El 15-M responde a Cifuentes: “Si pensar en este país es un delito, todos somos delincuentes”

Intencionadas y de mal gusto. Así han calificado los integrantes del 15-M las palabras de la delegada del Gobierno, que ayer aplaudió en público la “ejemplar” actuación policial de estos días e insinuó que detrás del Movimiento había un “soporte económico”. Los indignados, por su parte, tachan la actuación policial de ilegal: “El sábado impidieron que se celebraran varias asambleas de barrios y vulneraron nuestro derecho de reunión”, protestan. Los manifestantes, que ayer volvieron a la Puerta del Sol por tercer día consecutivo, recuerdan a Cristina Cifuentes que se sienten más vivos que nunca y que el 15 de mayo de 2013, “por mucho que le pese”, los volverá a ver de nuevo en las plazas.

“Si pensar en este país es un delito, todos somos delincuentes”. Con estas palabras justificaba Cristina la situación de opresión que siente por parte de la clase política, que intenta sofocar el espíritu 15-M y únicamente les interesa evitar a toda costa una acampada en las plazas. Esta profesora de Educación Secundaria forma parte de la asamblea del barrio de Hortaleza desde hace un año, cuando apareció el sentimiento indignado. “Lo que no me parece justo es que esta mañana se pidiera la documentación a todo aquel que iba a retirar su dinero de Bankia, una entidad recientemente intervenida por el Gobierno y, casualmente, líder en desahucios”, añade.

Cristina considera que tanto Cifuentes como los demás políticos se empeñan en dar una imagen distorsionada de lo que sucede alrededor del 15-M para intentar disuadir el poder de convocatoria que ha demostrado tener. “El movimiento no se murió y volvió a aparecer el sábado. Hemos trabajado sin descanso en los barrios, pero en silencio. Se han creado más de 50 asambleas territoriales que trabajan diariamente y se reúnen cada semana. Llevamos un año funcionando, y vamos a seguir mucho tiempo más porque el movimiento no está muerto, y hoy está mucho más organizado, cohesionado y extendido de lo que parece”, concluye. Además, critica la dureza con la que los policías han tratado a los manifestantes y cree que su manera de actuar es ilegal: “No llevan identificación, los hemos denunciado y aquí siguen, sin llevarla”.

Lázaro Solá, un jubilado de 70 años que trabaja en la Comisión de Mayores del 15-M, empaña las palabras de Cifuentes insistiendo en que no son un movimiento violento. “Lo hemos demostrado, y lo vamos a seguir demostrando. Los únicos que han ejercido la violencia han sido ellos, que a nosotros nos echaron de aquí de muy malas maneras”. Su único delito, asegura, fue recoger firmas para iniciar una iniciativa legislativa popular en contra del pensionazo.

La Constitución sí les deja manifestarse

Los indignados recuerdan a Cifuentes que tienen a la Constitución de su parte porque les reconoce el derecho de reunión y de manifestación. “La Puerta del Sol es un espacio público, y por eso también es nuestra”, dice Cristina. Lázaro propone a la delegada del Gobierno que utilice a los policías que ayer seguían custodiando la Puerta del Sol para intentar coger a los “chorizos que tienen nombres y apellidos. ¿No decían aquí ayer que ‘hay dinero para Rato’?", concluye. 

Carlos García, integrante del grupo de trabajo de Economía del 15-M, cree que las palabras de Cifuentes responden a un discurso político y electoralista. “Los ciudadanos pueden estar en la calle conversando, debatiendo. No estamos haciendo nada malo”, añade. Tampoco está de acuerdo en las maneras que se ha desalojado, durante las dos primeras noches, la Puerta del Sol. “No había ni 50 personas, no impedían el paso a nadie”. Ante las críticas que ayer suscitaron las palabras de Cifuentes, García le recuerda que posee un cargo público y se debe a la ciudadanía. “Ya está bien de que actúe por el interés electoralista de una minoría poderosa de este país”, concluye. Hoy, el Movimiento abandonará las plazas a las diez de la noche tras cuatro jornadas consecutivas de debates y reuniones para celebrar el primer aniversario de la indignación que recorrió las calles de las principales ciudades de España, por primera vez, hace hoy justo un año.