El estrés en el interbancario se agudiza y la liquidez sigue amenazando a la banca

El estrés en el mercado interbancario se ha vuelto a agudizar, tal y como muestra el diferencial entre el Euribor y el OIS, que mide las reticencias de los bancos a prestarse entre sí y que se encuentra en máximos de mes y medio.

Este índice, que hasta agosto se mantuvo por debajo de los 70 puntos, ha alcanzado en las últimas horas los 85 puntos, máximos desde el 26 de septiembre. En los últimos cuatro meses se ha cuadruplicado. Tras la caída de Lehman Brothers el diferencial alcanzó los 200 puntos, pero después fue relajándose y desde junio de 2009 no había superado los 50 puntos básicos.

Los problemas que desataron el pánico en agosto  siguen provocando el hundimiento de las entidades:  los temores por la crisis de deuda y las pérdidas que deberán asumir los bancos, las mayores exigencias de capital y un entorno macro poco halagüeño que estrechará aún más los márgenes. Y eso retroalimenta la desconfianza entre los bancos.

El recurso de las entidades al Banco Central Europeo es otra muestra de los problemas y el cierre del interbancario. Según los datos conocidos el martes, los bancos de la eurozona depositaron 216.900 millones de euros en el BCE y pidieron 3.300 millones al 2,25% al organismo.