La tercera línea del Real Madrid basta para derrotar con suficiencia al Betis

El Real Madrid sigue consumiendo etapas de esta Liga que ellos mismos (jugadores y técnico) se empeñaron en tirar. El partido ante el Betis sirvió para certificar la gran distancia que hay entre el equipo blanco y el resto de equipos salvo el Barcelona. Sin hacer nada del otro mundo, los de Mourinho sumaron tres puntos, porque cuando no es Cristiano Ronaldo es Özil el que aparece. Bastó un par de apariciones del alemán para que el Real Madrid continúe con su suma y sigue, el mismo que no lleva a ninguna parte. Özil certificó un partido que él mismo había encarrilado y que el tanto de Jorge Molina, tras claro penalti de Nacho a Rubén Castro, había conseguido meter algo de emoción. 

Viendo lo sucedido, muchos aficionados madridistas se lo preguntaban al término del partido cuando enfilaban el metro o el 14 de la EMT para regresar a sus domicilios. ¿Por qué tiraríamos la Liga allá por el mes de octubre tras perder ante el Getafe, Sevilla o Betis? Y es que es complicado no hacerse esta pregunta cada fin de semana, viendo la facilidad con la que la tercera línea del Real Madrid despachó a un Betis que se limitó a aparecer por el Bernabéu sin apenas convencimiento de poder sacar algo de su visita a Chamartín. Si hubieran entrado antes en el partido, quizás hubieran pisado la Feria en la noche del sábado con un punto más en el bolsillo y no se estarían acordando de los largueros de Pabón y Rubén Castro. Tardaron mucho en darse cuenta de que podía hacer algo. Cedieron demasiado tiempo y dos goles en contra. La consecuencia, regreso a Sevilla con las manos vacías y enterrando sus escasas opciones que todavía mantenían de soñar con la Champions. 

La historia se repite cada semana, especialmente en los partidos en el Bernabéu. En esta ocasión no hubo lugar para la emoción, esa que dieron otros equipos como el Levante o el Mallorca, de ver al Real Madrid por detrás en el marcador. En esta ocasión fue el equipo blanco el que marcó el ritmo del juego, nada intenso por cierto, pero sí lo suficiente para controlar el partido. Mourinho decidió tirar de la segunda y también de la tercera línea de jugadores. A los Albiol (buen partido el suyo), Carvalho (lento y sin sitio), Marcelo (es suplente y encima se volvió a lesionar), Modric (insulso y lesionado)  y Callejón (perdido por completo), el técnico colocó en el once a Nacho en el lateral derecho y a Casemiro como mediocentro junto al croata. El canterano y el brasileño que juega en la cantera blanca le pusieron ganas e intensidad mientras las fuerzas les acompañaron, especialmente el ex del Sao Paulo, que desapareció según pasaban los minutos.

En el primer cuarto de hora apenas sucedió nada, salvo la lesión de Marcelo y que le descarta para la eliminatoria ante el Dortmund, circunstancia que se repitió en la segunda parte con la sufrida por Modric. El ritmo del juego era cansino, lento y aburrido. El Real Madrid se sentía cómodo y el Betis no sabía qué hacer dentro de la resignación que mostró pese al empeño de Beñat de construir juego con cierto sentido. La primera llegada blanca tuvo lugar en el minuto 20. Un perezoso Benzema asistió a Ronaldo, que no vio puerta en esta ocasión, algo que sí hizo un minuto después, encontrándose a un más que entonado Adrián. El estreno bético llegó en el minuto 25, con un latigazo desviado de Pabón. La escena se repitió con Beñat diez minutos después.

Y llegaron los goles

El partido seguía perezoso, como Benzema, que no despertó del todo hasta el último minuto de la primera mitad y que terminó marchándose tocado. Momento en el que asistió a Özil para que abriera el marcador, tras un par de asociaciones entre ambos y que despistaron a la defensa bética. Cinco minutos antes Ronaldo rompió el palo, dejando patente que para el portugués no hay amistosos que valgan. Perdón, que el partido era de competición. Cualquiera lo diría. 

El tanto de Özil permitió que el Real Madrid siguiera relajado, tranquilo y a la espera de poner en práctica el contragolpe, el arma que mejor maneja el equipo de Mourinho. Tras un par de avisos, la primera contra seria terminó en gol. Benzema acompañó a la perfección a Ronaldo para batir a Adrián en su salida en el minuto 57. El Betis seguía transmitiendo muy poco, no sacaba provecho del bajón moral de algunos de los madridistas y de las lesiones que iba sufriendo el once de Mourinho. Y así transcurrió el partido hasta que una contra andaluza terminó con penalti y el gol de Molina. 

Al menos el tanto metió algo de emoción, pero ni con el dos a uno en el marcador los de Mel se creyeron la posibilidad de sacar algo positivo. No consiguieron meter ritmo al juego y el Real Madrid se sentía cómodo, nada agobiado salvo en un fallo de cálculo de Carvalho que terminó con el balón de Rubén Castro en el larguero. Un minuto después, Özil sentenció para que todo el mundo empezara a pensar en el Borussia Dortmund si es que no lo habían hecho ya desde el primer minuto. 

-- Ficha técnica:

3.- Real Madrid: Diego López; Nacho, Albiol, Carvalho, Marcelo (Varane, min. 15); Casemiro, Modric (Pepe, min. 63); Callejón, Özil, Cristiano y Benzema (Higuaín m. 73).

1.- Betis: Adrián; Chica, Paulao, Amaya, Álex Martínez; Cañas (Rubén Pérez, min. 67), Beñat; Pabón, Nosa (Jorge Molina, min. 46), Campbell (Vadillo, min. 59); Rubén Castro

Goles: 1-0, min 45: Özil. 2-0, min. 57: Benzema; 2-1, min. 73: Jorge Molina, de penalti; 3-1, min. 90: Özil.

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Mostró cartulina amarilla al jugador del Betis Cañas (min. 55) y los del Real Madrid Nacho (min. 72), Higuaín (min. 79) y Cristiano (min. 82).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo segunda jornada de la Liga BBVA disputado ante cerca de 75.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por los fallecidos en el atentado del maratón de Bostón.