Es noticia
El puesto 34 del ránking junto a Colombia y Eslovaquia refleja nuestro lugar en el deporte
  1. Deportes
  2. Juegos Olímpicos
Y TODAVÍA NO HAN LLEGADO LAS REBAJAS DE LAS SUBVENCIONES

El puesto 34 del ránking junto a Colombia y Eslovaquia refleja nuestro lugar en el deporte

Tras nueve días de competición, España decepciona, no se acerca a las previsiones. Ni a las optimistas, ni a las que nos colocaban luchando por entrar

Foto: El puesto 34 del ránking junto a Colombia y Eslovaquia refleja nuestro lugar en el deporte
El puesto 34 del ránking junto a Colombia y Eslovaquia refleja nuestro lugar en el deporte

Tras nueve días de competición, España decepciona, no se acerca a las previsiones. Ni a las optimistas, ni a las que nos colocaban luchando por entrar entre las diez mejores delegaciones de las 206 aquí presentes. Esos diplomas que en el colegio o la universidad llenan de orgullo, aquí no dan brillo, no aparecen por un medallero que sitúa a España en la tercera decena del ránking y emparejado con Eslovaquia y Colombia, realidad que se aproxima más al momento social y económico de España, que cuando nos veíamos entre los diez primeros países con más premios. Ya sabemos que aquí están los mejores del mundo, pero antes también lo estaban y los resultados eran otros.

Las cuentas eran otras muy diferentes para el momento de sobrepasar el ecuador de la cita londinense. El varapalo del fútbol, eliminados en un grupo con Marruecos, Honduras y Japón como rivales, dejando además una imagen patética, ha hecho mucho daño al resto de la delegación española. Además, las medallas han tardado en llegar, lo que ha llevado al equipo a vivir con cierta ansiedad la llegada de resultados, algo que no termina de producirse. La historia dice que la segunda semana siempre es la mejor para los intereses españoles, terminando los deportes de equipo y apareciendo la sincronizada, el piragüismo, el taekwondo y el final de la siempre generosa vela, pero en esta ocasión las dudas aparecen por todos lados

Deportes en los que en anteriores citas se acumulaban medallas como tenis (desde Los Ángeles 84 se rascaba metal aunque no hay que olvidar la baja de Rafael Nadal), gimnasia e incluso ciclismo no han sumado ni una sola a un triste medallero que coloca a España muy lejos de países de nuestro entorno como pueden ser Francia, Italia o Alemanía. Si nada cambia y si en la segunda parte de los Juegos no se produce una espectacular metamorfosis, España regresará a los lugares en donde se movía antes de los Juegos de Barcelona.

¿Por qué se ha producido ese retroceso si el modelo ADO y de ayudas todavía está vigente a imagen y semejanza de anteriores Juegos? ¿Qué pasará ahora que las subvenciones públicas se están reduciendo o desapareciendo por completo? Lo cierto es que el panorama no es nada alentador. El arranque del atletismo, con una serie sin fin de eliminados, no invita al optimismo, a sentirse con esperanzas de que esto cambie. Los políticos hablan de cambio en los gustos de los más jóvenes, de la cultura del ordenador, del internet como única distracción. Los deportistas señalan, incluso, a la atención mediática que recibe el fútbol y la ausencia de patrocinadores como otro de los factores culpables de esa recesión. "Hay poco dinero y todo va al fútbol. No se nos trata como merecemos", exclaman.

Algunos dirán que tal y como está España se debería terminar con todo tipo de ayuda, pero quieran o no el deporte sirve para situar a los países, para colocar su nivel de desarrollo, su economía e incluso su posibilidad de crecer como nación. Las ayudas públicas, subvenciones del CSD se han reducido entorno a un 15%, pero ahora mismo cerrar más el grifo sería el fin de muchos deportistas de nivel que buscan su éxito y el de España. La ayuda al deporte en países como Alemania, Francia o Inglaterra se multiplica por tres y por cuarto en relación con la española, que este año será de 126 millones de euros. Casos como el de la medallista Maialen Chorraut, que sigue en la brecha por su amor al deporte y con 20.000 euros como toda ayuda, son definitivas para su continuidad en la elite.

La natación, mejor dicho Mireia Belmonte, es la que está salvando el honor de la delegación olímpica. La medallista ha sido la única finalista del equipo, con Melanie Costa y Erika Villaécija a las puertas de lograrlo. Muy poco para un deporte que monopoliza la primera parte de la competición de unos Juegos. No hay muchas señales para ser optimistas. Además de Mireia el nivel del resto está bastante alejado. Promesas como Marina Garcia, Judith Ignacio o Beatriz Gómez apuntan, pero aquí llegan niñas de 15 años como la norteamericana Ledecky o 16 como la china Ye Shiwen y se suben a lo más alto del podio. Eso en España no pasa. De momento, en el primer parcial, España suspende, el examen final será dentro de una semana.

Tras nueve días de competición, España decepciona, no se acerca a las previsiones. Ni a las optimistas, ni a las que nos colocaban luchando por entrar entre las diez mejores delegaciones de las 206 aquí presentes. Esos diplomas que en el colegio o la universidad llenan de orgullo, aquí no dan brillo, no aparecen por un medallero que sitúa a España en la tercera decena del ránking y emparejado con Eslovaquia y Colombia, realidad que se aproxima más al momento social y económico de España, que cuando nos veíamos entre los diez primeros países con más premios. Ya sabemos que aquí están los mejores del mundo, pero antes también lo estaban y los resultados eran otros.