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Los partidarios de Rubalcaba pedirán la cabeza de Griñán si ganan el congreso
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INSULTOS Y AMENAZAS MARCAN LA CRISIS DEL PARTIDO EN ANDALUCIA

Los partidarios de Rubalcaba pedirán la cabeza de Griñán si ganan el congreso

La crisis del PSOE se mantiene como una bomba a punto de estallar en Sevilla, el feudo por antonomasia del partido, tras el congreso provincial que

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Los partidarios de Rubalcaba pedirán la cabeza de Griñán si ganan el congreso

La crisis del PSOE se mantiene como una bomba a punto de estallar en Sevilla, el feudo por antonomasia del partido, tras el congreso provincial que ha elegido a los delegados al congreso federal y cuyos prolegómenos han estado plagados de insultos y amenazas. El enfrentamiento entre partidarios de Griñán-Chacón y seguidores de Rubalcaba, representados por el secretario provincial, José Antonio Viera, y que se consideran ya mayoritarios en Andalucía, se ha traducido en la presentación de una lista de compromiso forzada por la necesidad de no quebrar el partido antes de las elecciones autonómicas, pero que deja profundas heridas y al presidente andaluz en una situación de extrema debilidad. Tanto, que Griñán ni siquiera ha asistido a la elección de los delegados a los que tiene que encabezar, 55 en total, en una provincia que aporta un elevado porcentaje del total de la representación andaluza, 234 votos, en el cónclave federal.

El congreso federal del PSOE no será sólo una cita para dirimir quién dirige el partido, sino el comienzo de una larga noche de cuchillos largos en la que los partidarios de Pérez Rubalcaba, que se dan ya como mayoritarios en Andalucía, según el recuento de los congresos celebrados –sólo falta Málaga-, quieren cobrarse la cabeza de Griñán, si resultan ganadores en la cita de febrero. Rubalcaba ya ha dicho que contará con el presidente andaluz si consigue la secretaría general, tratando de calmarlo, pero sus huestes han marcado una hoja de ruta que pasa por forzar en un futuro congreso regional la salida de Griñán de la secretaría para ajustar el partido a la nueva realidad, convencidos de que si no lo consiguen serán ellos los que resulten aniquilados. El propio Griñán ya parecía temer esta posibilidad cuando advirtió de que estaría frente a quienes utilizaran a uno de los dos candidatos al congreso para hacer “movimientos orgánicos”

Más partidarios de Chacón que de Rubalcaba en Sevilla

La clave de esta ofensiva está en la agrupación del PSOE de Sevilla. Durante las últimas semanas se ha producido una batalla de fondo que ha obligado a Griñán a alinearse frente al secretario provincial, José Antonio Viera, bajando a la arena y mostrado así su debilidad, hasta el punto de que ni siquiera ha asistido al congreso en el que se ha elegido a los delegados que tiene que encabezar en el próximo federal, aduciendo problemas de agenda. Griñán ha tratado de imponer condiciones que garanticen una mayoría de delegados que conecten con la sensibilidad de Carme Chacón, ha forzado la situación amenazando con no encabezar la representación de Sevilla si no se conseguía una sola lista, y la presión que ha ejercido ha colocado al partido al borde del abismo, con el apoyo de Susana Díaz, su mano derecha, enfrentada radicalmente a Viera.

Durante intensas horas, de madrugada, retrasando el inicio del congreso y con un receso a media tarde, José Antonio Viera y Fernando Rodríguez Villalobos, secretario y presidente del partido en Sevilla, que son partidarios de Rubalcaba y Chacón, respectivamente, han negociado porcentajes de delegados seguidores de cada uno de los candidatos al congreso federal, con la espada de Damocles sobre la cabeza y el riesgo de que tuvieran que presentarse dos listas enfrentadas. Al final se ha llegado a un acuerdo de compromiso, con urgencia y por temor a que el partido estalle a las puertas de las elecciones andaluzas y en el que 30 delegados serían de Chacón y 25 para Rubalcaba.  

Catalanistas e “indecentes”

Sin embargo, una vez celebrados los comicios autonómicos, que en el sector crítico con Griñán consideran perdidos, empezará la verdadera batalla por el control del partido en la principal federación del PSOE. Y el movimiento de fondo ya está marcado por insultos y graves acusaciones. Así, tanto en Sevilla como en Cádiz, los partidarios de Rubalcaba han recriminado Griñán que apoye soterradamente a Chacón, a quien han acusado de ser “catalanista” y por tanto querer un PSOE preso de un nacionalismo que chocha con los intereses de Andalucía.

Como respuesta, Griñán ha llegado a calificar de “indecente” la actitud del presidente de la FAMP, Francisco Toscano, que criticó a Chacón por su inclinación nacionalista. Y los partidarios de Griñán y Chacón, por su parte, le han recordado a Viera su relación con el caso de los ERE, advirtiendo de que desde la Junta no se ha querido hacer sangre con los responsables del partido relacionados con el escándalo y se han limitado a cargar contra un director general.

Aunque el control que del aparato tienen los históricos del partido frente a Griñán ha inclinado la balanza hacia la candidatura de Rubalcaba, según el recuento que hace el equipo del ex ministro sobre los congresos provinciales celebrados, sería arriesgado dar a un ganador a priori habida cuenta de los movimientos que se pueden producir en un congreso federal. Hay bastiones como Jaén, con Gaspar Zarrías, que son absolutamente de Rubalcaba y otros como Cádiz, base del chavismo, donde tiene mayoría, o Huelva, que se salda con un empate. En todo caso, la división existente hace imposible que nadie, ni siquiera Griñán como secretario general, pueda negociar en nombre de la federación andaluza para un posible reparto de puestos en la futura ejecutiva federal. 

La crisis del PSOE se mantiene como una bomba a punto de estallar en Sevilla, el feudo por antonomasia del partido, tras el congreso provincial que ha elegido a los delegados al congreso federal y cuyos prolegómenos han estado plagados de insultos y amenazas. El enfrentamiento entre partidarios de Griñán-Chacón y seguidores de Rubalcaba, representados por el secretario provincial, José Antonio Viera, y que se consideran ya mayoritarios en Andalucía, se ha traducido en la presentación de una lista de compromiso forzada por la necesidad de no quebrar el partido antes de las elecciones autonómicas, pero que deja profundas heridas y al presidente andaluz en una situación de extrema debilidad. Tanto, que Griñán ni siquiera ha asistido a la elección de los delegados a los que tiene que encabezar, 55 en total, en una provincia que aporta un elevado porcentaje del total de la representación andaluza, 234 votos, en el cónclave federal.

José Antonio Griñán Alfredo Pérez Rubalcaba