El tenso regreso del arrepentido

Aterrizó en Melbourne el jueves por la noche, a las 22.35 horas, y todavía le esperaban por delante dos horas por carretera hasta llegar a Phillip Island. El tiempo justo para meterse en la cama y dar una cabezada rápida antes de volver a subirse a su FTR Honda, tras la espantada en Sepang hace una semana. Tenía previsto tomar parte en la primera sesión libre del Gran Premio de Australia, pero antes tenía que dar la cara y pedir disculpas públicamente, como le habían exigido en el equipo Blusens Avintia, si quería volver a tomar parte en una prueba mundialista.

Escoltado en todo momento por Ángel, su padre, y Paco Sánchez, su nuevo abogado, Maverick Viñales hizo acto de presencia en la sala de conferencias del trazado australiano para leer un comunicado en el que reiteraba su arrepentimiento y pedía perdón aunque no admitió preguntas de la prensa.

“Cometí un error. No estaba mentalmente preparado para subirme a la moto, pero no debí abandonar el circuito de Sepang ni hacer algunas declaraciones en caliente. Y por ello, quiero pedir disculpas a todos por el daño que, involuntariamente, haya podido causar”, leyó el piloto español, folio en mano.

Pese a que se intenta aparentar cierta normalidad, las relaciones entre el piloto y el que ha sido su entorno en los últimos años son tensas. El trato justo en el ‘box’, para que cada parte haga su trabajo con profesionalidad, siempre bajo la atenta mirada de su padre y de su abogado para evitar cualquier tipo de roces. El resto de la jornada la ocupa junto a Isaac Viñales, su primo y también piloto de Moto3.

‘Mack’, como le llama el que hasta hace una semana ha sido su círculo más cercano, tiene como objetivo recuperar la segunda posición de la general en las dos últimas carreras de la temporada, que perdió al no participar en Sepang y que ahora está en poder de Luis Salom.

“Estoy contento y tengo buenas sensaciones. A parte del frío y la lluvia, la primera toma de contacto con el circuito ha sido muy buena. Vuelvo a sentirme bien con la moto. La pista está complicada, porque el asfalto está muy frío. Hemos encontrado una buena puesta a punto de chasis y habrá que intentar aprovecharlo”, analizó el piloto, que en la primera sesión sufrió una caída y terminó cuarto mientras que en la segunda concluyó en la tercera posición, a 0.282 del alemán Jonas Folger, el más rápido en la primera jornada de entrenamientos del Gran Premio de Australia.

Paco Sánchez, abogado de los hermanos Espargaró, aceptó el pasado lunes trabajar para Maverick y buscar una solución beneficiosa para su representado, que tiene contrato en vigor con el equipo Blusens Avintia hasta la conclusión de la temporada 2014 después de firmar la renovación hace sólo un mes.

“Un chico de 17 años, mal aconsejado o mal asesorado y que quiere ser campeón del mundo, puede tomar decisiones erróneas. En Malasia, con todos los problemas que había ese día por circunstancias que no voy a mencionar, Maverick no estaba mentalmente para subir a la moto. El error no fue no subir a la moto o no correr; el error fue marcharse”, explicó Sánchez, cuya intención es mediar entre las partes.

“Nadie se queda en mi casa si no quiere estar. Si es así, pues buscaremos un acuerdo digno para todos. No queremos que cumpla obligatoriamente su contrato si no quiere”, señaló Raúl Romero, propietario del equipo Blusens Avintia, que apenas intercambió un fugaz saludo con el piloto.