El líder islamista de Marruecos "descubre" ahora que Rajoy es "simpático y amable"

El primer ministro de Marruecos, Abdelila Benkiran, ha "descubierto" ahora que Mariano Rajoy es "una persona simpática y amable". El líder del islamista Partido Justicia y Democracia (PJD), reciente vencedor en las urnas, se ha reunido hoy en Rabat con el presidente del Gobierno, que ha visitado el país vecino en su primer viaje oficial al extranjero, siguiendo la tradición que estableció en 1982 Felipe González. Benkiran se ha deshecho en elogios hacia su invitado, pero hace menos de dos meses pronosticó que las relaciones hispano-marroquíes "serán más difíciles con el señor Rajoy".

Durante un breve encuentro con los periodistas tras su encuentro con Rajoy, Benkiran ha tratado de soslayar el profundo recelo que la victoria electoral del PP ha despertado en Marruecos. El pasado 26 de noviembre, seis días después del triunfo de Rajoy, el líder islamista, cuya cohabitación con el aún todopoderoso rey Mohamed VI abre numerosas incógnitas, dejó claro que no se fía de su homólogo español: "Somos vecinos y no podemos cambiar la geografía. Pero puede que las relaciones sean más difíciles con el señor Rajoy".

Aquellas palabras de Benkiran, que ha aupado a los islamistas al Gobierno de Marruecos por primera vez desde la independencia del país hace 55 años, revelan la desconfianza que el PP provoca entre la clase política marroquí. Casi nadie ha olvidado aquí la afrenta que supuso el desalojo militar del islote de Perejil, ordenado en julio de 2002 por su predecesor, José María Aznar. O la defensa de un referéndum de autodeterminación para el Sáhara, que Rajoy incluyó en el programa electoral con el que ganó las pasadas elecciones. O su reciente visita, siendo aún líder de la oposición, a Melilla, que el PJD sigue considerando -al igual que Ceuta- "ciudad ocupada".

El punto de ebullición de esa antipatía mal disimulada se produjo hace poco más de un año, cuando cientos de miles de marroquíes se echaron a las calles de Casablanca, la primera ciudad del país, al grito de "¡Partido Popular, enemigo de Marruecos!" y enarbolando pancartas tan poco sutiles como "PP vete a la mierda" o "Rajoy cabrón". El detonante de ese malestar fue la condena por el PP del violento desmantelamiento de un campamento de protesta saharaui en El Aaiún protagonizado por las fuerzas de seguridad marroquíes.

El jefe del Ejecutivo español ha aterrizado a mediodía en el aeropuerto de Rabat a bordo de un avión Falcon del Ejército del Aire. Allí le esperaban el propio Benkiran y el embajador de España en Marruecos, Alberto Navarro. Rajoy se ha trasladado luego al palacio real de la capital, donde ha sido recibido por el rey Mohamed VI. Ambos han mantenido una conversación durante más de media hora en castellano, un gesto que ha sido muy bien acogido por la delegación española.

Tras su encuentro con Benkiran, Rajoy se ha esforzado, al igual que su anfitrión, en limar asperezas. "Es mucho más lo que nos une que lo que nos puede separar". "Soy uno de los muchos españoles", ha añadido, "convencidos de que la seguridad, la estabilidad y la prosperidad de Marruecos son en buena medida la seguridad, la estabilidad y la prosperidad de España".