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Aznar mete presión: “España no está para cien días de cortesía”
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EL FIASCO DE RUBALCABA REAFIRMA AL PP EN SU POSICIÓN

Aznar mete presión: “España no está para cien días de cortesía”

El candidato elegido por el PSOE como solución de urgencia ha pinchado en el debate (sobre todo en economía) y las celebraciones sobre el comunicado de

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Aznar mete presión: “España no está para cien días de cortesía”

El candidato elegido por el PSOE como solución de urgencia ha pinchado en el debate (sobre todo en economía) y las celebraciones sobre el comunicado de ETA ya no dan más de sí. De todo ello se deduce que los socialistas tendrán que plantearse algún giro o golpe de efecto en la campaña. Ese es el análisis que hacen en la dirección del PP después del encuentro televisivo entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Es por todo ello por lo que los populares se reafirman en el estilo de campaña, plana y en positivo, decidido desde el principio y que seguirán hasta el final. Además, Aznar se suma ahora al concierto para fustigar al líder del PSOE, -“convertido en sagaz o intrépido reportero-” y mete presión: “España no está para cien días de cortesía”.

En el PP se esperaban un adversario agresivo, pero no que se convirtiera en “entrevistador” del futuro presidente del Gobierno hasta el extremo de parecer ensayar para jefe de la oposición. “No se sabía si Rubalcaba era Iñaki Gabilondo metido en faena o si estaba en la primera sesión de control en el Congreso”, comentan en fuentes del Partido Popular sobre el desarrollo del debate.

Sobre las consecuencias que pueda tener el encuentro en el electorado, en los mismos medios se abonan a la teoría de que poco o nada. Rajoy se salió con la suya al eludir compromisos concretos y transmitir imagen de mesura y sentido común, que es su obsesión de campaña y de toda la legislatura desde que perdió las elecciones de 2008.

Por el contrario, opinan que la agresividad y la tensión con que Rubalcaba se manejó ante las cámaras de televisión pueden haber sido contraproducentes ante los indecisos que todavía dudan entre votar al PSOE o al PP. Otra cosa son los convencidos y la moral que les pueda haber dado un candidato que en imagen y maneras es lo contrario a Zapatero. Iban a inclinarse por los socialistas ocurriera lo que ocurriera.

El debate que no movió un voto

El candidato socialista se dirigió a sectores sociales muy concretos, más allá incluso de la médula de sus bases electorales más fieles y dispuestas por tradición de dos décadas a acoger el mensaje del miedo a “la derecha”. Rubalcaba salió en defensa de los intereses y principios del sindicalismo, de abortistas y del lobby gay, pero se olvidó esta vez del 15-M, e incluso de “la izquierda” en general.

La conclusión final que sacan en el PP es que el candidato socialista no logró ni un voto más y pudo haber deshecho alguna duda (en contra de sus intereses) entre algún sector del electorado por los postulados más demagógicos en política económica, como con la moratoria para controlar el déficit o los impuestos para crear puestos de trabajo.

Los más veteranos del Partido Popular recuerdan haber protagonizado una campaña parecida a la de Rubalcaba, la de 1989, cuando Manuel Fraga recurrió de urgencia al joven José María Aznar para concurrir a unos comicios que sabían perdidos y en los que sólo aspiraban a mantener los 109 diputados que ya tenían. El objetivo del hoy candidato socialista es no caer por debajo de los mínimos “históricos” del PSOE, los 125 escaños de 2000. La diferencia es que Aznar era hace 22 años un recién llegado, una apuesta de futuro, y Rubalcaba un recurso al pasado, al felipismo.

Aznar aterrizó ayer en la campaña electoral en apoyo de su partido y se esmeró en recalcar el fiasco del ex ministro socialista, un dirigente político de su época, e incluso de antes. “Nunca había visto que un candidato renuncie y dimita públicamente ante la televisión de su condición de candidato para convertirse en intrépido reportero que pregunta y hace una entrevista al que considera va a ser el próximo presidente del Gobierno”, dijo en León para abrir boca.

“Tenemos que tomar decisiones nada más llegar”

Aznar incidió en el drama que se le presenta a Rubalcaba si las urnas confirman los resultados que le anuncian las encuestas: “El día 21 no puede dimitir de nada porque no es más que candidato y la ocurrencia que han tenido sus asesores o él mismo ha sido dimitir antes de lo único que es: candidato”.

El ex jefe del Ejecutivo se mostró especialmente crítico con la propuesta del dirigente socialista de pedir una moratoria de dos años a la Unión Europa para cumplir con el objetivo de reducción del déficit, cuando “España no tiene tiempo para cien días de cortesía, para luna de miel; tenemos que tomar decisiones nada más llegar porque el mundo entero, Europa por supuesto, están pendientes de las decisiones que tomemos”.

El candidato elegido por el PSOE como solución de urgencia ha pinchado en el debate (sobre todo en economía) y las celebraciones sobre el comunicado de ETA ya no dan más de sí. De todo ello se deduce que los socialistas tendrán que plantearse algún giro o golpe de efecto en la campaña. Ese es el análisis que hacen en la dirección del PP después del encuentro televisivo entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba.

José María Aznar Botella