Álex Fábregas: "Juego con España porque no tengo otra opción, no siento nada con el himno"

Las horas líbres que pasan los deportistas en la Villa durante la celebración de los Juegos son muchas. Algunos matan el tiempo que les permite el entrenamiento o la propia competición acudiendo a ver otros deportes. Otras se pintan las uñas de muchas y diversas maneras como confesaron las jugadoras de waterpolo y otros hablan con los medios de comunicación. 

Y esta opción es la que ha escogido Álex Fábregas, jugador de la selección española de hockey, que habló con el Diario Ara en una entrevista que ha creado polémica. "Juego con España porque es con quien me toca jugar. No tengo otra opción. Mi sentimiento es catalán y no siento lo mismo escuchando el himno español que 'Els segadors'", comentó.

El jugador de hockey continuó hablando sobre su sentimiento español. "En ningún momento juego pensando que lo hago por España. Disfruto por mí, por los compañeros y por la gente que me viene a ver". Las palabras no han sentado nada bien en la delegación española. Los dirigentes aquí presentes las han estudiado al detalle, pero no encuentran motivo para la sanción, aunque tampoco ni entienden ni comparten lo dicho y menos cuando lo hace con la bandera española puesta en el pecho. Fábregas sabe que si renuncia a la selección podría ser sancionado, de ahí que no lo haga. Su ausencia de la misma de manera voluntaria podría ocasionas la inhabilitación deportiva.

Tanto el Comité Olímpico Español como el Consejo Superior de Deportes quieren pasar página y dejar que el tema se vaya perdiendo en el tiempo, para realizar después los correspondientes informes de lo dicho por el internacional español. Ahora prima la competición, comentan. En lo que coincide todo el mundo es en algo que ha dicho el catalán. "De los 18 que vamos a Londres, 16 son catalanes. De venir una selección catalana, aspiraríamos a medalla. Seguro". Sus palabras formaron tal revuelo en la tarde de ayer que el jugador tuvo que clausurar su cuenta de Twitter debido a los muchas críticas que estaba recibiendo y que ponían en duda su presencia en Londres. Y es que Fábregas no pasó un día agradable.