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Sacyr paga 125 millones a la banca y pone en cuarentena el dividendo
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LA CONSTRUCTORA ESTUDIA SUSPENDER DE NUEVO LA RETRIBUCIÓN AL ACCIONISTA

Sacyr paga 125 millones a la banca y pone en cuarentena el dividendo

La venta forzosa del 10% de Repsol el pasado 20 de diciembre sigue pasando factura a Sacyr Vallehermoso. La constructora ha tenido que pagar unos 125

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Sacyr paga 125 millones a la banca y pone en cuarentena el dividendo

La venta forzosa del 10% de Repsol el pasado 20 de diciembre sigue pasando factura a Sacyr Vallehermoso. La constructora ha tenido que pagar unos 125 millones de euros a tres bancos que se negaron a firmar la refinanciación. Ese desembolso hace peligrar la distribución del dividendo, atención al accionista que se recuperó en 2011 tras dos ejercicios en blanco.

Fuentes oficiales de Sacyr Vallehermoso han confirmado que Banco Comercial Portugués (BCP) y otras dos entidades –uno italiano y otro alemán cuyos nombres no han sido desvelados- no llegaron a firmar el aplazamiento del pago de los 2.500 millones que la compañía aún adeuda por su inversión en Repsol.

La mayoría de 38 acreedores accedieron a prolongar otros tres años la fecha de expiración de la mitad –la otra fue pagada con la desinversión del 10%- de los 5.000 millones que Sacyr pidió en 2006 para intentar tomar el control de la petrolera. Pero BCP, en situación de bono basura y con graves problemas de solvencia, exigió el pago de la totalidad de su parte del crédito. En concreto, el banco luso le había prestado 250 millones, que ya ha cobrado: el 50% tras la venta de la participación en Repsol y el resto por el abono en metálico que le ha realizado ahora Sacyr.

En total, la constructora presidida por Manuel Manrique ha apoquinado unos 125 millones, ya que otros dos bancos tampoco renovaron el préstamo. Uno de ellos podría ser Commerzbank, que como publicó este diario, había vendido su porción de deuda a un hedge fund especialista en este tipo de operaciones. El nuevo prestamista habría cobrado también lo suyo.

Fuentes próximas a la dirección de Sacyr Vallehermoso reconocen que el pago de estas cantidades pone más que en riesgo el reparto del dividendo con cargo a los resultados de 2011. La compañía recuperó el pasado año la retribución al accionista -0,10 céntimos por título- tras dos ejercicios en los que suprimió la distribución de los beneficios. En 2009, por las pérdidas contables registradas por la venta de Eiffage, y en 2010 porque destinó las plusvalías obtenidas por la desinversión de Itinere a recapitalizar el grupo.

La situación es ahora similar. Sacyr Vallehermoso se ha apuntado unas pérdidas contables de casi 700 millones de euros por la obligada enajenación de Repsol. Aunque la deficitaria operación no le supondrá una salida de caja, si le deteriora los recursos propios, por lo que lo lógico es destinar los beneficios operativos a reforzar el patrimonio.

Fuentes cercanas a Sacyr reconocen que se está estudiando la decisión, que tendrá que adoptar el consejo de administración a mediados de mes. El problema es que en el órgano de gobierno de la constructora se sientan accionistas en difícil situación financiera personal, como el propio presidente, y corporativa, como Novagalicia y el resto de cajas de ahorros. Además, otros inversores, como el Grupo Fuertes, entraron hace justo un año en Sacyr con el compromiso de que serían retribuidos con dividendos.

Según los estatutos de la sociedad, la compañía tiene la obligación de repartir un dividendo equivalente al 30% del valor nominal de sus acciones, siempre y cuando existan los beneficios distribuibles suficientes y "no concurran razones de interés social que lo desaconsejen".  Sacyr ya amplió capital el pasado año por 500 millones, lo que supuso una importación dilución para los accionistas.

La venta forzosa del 10% de Repsol el pasado 20 de diciembre sigue pasando factura a Sacyr Vallehermoso. La constructora ha tenido que pagar unos 125 millones de euros a tres bancos que se negaron a firmar la refinanciación. Ese desembolso hace peligrar la distribución del dividendo, atención al accionista que se recuperó en 2011 tras dos ejercicios en blanco.