Es noticia
Las voces críticas se multiplican en el PP ante el mutismo de Rajoy
  1. España

Las voces críticas se multiplican en el PP ante el mutismo de Rajoy

 Zaplana y Acebes han sido la imagen del PP en la oposición. (Efe)Todavía son pocas y apenas elevan el tono, pero la corriente de voces críticas

Todavía son pocas y apenas elevan el tono, pero la corriente de voces críticas que reclaman cambios en el Partido Popular ya es una realidad; y también una sorpresa en una formación política que se ha caracterizado por la disciplina y el hermetismo. Sin embargo, la mayoría de los populares díscolos han evitado que sus ideas trasciendan a la opinión pública, ya que en el partido todo el mundo está pendiente de las decisiones que anuncie Mariano Rajoy el lunes, durante la Junta Directiva Nacional, y nadie quiere perder su sitio de antemano.

Pese a todo, algunas figuras como los diputados Jorge Moragas, Alfonso Alonso y Montserrat Negreras, o el presidente del PP en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se han atrevido a manifestar que el partido necesita cambios. Moragas lo hizo a través de su blog, en el que aludía a un "cambio de registro", y a que "entender que la imagen y la actitud no son un simulacro de la verdad, sino un vehículo para multiplicar el mensaje". Núñez Feijóo, en declaraciones a RNE, reconoció que existía un "problema de comunicación", mientras que Alonso señaló en Radio Euskadi que el PP debería "modular" su discurso para acercarse a los ciudadanos con sensibilidad nacionalista. Incluso Eduardo Zaplana ha subrayado en los últimos días en la importancia de la renovación, aunque, eso sí, sin forzar la "catarsis".

Lo cierto es que entre los diputados jóvenes del PP, que rondan los cuarenta años y que, pese a su experiencia, no se han desgastado en la primera fila de los gobiernos de Aznar, es donde ha arraigado con más fuerza la necesidad de cambio. Así, fuentes populares explicaron que, en realidad, no es tan importante quién sea elegido como nuevo portavoz en el Congreso, sino quién va a controlar el partido desde la secretaría general. Para los que abogan por la renovación, la permanencia de Ángel Acebes en el cargo significa un obstáculo para la modernización del partido que, creen, lleva ya una década de retraso.

Estas fuentes señalaron que el PP era a mitad de los años 90 una de las formaciones políticas más modernas del mundo, pero que, desde entonces, la negativa a experimentar cambios en su funcionamiento le ha llevado a la oxidación de sus estructuras y al deterioro de su imagen pública. Por ello, los críticos desean que el Congreso de junio sea una oportunidad para abrir el debate, acercar el partido a los ciudadanos, y lograr un cambio de imagen.

Adaptación a la nueva realidad social

Rajoy ha podido escuchar en los últimos días las ideas de estos renovadores, aunque su respuesta ha sido, como ya es habitual en él, el silencio. Las principales reivindicaciones que se están planteando para que el PP comience a parecerse de nuevo a un partido ganador pasan por mejorar la comunicación, tanto la interna, como la externa. El ejemplo podría ser el Partido Conservador británico, que con el liderazgo del joven David Cameron está llevando a cabo una remodelación que le ha puesto en condiciones de vencer a los laboristas.

Se trataría de adoptar una nueva forma de comunicar, de relacionarse con los medios de comunicación, así como de utilizar el marketing y el diseño; pero también de elegir a los cargos del partido según su idoneidad y de relevarlos de acuerdo con las necesidades del momento, como puede hacer José Luis Rodríguez Zapatero con sus ministros. Además, los críticos abogan por facilitar el diálogo con la dirección, especialmente con el presidente del partido, y relajar el control sobre las manifestaciones públicas.

Por otra parte, y según estas fuentes, para su adaptación a la realidad española, los nuevos dirigentes del PP deberían recuperar el terreno perdido en el campo de la cultura, que aparece acaparado por el PSOE, y dedicar esfuerzos a asuntos como el medio ambiente y el cambio climático. Unos cambios que, si no surge una sólida lista alternativa para junio, deberá llevar a cabo Rajoy. Y, como reconocen algunos populares, si finalmente se congela la renovación, al PP siempre le quedará la disciplina interna.

Todavía son pocas y apenas elevan el tono, pero la corriente de voces críticas que reclaman cambios en el Partido Popular ya es una realidad; y también una sorpresa en una formación política que se ha caracterizado por la disciplina y el hermetismo. Sin embargo, la mayoría de los populares díscolos han evitado que sus ideas trasciendan a la opinión pública, ya que en el partido todo el mundo está pendiente de las decisiones que anuncie Mariano Rajoy el lunes, durante la Junta Directiva Nacional, y nadie quiere perder su sitio de antemano.