Amaiur pide que se constituya una Comisión de Víctimas en el Congreso

Amaiur reclamó ayer en el Congreso la constitución de una Comisión de Víctimas para abordar su reconocimiento y reparación, además de favorecer una “verdad completa” con la suma de verdades parciales. Lo hizo su portavoz Mikel Errekondo en la sesión de control al Gobierno, pero el presidente Mariano Rajoy ni siquiera aludió a su propuesta en su turno de respuesta.

El diputado abertzale le había recordado previamente que Euskadi vive "una situación histórica", "un escenario de esperanza e ilusión" que el Ejecutivo debe aprovechar con gestos hacia los presos de la banda (acercamientos, excarcelación de los gravemente políticos), y apostilló que el "conflicto político" es previo a la existencia de ETA.

Rajoy le respondió que el único conflicto es que la  banda terrorista no se ha disuelto, "y mi obligación es aplicar todas las medidas legales para que desaparezca”. A la petición de Errekondo para que acerque a los presos a cárceles próximas al País Vasco y la liberación de los enfermos, el presidente contestó que va a aplicar la ley para que los etarras “respondan individualmente ante la Justicia”. Una alusión implícita a la “vía Nanclares” (prisión en la que están agrupados los internos que han abandonado la banda) y explícita a la decisión del Gobierno de no aceptar medidas globales con los presos.

En definitiva, dos mensajes ya conocidos en un escenario en el que el PP no está dispuesto a hacer ninguna concesión pública a la izquierda abertzale. Las decisiones que el Gobierno pueda adoptar para favorecer la disolución de ETA se tomarán con el apoyo de todas las fuerzas políticas. Apoyo que ya le demostraron en la sesión del pasado martes al oponerse a la petición de Unión Progreso y Democracia (UPyD) para que ilegalice a las coaliciones Amaiur y Bildu.