Rajoy opta por María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha tras rechazar a Ballesteros y Echániz

Se cumplieron los pronósticos y, tal y como publicaba este diario el pasado lunes –ver edición-, ha habido sorpresa en la elección del candidato del PP para la Presidencia de Castilla-La Mancha: María Dolores de Cospedal, consejera de Obras Públicas de la Comunidad de Madrid y natural de Albacete. Ni Ballesteros, ni Echániz, ni Pedro Barato –este último porque no quiso- entraron en la quiniela de Rajoy, que buscaba un nombre que fuera capaz de levantar la moral de las desanimadas huestes del PP.

El pasado lunes, el presidente de Asaja, Pedro Barato, cruzaba a las nueve de la mañana la puerta de Génova 13, sede del PP, para tratar con Rajoy el nombre del posible candidato. Barato y el líder del PP han estrechado su relación en este tiempo, a pesar de la negativa del dirigente agrícola de encabezar la candidatura del PP, y el político ha tenido muy en cuenta su opinión. La idea era buscar alguien que no tuviera nada que ver con las peleas intestinas en el PP de Castilla-La Mancha y que pudiera ganar.

En efecto, y a pesar del desplante de José Manuel Molina, quien hace año y medio fue señalado como candidato por Rajoy, los sondeos siguen ofreciendo la posibilidad de ganar las elecciones. Y Rajoy quería que fuera una mujer. Es más, tanto si gana –sobre todo si gana- como si pierde, Cospedal va a ser la nueva líder del PP castellano-manchego con todas las consecuencias.

Es más, fuentes de este partido no descartan que antes de las elecciones se convoque un Congreso Extraordinario para elegir a la candidata también como presidenta del Partido, o que lo haga la Junta Directiva Nacional del PP, dejando a Molina fuera de cualquier esfera de poder en el partido en la región. Rajoy le va a hacer pagar a Molina su desplante, en especial tras saber que fue producto de un pacto con el socialista Barreda para repartirse escenarios de poder en la región.

Esa es la razón, también, por la que el líder de los ‘populares’ nunca quiso respaldar la candidatura de Alejandro Ballesteros, hombre de confianza de Molina en la región y estrechamente ligado a él, y que ha utilizado a las estructuras del partido en Castilla-La Mancha, con el apoyo de algún que otro medio digital en Madrid, para forzar a la Dirección del PP a que le nominara como candidato. Rajoy “no se deja presionar”, dicen fuentes del PP que afirman que “María Dolores va a ser un revulsivo en la región”.