios y el comercio en los lugares donde la huelga había sido convocada no pudieron ser imputables a los piquetes informativos que, en algunas zonas, ni siquiera llegaron a intervenir por el seguimiento de la huelga.

Uno de los responsables de Comisiones Obreras llegó a afirmar, irónicamente, "que los piquetes también se fueron a la huelga”. En Asturias solo se tiene constancia de un pequeño enfrentamiento con los trabajadores de un banco en La Felguera, que se saldó con el abandono de las oficina por los empleados entre abucheos, mientras que las grandes superficies que habían anunciado que no se sumarían la paro, amanecieron con sus puertas totalmente cerradas por decisión propia, aunque las presiones institucionales para que se sumasen fueron importantes. En la comunidad autónoma asturiana, el paro contó con 'la comprensión' del Gobierno socialista, algunos de cuyos miembros atacaron al Partido Popular por la decisión asumida por José Manuel Soria "en el peor de los momentos posibles".