Moncloa contrata a las agencias de cabecera del PSOE para la web publicitaria del Plan E

La nueva página web del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Plan E, que difunde las medidas económicas tomadas por el Ejecutivo para paliar la crisis, fue encargada a las dos agencias de cabecera del PSOE: el Grupo Lavinia y Señora Rushmore. Ambas empresas han desarrollado diversos proyectos y webs para los socialistas, por lo que Moncloa se decidió por ellas para llevar a cabo esta campaña.

Señora Rushmore, que en esta ocasión se ha encargado de construir la imagen de marca del Plan E, fue la responsable de la campaña electoral del PSOE para las Generales de 2008. Por su parte, el Grupo Lavinia, que ha desarrollado los contenidos de la nueva web gubernamental,  se encarga del portal en internet del PSOE, y elaboró para los socialistas su estrategia electoral en la red, incluyendo la web La Mirada Positiva, dedicada a Zapatero.

El Plan E es una de las campañas de comunicación más llamativas del Gobierno para hacer frente a los efectos políticos de la crisis económica, e internet fue el medio finalmente elegido gracias a la intervención de uno de los directivos de Lavinia, Juan Zafra. Este periodista, que ahora figura como director adjunto para el desarrollo de negocio en Madrid, fue el director de comunicación de Red.es, entidad del Ministerio de Industria encargada de impulsar el desarrollo de la sociedad de la información en España

Zafra también demostró su interés por las nuevas tecnologías y su potencial persuasivo como impulsor del Grupo de Apoyo a Zapatero (GAZ), una plataforma de internautas que trató de movilizar en 2008 el voto a favor del PSOE. La iniciativa pretendía también contrarrestar el rechazo al presidente del Gobierno que se extendió por la Red con motivo de la implantación del canon digital.

Fuentes del Grupo Lavinia confirmaron a este diario su participación en la web del Plan E, pero declinaron ofrecer ningún detalle sobre las características del contrato con el Gobierno o sobre el coste de la campaña, remitiéndose en todo momento a la Moncloa. No obstante, desde presidencia del Gobierno tampoco se aclararon las particularidades de la contratación de estos servicios de comunicación.  

Ley de publicidad y comunicación institucional

La página del Plan E, que ha disfrutado de una gran cobertura por parte de los medios de comunicación, contiene un resumen de las políticas económicas del Gobierno, así como anuncios publicitarios sobre la bondad de las medidas adoptadas, incluidas aquellas que todavía no se han puesto en marcha con efectividad, como la moratoria para el pago de hipotecas.

La portada de la web está protagonizada por un video de presentación de Zapatero, y los contenidos se organizan en torno a cinco ejes de actuación: familia, empresas, empleo, financiero y modernización de la economía. Los tres primeros apartados cuentan con sendos videos publicitarios que, según se advierte en la web, constituyen “casos simulados” de los servicios a los que podrán acceder los ciudadanos. En el primero, un hombre de mediana edad opta por aplazar su hipoteca; en el segundo, una emprendedora que posee un restaurante disfruta de una línea de liquidez del ICO; y en el tercero, otro hombre, junto con sus dos hijos, explica que lleva seis meses en el paro y espera que las inversiones prometidas por Zapatero a los ayuntamientos le permitan volver a trabajar.

Este tipo de estrategias de comunicación están regulada por una ley que impulsó el propio Zapatero, y que prohíbe las campañas “que tengan con finalidad destacar los logros de gestión o los objetivos alcanzados” por las administraciones. De hecho, la norma tiene como “objetivos prioritarios” la “utilidad pública, la profesionalización, la transparencia y la lealtad institucional en el desarrollo de las campañas”.

Así, el Ejecutivo socialista pretendía marcar distancias con el uso de la publicidad por parte del Gobierno de José María Aznar, que el PSOE llegó a calificar de “desprecio absoluto hacia los más elementales principios éticos que deben presidir la gestión pública”. Sin embargo, a pesar de las leyes y los cambios de gobierno, el matiz entre información y propaganda continúa siendo de difícil delimitación.