Repsol recupera el 10% alquilado de Gas Natural tras cancelar un crédito de 1.000 millones

Repsol ha hecho una exhibición de músculo financiero al cancelar un préstamo de 1.000 millones de euros que solicitó el pasado año cuando la expropiación de YPF y la amenaza de una brusca rebaja de su calificación financiera pusieron en riesgo su solvencia. La cancelación de ese crédito ha permitido a la empresa dirigida por Antonio Brufau recuperar la titularidad del 10% de Gas Natural, participación que utilizó como garantía para la obtención de la línea de financiación.

Fuentes bancarias han confirmado que Repsol ha pagado a Société Générale, Barclays y BBVA los 1.000 millones que le prestaron en un momento muy delicado para el grupo petroquímico, presionado por Standard & Poor's y Moody's tras el robo sufrido en Argentina. Parte de la cancelación se hizo en abril, después de que la compañía emitiese con éxito un bono de 1.200 millones a siete años, y el resto se hizo el pasado 30 de junio, fecha del vencimiento.

La devolución de este préstamo tiene dos derivadas muy importantes. Por una parte, refleja la mejora significativa de la salud financiera de Repsol, gracias en gran parte a la venta del negocio de gas natural licuado a Shell y el traspaso del 5% de autocartera adquirido a Sacyr. Por otra, permite a la sociedad liberar la garantía del crédito y volver a tener bajo control directo toda su participación del 30% en Gas Natural.

Hasta el pasado 30 de junio, un tercio de ese paquete estaba pignorado a favor de Société Générale, Barclays y BBVA, si bien Repsol mantenía los derechos económicos –los dividendos- y los políticos sobre esas acciones. Ahora, además, vuelve a ser dueño nominal de los títulos, lo que le permite disponer totalmente de esa participación para una eventual venta si lo considerase oportuno.

Momento oportuno

La liberación de estas acciones se produce en un momento relevante, ya que Repsol está analizando qué hacer con su 30% de Gas Natural. Aunque oficialmente este paquete no está en venta, la compañía no descarta desprenderse de este patrimonio si recibe alguna oferta interesante o si tiene que financiar una inversión que surja en su división de upstream. 

La ruptura de la alianza estratégica con Gas Natural, tras la venta del GNL, puede acelerar la desinversión. En este sentido, tanto Lazard como Deutsche Bank han mantenido contactos con potenciales compradores para tantear el interés de entrar en el capital de la empresa gasista.  

Los doce meses que han trascurrido desde que Repsol pidió el crédito hasta que lo ha cancelado le han sentado muy bien a Gas Natural, que ha pasado de cotizar a 9,5 euros a los cerca de 15,5 a los que se cambiaba antes del tarifazo del pasado viernes. Una revalorización muy importante para la petrolera, que tenía contabilizado en 12 euros el valor en libros de las acciones. Es decir, hace un año tenía minusvalías latentes. Hoy, el 10% que alquiló para obtener los 1.000 millones del préstamo tiene un valor de mercado de 1.450 millones.

A 31 de marzo, la deuda financiera neta del Repsol excluyendo Gas Natural Fenosa se situó en 3.867 millones, lo que supone una reducción de 565 millones respecto de la registrada al cierre de 2012. La multinacional tiene una liquidez de 8.900 millones de euros, lo que le permite cubrir 2,4 veces sus vencimientos de deuda a corto plazo. El ratio de deuda neta sobre capital empleado es del 10,7%, según informe de los resultados del primer trimestre.

El importe de la deuda ha variado en junio tras el canje de los 3.000 millones de participaciones preferentes, operación que se ha financiado a partes casi iguales con tesorería y con la emisión de obligaciones a diez años al 3,5%.