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Almagro no sabe rematar a Berdych y deja escapar la sentencia de la Davis
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ANTES, FERRER CUMPLIÓ Y DERROTÓ CON SUFICIENCIA A STEPANEK

Almagro no sabe rematar a Berdych y deja escapar la sentencia de la Davis

Almagro dio la cara y puso al checo contra las cuerdas en más de una ocasión, pero el poderío de Berdych fue mucho para Nico, al

Foto: Almagro no sabe rematar a Berdych y deja escapar la sentencia de la Davis
Almagro no sabe rematar a Berdych y deja escapar la sentencia de la Davis

Almagro dio la cara y puso al checo contra las cuerdas en más de una ocasión, pero el poderío de Berdych fue mucho para Nico, al que le sigue faltando ese gran partido, ese que le coloque entre los elegidos del tenis. Lo tuvo en su mano, pero falló. Le llevó al límite, pero no bastó. En el momento decisivo apareció la clase del checo para sentenciar. Antes, David Ferrer había hecho lo que se esperaba y todo el mundo pedía: derrotar a Stepanek y poner la final del lado español. El cinco del mundo destrozó al checo en tres sets y, además, le dejó tocado físicamente para el doble de este sábado.

 

David Ferrer ruge cuando golpea la bola. Aprieta los dientes y ese grito, no se sabe muy bien si de oso, tigre o león, le sale de dentro, de ese corazón que le ha llevado a conquistar logros que igual su tenis no alcanza, pero que suple con casta, entrega, potencia y mucha cabeza. Es un privilegiado y, probablemente, estemos ante el tenista español que mejor ha sabido sacar provecho de sus condiciones. Ese animal que lleva dentro le ha elevado a la condición de tenista irreductible, de ser uno más entre los veinte primeros, a ser una estrella de este deporte. Ante Stepanek desafió al ambiente y a todo lo que se le ponía por delante para ganar por un claro 6-4, 6-3 y 6-4.

 

Ferru emostró todas esas cualidades, dominando el partido en todo momento pese a lo que puedan aparentar las tres horas que duró el choque. El veterano local nada pudo hacer y cuando intentó mostrar las uñas, apareció ese tenista con una inquebrantable moral y un tenis que cada día que pasa se acerca más al de los elegidos. Inlcuso, el checo sacó a relucir todo su repertorio de artimañas. Protestó por las bolas, elegidas por su federación, pero hasta discutió una decisión del ojo de halcón, afirmando que la jugada mostrada era de otro momento del choque. Tal cual. Ya advertimos de cómo se las gastaba y Stepanek no defraudó a nadie.

 

La clave del partido estuvo, curiosamente, en un juego que perdió Ferrer. El marcador señalaba, en el primer set, cuatro a tres a favor del de Jávea, con saque para el checo. El juego se volvió interminable. No terminaba nunca. Ferrer tuvo hasta ocho puntos de ruptura, por diez del checo para cerrar su saque. Total, veinte minutos y agotamiento del 33 del mundo, que tras ese triunfo parcial encajó un parcial de cinco a cero.

 

Ferrer empezó a sentirse cómodo, mientras que a Stepanek le quemaban los peloteos, que quería acabar antes de iniciar el saque de cualquiera de los dos. Así fueron cayendo los juegos y los sets para el cinco del mundo, que aunque le costó cerrar el partido, ganó con suficiencia, con la que lleva demostrando años. Nunca falla y lo volvió a demostrar.

 

Nico no pudo dar la sorpresa

Almagro tenía por delante la papeleta más dura de toda la final. Enfrente, a Berdych, número uno checo y con una racha de once victorias consecutivas en la Davis. Al murciano le costó meterse en el partido, pero su saque le mantenía a flote hasta la igualada a tres, momento en el que Berdych sacó a relucir su clase para romperle el saque y colocarse con un set a cero en el marcador. 

 

La pérdida del primer parcial espabiló a Almagro, al que los golpes del checo ya no lo hacían daño. El murciano empezó a pasear ese tenis eléctrico, de golpes planos, profundos, que pasaron a ser ganadores. Se metió de lleno en el partido, tal y como certificaron esos gritos que salían de su garganta y que atronaban en el O2 Arena. Berdych ya no estaba tan cómodo como en la primera manga. Su elegante saque ya no hacía tanto daño y sufría cuando Almagro sacaba a pasear ese revés, de lo mejor del circuito, que no paró de darle puntos decisivos hasta lograr igualar el marcador.

 

El tercero nació con polémica. La provocó Berdych. Sirvió para que el apagado público checo se dejara notar y para que Corretja se perdiera en una protesta con el árbitro de la final. Jaleo, lío, algo que no beneficiaba a Almagro. Casi sin querer, el primer tenista local se puso tres a cero, rompiendo el saque del español, que todavía estaba pensando en esa bola que se fue y que el ojo de halcón metió dentro de la pista por un milímetro. Mucha ventaja para un Berdych al  que el primer saque le fallaba más de la cuenta, pero que supo administrar la ventaja del principio del set para ponerse dos a uno en el marcador, tras ganar por 6-3.

 

Berdych sabía que tenía aprovechar los momentos de dudas que aparecieron en Almagro y salió decidido a sumar el primer punto de la eliminatoria. Rompió el saque de Almagro de inicio y creía que le iba a bastar para sellar la victoria, pero en ese momento es cuando apareció la mejor versión del murciano, que forzó el desempate, tras derrotar al checo en el tie break. En la quinta manga, y con las fuerzas muy justas, Berdych al final hizo valer su condición de top ten y terminó imponiéndose en el momento decisivo. Ni los consejos de Ferrero bastaron.

Almagro dio la cara y puso al checo contra las cuerdas en más de una ocasión, pero el poderío de Berdych fue mucho para Nico, al que le sigue faltando ese gran partido, ese que le coloque entre los elegidos del tenis. Lo tuvo en su mano, pero falló. Le llevó al límite, pero no bastó. En el momento decisivo apareció la clase del checo para sentenciar. Antes, David Ferrer había hecho lo que se esperaba y todo el mundo pedía: derrotar a Stepanek y poner la final del lado español. El cinco del mundo destrozó al checo en tres sets y, además, le dejó tocado físicamente para el doble de este sábado.