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Camps telefoneó ocho veces al sastre de Milano mientras declaraba ante Garzón
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Camps telefoneó ocho veces al sastre de Milano mientras declaraba ante Garzón

Francisco Camps telefoneó hasta ocho veces a su sastre habitual en Madrid, que trabajó para la firma Milano, mientras éste prestaba declaración ante el juez Baltasar Garzón para aclarar

Foto: Camps telefoneó ocho veces al sastre de Milano mientras declaraba ante Garzón
Camps telefoneó ocho veces al sastre de Milano mientras declaraba ante Garzón

Francisco Camps telefoneó hasta ocho veces a su sastre habitual en Madrid, que trabajó para la firma Milano, mientras éste prestaba declaración ante el juez Baltasar Garzón para aclarar la presunta vinculación del presidente de la Generalitat valenciana con la trama de corrupción que dirigía Francisco Correa. En una de las grabaciones que figuran en el sumario judicial, la empresaria Isabel Jordán -detenida el pasado día 6 y puesta en libertad, aunque imputada- asegura que abonó "una factura de 30.000 euros de una tienda que se llama Milano para pagarle los trajes al presidente Camps".

Fuentes conocedoras del sumario han asegurado a El Confidencial que J. T., empleado de la tienda de moda Milano en la calle Serrano de Madrid y más tarde de la franquicia de ropa de lujo Forever Young, fue llamado a declarar en dos ocasiones por Garzón. En su segunda comparecencia ante el juez, el sastre -que había sido recomendado a Camps por Álvaro Pérez, El Bigotes, uno de los imputados en la trama- recibió ocho llamadas en su móvil, todas ellas del presidente de la Generalitat. El sastre tenía el teléfono intervenido por orden judicial.

Una portavoz oficial de Camps aseguró anoche a El Confidencial: "No me parece que llamar por teléfono a un sastre sea un delito". Pero cuando este periódico le comentó que, cuando menos, llama poderosamente la atención que el presidente de la Generalitat telefonease hasta ocho veces a J. T. justo el día en el que éste prestaba declaración ante Garzón, la portavoz añadió: "No tenemos nada más que decir".

La Fiscalía Anticorrupción entregó el pasado día 18 un informe a Garzón en el que pide al juez que se inhiba en favor del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, dado que Camps es aforado por su condición de presidente autonómico. En ese informe se detalla cómo Orange Market, la empresa dirigida por El Bigotes que ha organizado todos los eventos del PP valenciano en los últimos años -incluida la campaña electoral de Camps en 2007 y el más reciente Congreso regional del partido-, pagó supuestos sobornos a cambio de jugosos contratos del Ejecutivo autonómico.

El poderoso barón territorial del PP conoció a J. T. cuando éste trabajaba en una de las tiendas de Milano en Madrid. El Bigotes era cliente suyo desde hacía 15 años, y no dudó en recomendar sus servicios a Camps. Cuando el sastre abandonó Milano y fue contratado por Forever Young, el presidente de la Generalitat siguió comprándole a él sus trajes. El Ejecutivo valenciano ha admitido que Camps encargó cuatro trajes en el establecimiento Milano de la madrileña calle Serrano, pero que los devolvió sin pagarlos porque no quedó satisfecho con los arreglos.

Valiosa información

Tras prestar declaración por primera vez ante Garzón, el sastre alertó desde su móvil a algunos de los imputados e implicados en la trama -que también tenían sus teléfonos intervenidos- de las preguntas que le había formulado el juez. Esas llamadas proporcionaron a los investigadores "valiosa información" sobre la supuesta trama de corrupción, según las fuentes consultadas por este periódico.

El sastre fue llamado días después a declarar por segunda vez. Fue entonces cuando la policía judicial comprobó que, mientras J. T. se encontraba en presencia de Garzón, el presidente de la Generalitat le telefoneó en ocho ocasiones. Camps no obtuvo respuesta, ya que su interlocutor tenía en ese momento el móvil apagado. Pero todas las llamadas quedaron registradas.

La implicación del presidente de la Comunidad Valenciana en la operación 'Gürtel' se precipitó por la grabación en la que Isabel Jordán, administradora de Easy Concept, una de las empresas de Correa, se refiere a la factura en trajes para el líder valenciano. "Incluso he pagado una factura de 30.000 euros de una tienda que se llama Milano para pagarle los trajes al presidente Camps. Tengo yo la factura, yo lo he pagado", dice la transcripción de las palabras de Jordán que trascendió a los medios de comunicación. Pese a estas evidencias, Jordán se desdijo posteriormente y negó, en declaraciones a El Mundo y tras comparecer ante Garzón el pasado día 12, que hubiera pagado los 30.000 euros a la tienda Milano.  

 

No obstante, fuentes cercanas a la empresaria y a la investigación judicial consultadas por El Confidencial otorgan credibilidad a las palabras de Jordán registradas en las cintas. "Es probable que ella hablara de forma sincera, de corazón, porque en ese momento se encontraba muy presionada por las circunstancias", afirmaron estas fuentes, que advirtieron que, pese a las filtraciones, queda por conocerse la mayor parte del contenido de las grabaciones y del sumario. Un material que, según explicaron, mostrará "la gran cantidad de corrupción acumulada en el entorno del PP".

 

Además, las conversaciones grabadas a la colaboradora de Correa no sólo conllevaron la implicación de Camps, sino que golpearon a Benjamín Martín Vasco, diputado del PP en la Asamblea de Madrid y primer presidente de la Comisión de Investigación creada para esclarecer la trama de espionaje que sacude a la Comunidad de Madrid. Martín dimitió para poder ejercer su defensa y emprender acciones legales contra Jordán, quien le acusa en las grabaciones de recibir más de dos millones de euros a cambio de su silencio en el sumario que instruye Garzón

Francisco Camps telefoneó hasta ocho veces a su sastre habitual en Madrid, que trabajó para la firma Milano, mientras éste prestaba declaración ante el juez Baltasar Garzón para aclarar la presunta vinculación del presidente de la Generalitat valenciana con la trama de corrupción que dirigía Francisco Correa. En una de las grabaciones que figuran en el sumario judicial, la empresaria Isabel Jordán -detenida el pasado día 6 y puesta en libertad, aunque imputada- asegura que abonó "una factura de 30.000 euros de una tienda que se llama Milano para pagarle los trajes al presidente Camps".