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A Beitia se le escapó la medalla que ya tenía en su último día de competición
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LA APARICIÓN DE LA NORTEAMERICANA BARRET LA BAJÓ DEL PODIO

A Beitia se le escapó la medalla que ya tenía en su último día de competición

Ruth Beitia la tuvo en la mano. La medalla era suya, esa que la debía el atletismo, la tenía, la tocaba, pero apareció la norteamericana Barret

Foto: A Beitia se le escapó la medalla que ya tenía en su último día de competición
A Beitia se le escapó la medalla que ya tenía en su último día de competición

Ruth Beitia la tuvo en la mano. La medalla era suya, esa que la debía el atletismo, la tenía, la tocaba, pero apareció la norteamericana Barret para superar el listón situado a 2.03 metros, batiendo por dos centímetros su marca personal y dejando a la española sin poder disfrutar de lo que se siente subida a un podio olímpico. Fue una pelea a cuatro. Dos rusas (Chicherova y Shkolina y una norteamericana, Barret, la que tenía peor marca de todas y que al final pisó el segundo puesto del podio. Campeona y deportiva al máximo, la española, tras el sofoco de verse fuera del palco, fue a abrazar a la norteamericana. Le dolía su cuarto puesto, pero ha sabido dar ejemplo hasta en el último día en el que saltaba. 80.000 personas se perdieron a la cántabra en el podio, pero no su gesto de señora, de deportiva al máximo.

Su salto a la primera sobre dos metros, metió a Beitia de pleno y por derecho en la lucha por las medallas. Generalmente es  la altura de la criba, la que decide las que se llevan los metales, pero ayer no. Hacía falto un empujón más, un poco de mejora. De nada valía pensar que  el reciente oro de Helsinki lo había conseguido con tres centímetros menos. El nulo de Barret sobre dos metros, colocaba a Beitia con el bronce, pero nadie esperaba lo que sucedió después y era que la norteamericana se superaba así mismo mejorando su marca y dejando a la española sin medalla. Esos 2,03 que saltó la norteamericana fueron un muro para Beitia. No se lo esperaba y su cabeza demostró que esa altura ayer estaba fuera de su alcance tras un concurso digno de medalla., pero la Barret fue mejor, tres centímetros concretamente. La pelea por el bronce fue entre Beitia y la norteamericana, que al final se colgó la plata por los dos fallos de Shkolina sobre 2,03. Chicherova estaba a otro nivel, fuera de competición. Solo hizo un nulo en toda la competición. Fue en 2.05, altura que superó a la segunda. El oro fue suyo como estaba escrito de antemano. 

"He competido lo mejor que he podido, pero no ha sido suficiente. Es una lástima, una pena porque durante mucho tiempo me he visto con la medalla, pero así es el deporte", afirmó la capitana tras caerse del podio de un prueba tras muchos minutos subida al cajón

Ruth Beitia la tuvo en la mano. La medalla era suya, esa que la debía el atletismo, la tenía, la tocaba, pero apareció la norteamericana Barret para superar el listón situado a 2.03 metros, batiendo por dos centímetros su marca personal y dejando a la española sin poder disfrutar de lo que se siente subida a un podio olímpico. Fue una pelea a cuatro. Dos rusas (Chicherova y Shkolina y una norteamericana, Barret, la que tenía peor marca de todas y que al final pisó el segundo puesto del podio. Campeona y deportiva al máximo, la española, tras el sofoco de verse fuera del palco, fue a abrazar a la norteamericana. Le dolía su cuarto puesto, pero ha sabido dar ejemplo hasta en el último día en el que saltaba. 80.000 personas se perdieron a la cántabra en el podio, pero no su gesto de señora, de deportiva al máximo.