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No hay lugar a una nueva guerra: el Bernabéu sigue estando del lado de Casillas
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NADIE ALZA LA VOZ EN CONTRA DEL CAPITÁN

No hay lugar a una nueva guerra: el Bernabéu sigue estando del lado de Casillas

La tensión se palpa en el madridismo. Poco importa que el equipo blanco esté a dos semanas de regresar a una final de la Champions, algo

Foto: No hay lugar a una nueva guerra: el Bernabéu sigue estando del lado de Casillas
No hay lugar a una nueva guerra: el Bernabéu sigue estando del lado de Casillas

La tensión se palpa en el madridismo. Poco importa que el equipo blanco esté a dos semanas de regresar a una final de la Champions, algo que no consigue desde el 2002. La división está por encima de todo. El clima en el que se está viviendo en los últimos meses ha conseguido que por momentos la psicosis se apodere del interés deportivo. Los acontecimientos, las decisiones de Mourinho y algunos debates periodísticos ficticios y sin base alguna han llevado a vivir o pensar en situaciones irreales y lejos de la conducta habitual del madridismo que cada dos semanas pisa el Paseo de la Castellana. 

Los últimos protagonistas de esta extraña situación del conmigo o contra mi son el entrenador y el capitán del Real Madrid. Mourinho y Casillas no son amigos, ni lo serán, pero el madridismo sigue teniendo claro el sitio de uno y otro y no contempla esa división, tan de moda en el periodismo y en las redes sociales. El capitán calla y rebosa tranquilidad. El técnico habla cuando quiere y sigue firme en su idea de sentar al portero en el banquillo, lo que da pie a todo tipo de especulaciones, que no van a más allá de una relación rota. 

El Santiago Bernabéu sigue siendo fiel a Iker Casillas. El estadio que le aclamó el pasado 6 de enero tras su suplencia ante la Real Sociedad, sigue estando a su lado. Ni ese rumor aparecido ayer y que señalaba que el fondo sur había criticado al portero logra que el socio del Real Madrid cuestione al campeón del mundo. Los que pueblan esa zona del estadio confirmaron que no habían alzado la voz contra Casillas, entre otras cosas porque 'sabemos la respuesta del resto del estadio'. Todo dicho, pero que no evita que la tensión se palpe durante los partidos que se celebran en el Bernabéu. 

El capitán blanco, puesto que ayer terminó ejerciendo Cristiano Ronaldo tras la lesión de Marcelo, está siendo a un examen diario pese a su suplencia. Cualquier gesto, cualquier palabra del portero es analiza al detalle y la mayoría de las veces se caen en el error, en la precipitación.

Hace dos semanas, Casillas recibió críticas tan injustas como ausentes de contenido por una supuesta indiferencia ante Diego López cuando repartía cachetes cariñosos entre sus compañeros, circunstancia que no se repitió con el gallego. Increíble pero cierto. Uno y otro habían compartido calentamiento y ese saludo se había producido en la puerta del vestuario. Ayer, la imagen que sirvió para especular de nuevo cuando no hay novedad alguna. Es la escena que se repite desde que Casillas es suplente y cuando el portero no entraba en las convocatorias debido a la lesión que sufrió en Mestalla el pasado mes de enero. Se llevan bien y no se merece este examen diario que sufren, al menos por parte de la prensa. La afición sabe que uno y otro son profesionales y defienden al Real Madrid, por encima de todo. 

La tensión se palpa en el madridismo. Poco importa que el equipo blanco esté a dos semanas de regresar a una final de la Champions, algo que no consigue desde el 2002. La división está por encima de todo. El clima en el que se está viviendo en los últimos meses ha conseguido que por momentos la psicosis se apodere del interés deportivo. Los acontecimientos, las decisiones de Mourinho y algunos debates periodísticos ficticios y sin base alguna han llevado a vivir o pensar en situaciones irreales y lejos de la conducta habitual del madridismo que cada dos semanas pisa el Paseo de la Castellana. 

Iker Casillas Santiago Bernabéu