Al-Attiyah, el Príncipe de Qatar capaz de ganar el Rally Dakar y un bronce olímpico en tiro

Cuando se habla de Nasser Al-Attiyah, rápidamente se piensa en el piloto qatarí cuyos duelos con Carlos Sainz en el Rally Dakar han marcado una época. Pero lo que muy poca gente es que, este hombre de 41 años también es un experto en el Tiro al Plato. De hecho, en Londres ha conseguido hacer historia, al convertirse en el tercer atleta de su país en hacerse con una medalla en unos Juegos Olímpicos.

La historia de Al-Attiyah es una más de las que suceden entre las familias poderosas que gobiernan en los países árabes. Perteneciente a una de dinastías más importantes de Qatar -es Príncipe de su país por parentesco-, las luchas de poder marcaron la carrera de este excelente deportista. Amante de la velocidad, en 1989 decidió iniciar su andadura en los rallys, pero pronto se iba a acabar su sueño de competir.

Después de que la familia rival de la de Al-Attiyah tomara el poder en la Federación de Automovilismo de Qatar, Nasser vio cómo se le prohibía correr más, retirándole la licencia. Por ello, tras comprobar que no podría competir más a bordo de un vehículo, decidió dedicarse al tiro olímpico, otra de sus grandes aficiones. Y, vistos los resultados, lo cierto es que acertó completamente.

Desde ese momento, el tiro fue su principal objetivo y, poco a poco, fue demostrando tener cualidades para esta disciplina. De hecho, tan buenos eran sus números que consiguió una plaza para los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, donde no brilló en exceso. En 1997, la llegada de un primo suyo a la presidencia de la Federación de Automovilismo le permitió volver a competir, por lo que compaginó ambos deportes.

Campeón del Dakar... y bronce olímpico

De hecho, a pesar de haber regresado al volante de su coche, sus primeros grandes éxitos deportivos llegaron en los Juegos de Sidney 00, donde ocupó el sexto lugar en tiro. Cuatro años más tarde, en Atenas 04, acabó en cuarta posición, después de perder en el desempate por la medalla de bronce. En 2006, se convertía en campeón del Mundo de Rally de Automóviles de Producción.

En los Juegos de Pekín 08, Al-Attiyah firmó el decimoquinto puesto en tiro, pero donde mejoró sustancialmente fue a bordo de su vehículo. Tras competir en varios Dakar, en 2010 acabó en segunda posición para, en 2011, lograr el título. Sus duelos con Carlos Sainz fueron míticos y se consolidó como uno de los mejores pilotos de rally del momento. Sólo un año después, iba a volver a hacer historia.

En Londres 2012, Al-Attiyah ha conseguido su primera medalla olímpica, al lograr el bronce tan deseado en tiro, siendo el tercer qatarí en conseguir un metal en unos Juegos -tras Mohamed Suleiman y Saif Assad Assad-. El Príncipe de Qatar ya no sólo es el Rey del Dakar, sino también del tiro olímpico. Figura de su país, se convierte en el héroe de un país carente de ídolos.