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BBVA y Santander se negaron a quedarse con Bankia incluso con fuertes ayudas del Estado
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ECONOMÍA INTENTÓ COLOCÁRSELA ANTES DE LA NACIONALIZACIÓN

BBVA y Santander se negaron a quedarse con Bankia incluso con fuertes ayudas del Estado

El Ministerio de Economía intentó evitar la nacionalización de BFA-Bankia ofreciéndosela a los dos grandes bancos españoles, BBVA y Santander, pero ambos se negaron a quedársela

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BBVA y Santander se negaron a quedarse con Bankia incluso con fuertes ayudas del Estado

El Ministerio de Economía intentó evitar la nacionalización de BFA-Bankia ofreciéndosela a los dos grandes bancos españoles, BBVA y Santander, pero ambos se negaron a quedársela por muchas garantías contra pérdidas que aportase el Estado. Así lo aseguran altos directivos de los bancos implicados, que añaden que han respirado aliviados por la solución adoptada finalmente, ya que se "libraban" de tener que absorberla para contribuir a la salvación del sistema financiero español.

Ante la insostenible situación del grupo que presidía hasta el lunes Rodrigo Rato, agravada por el ataque de los mercados contra la banca española y las advertencias del FMI sobre la necesidad de reforzarla de forma inminente, el departamento de Luis de Guindos trató de buscar una solución similar a la que ya se buscó a finales del año pasado: su absorción por una entidad más grande. Entonces fue La Caixa, pero la operación se vino abajo por las reticencias políticas tanto en Cataluña como, sobre todo en Madrid. Descartada esta opción, las únicas posibilidades eran BBVA y Santander.

Una operación así habría exigido una fuerte inyección de recursos por parte del Estado (el Fondo de Garantía de Depósitos no tendría capacidad para asumirla), una parte en forma de capital y la principal como esquema de protección de activos (EPA), es decir, garantías contra las pérdidas no provisionadas de la cartera inmobiliaria de la entidad. Y esta vez el Gobierno estaba dispuesto a asumirla con tal de evitar la caída del gigante y los efectos potencialmente desastrosos sobre el conjunto del sistema.

Pero las fuentes consultadas aseguran que tanto Emilio Botín como Francisco González se negaron en redondo a aceptar las pretensiones gubernamentales, por mucha aportación que hiciera el Estado. Algo parecido a lo que ocurrió en la subasta de la CAM, cuando los dos (y La Caixa) rehusaron a presentar una oferta al precio que fuera, lo que dejó sólo al Sabadell, que se llevó finalmente el gato al agua.

Respiro de alivio

Aun así, tanto en Boadilla como en Azca quedó la inquietud de que, si no se veía otra salida, tuvieran que acabar absorbiéndola, bien uno de ellos de golpe, bien dividida en dos. Por eso, la solución finalmente adoptada ha supuesto un gran alivio al descartar esta eventualidad. Botín, FG y Fainé estuvieron presentes en la reunión del viernes pasado en la que De Guindos comunicó a Rato la necesidad de que abandonara el cargo, como revela este martes El Confidencial.

Además, la nacionalización es la solución por la que ha abogado el sector en las últimas semanas: "La mejor solución para Bankia es que la recapitalice el Estado, reduzca su capacidad un 30%-40% y siga en solitario con esta fórmula los años necesarios hasta que se pueda vender", señalaba recientemente el presidente de otra entidad.

Las fuentes consultadas dan por hecho que, sea cual sea la fórmula elegida para la inyección de dinero público (convertibles contingentes, acciones, conversión del FROB 1 en capital), el Estado tomará el control de la entidad y lo mantendrá hasta que pueda venderlo dentro de unos años. Asimismo, se congratulan por la elección de José Ignacio Goirigolzarri para pilotar su saneamiento, ya que lo consideran uno de los mejores profesionales del país.

El Ministerio de Economía intentó evitar la nacionalización de BFA-Bankia ofreciéndosela a los dos grandes bancos españoles, BBVA y Santander, pero ambos se negaron a quedársela por muchas garantías contra pérdidas que aportase el Estado. Así lo aseguran altos directivos de los bancos implicados, que añaden que han respirado aliviados por la solución adoptada finalmente, ya que se "libraban" de tener que absorberla para contribuir a la salvación del sistema financiero español.