¿Un político, un sueldo? El Congreso seguirá lleno de diputados pluriempleados

Para la mayoría de diputados y dirigentes políticos, un solo cargo no resulta suficiente, por lo que suelen conjugarlo con actividades privadas, así como con otros puestos en su partido o en la Administración. Alfredo Pérez Rubalcaba, consciente del malestar ciudadano por los excesos de la clase política, lanzó el sábado una propuesta para establecer por ley el principio de “un político, un sueldo”, y recogió el guante de Mariano Rajoy para recortar el número de diputados, senadores y concejales.

Sin embargo, tanto el Congreso como el Senado volverán a llenarse de políticos pluriempleados después de las elecciones del 20 de noviembre. Los ejemplos abundan tanto en el PSOE como en el PP, aunque los socialistas han hecho un esfuerzo por sacar a los alcaldes de sus listas a la Cámara Baja, algo que no sucede en el caso de los populares. Rubalcaba aseguró que ser diputado es la función más importante que se puede ejercer en política, y para la cual “faltan horas”, incluso dedicándole los “365 días del año”. No obstante, esta tesis no se aplica para los senadores con el argumento de que la Cámara Alta es también de representación territorial.

Así, entre las candidaturas del PSOE al Congreso no hay alcaldes, pero sí concejales y altos cargos de la Administración. Por su parte, Rajoy está dispuesto a admitir a una decena de alcaldes y portavoces municipales en sus listas, así como a  presidentes de diputación, aunque habrá que esperar al 20-N para comprobar si renuncian a algunos de sus puestos. Por ejemplo, se da por hecho que estarán en las listas el veterano Arturo García Tizón, presidente de la Diputación de Toledo; o los alcaldes de Guadalajara, Antonio Román; de Ciudad Real, Rosa Romero; o de Cádiz, Teófila Martínez.

Asimismo, el Senado albergará a alcaldes socialistas como Juan Alberto Belloch, primer edil de Zaragoza, que se unirá al de Toledo, Emiliano García-Page, de designación autonómica. También tienen escaño figuras como Tomás Gómez, que suma esta tarea a las de diputado autonómico, líder del PSM y profesor universitario, aunque asegura haber renunciado a sus salarios de senador y de secretario general del partido.

En la Cámara Alta también coinciden Marcelino Iglesias, secretario de organización del PSOE y ex presidente de Aragón, y diversos dirigentes autonómicos de ambos partidos: Óscar López, portavoz parlamentario y líder de los socialistas de Castilla y León; Alicia Sánchez Camacho, diputada autonómica y presidenta del PP de Cataluña; o Javier Arenas, que es a la vez senador, diputado andaluz, líder popular en esa comunidad y vicesecretario del PP nacional.

Manga ancha para las compatibilidades

Un caso paradigmático y utilizado electoralmente ha sido el de María Dolores de Cospedal. Ahora combina la Secretaría General en Génova con la Presidencia de Castilla-La Mancha y el parlamento regional, pero la polémica saltó durante la campaña de las autonómicas, cuando los socialistas denunciaron que cobraba más de 200.000 euros por sus múltiples responsabilidades.

Pero al margen de la acumulación de cargos públicos y de partido, la mayoría de parlamentarios continúa con sus actividades profesionales al mismo tiempo que ocupa su escaño. En esta legislatura, solo 33 de 350 diputados tuvieron dedicación exclusiva. Hasta ahora, la Comisión del Estatuto de los Diputados ha tenido manga ancha con las actividades extraparlamentarias, aunque en los últimos meses partidos como PSOE, IU o UPyD han coincidido en la necesidad de endurecer las compatibilidades. José Bono hizo suya esta idea y pactó con Javier Rojo, su homólogo en el Senado, que las cámaras sean más rigurosas a la hora de conceder autorizaciones, aunque la propuesta se quedó en una mera recomendación. El pluriempleo seguirá a la orden del día.