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El Madrid desempolva su mejor versión para vencer al Barça y proclamarse 'supercampeón'
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EL BARÇA, CON DIEZ HOMBRES DESDE EL MINUTO 30, SE MANTUVO VIVO HASTA EL FINAL

El Madrid desempolva su mejor versión para vencer al Barça y proclamarse 'supercampeón'

Al Real Madrid no se le ha olvidado jugar a esto del fútbol. A diferencia de lo que pudo parecer hace ocho días en el Camp

Foto: El Madrid desempolva su mejor versión para vencer al Barça y proclamarse 'supercampeón'
El Madrid desempolva su mejor versión para vencer al Barça y proclamarse 'supercampeón'

Al Real Madrid no se le ha olvidado jugar a esto del fútbol. A diferencia de lo que pudo parecer hace ocho días en el Camp Nou y hace tan sólo cuatro en Getafe, apareció la mejor versión del equipo de Mourinho en el momento más oportuno. Ese fútbol vertical al espacio de los blancos mató a un Barcelona al que le costó demasiado tiempo entrar en el partido. El equipo madridista se adjudica así el primer título de la temporada, un campeonato llamado a ser menor, aunque no lo pareció así sobre el césped.

La jugada del primer minuto de juego fue una declaración de intenciones del conjunto madridista. Balón al espacio para Higuaín, que se cuela entre los centrales y lanza un disparo que se marcha lejos de la portería defendida por Valdés. Inmediatamente, en el saque de portería del conjunto azulgrana, el Real Madrid presionaba la salida de balón de los de Vilanova. Era otro Madrid. Ya no era aquel acobardado del partido de ida, ni ese apático que vimos en Getafe, se trataba del equipo con hambre, devorador y con una capacidad de lucha y entrega similar al que la temporada pasada conquistó el título de Liga. ¿Sería la reprimenda de Mourinho en las ruedas de prensa del Coliseum y en la previa del martes? El caso es que la puesta en escena no era la misma, el decorado había cambiado.

El equipo de Mourinho se marcó media hora de lujo, acogotando al Barcelona, al que no dejaba respirar, con una defensa de ayudas a la altura de lo que se espera del Madrid y encontrando un auténtico chollo en los balones a la espalda de los dos centrales del conjunto azulgrana. Piqué y Mascherano fueron una caricatura durante todo el primer tiempo. El gran beneficiado, Higuaín. El delantero argentino avisó en el minuto 6 con un mano a mano con Valdés, en el que el arquero barcelonista ganó la partida. Pero claro, si a un ariete de estas características le das otra opción tan clara, no perdona. Nuevo pase en largo de Pepe (más que un pase, un medio despeje), Mascherano fallaba de manera estrepitosa y su compatriota batía por bajo a Valdés. Delirio en las abarrotadas gradas del Bernabéu, que veían como la Supercopa se ponía cuesta abajo.

Pero seguro que nadie imaginaba que, ocho minutos más tarde, la situación se iba a poner todavía más favorable para los locales. La fórmula, la misma. Pase de Khedira a la espalda de la calamitosa defensa culé para que apareciera Cristiano Ronaldo. El portugués, desaparecido hasta este partido, aprovechó el regalo en este caso de Piqué para encarar a Valdés e imitar a su compañero en la delantera, batiéndole por bajo y colocando el 2-0 en el marcador. El Bernabéu no daba crédito, ese equipo imbatible en las últimas temporadas en el feudo blanco estaba cayendo por dos goles sin apenas llegar al ecuador de la primera parte.

Y como aquel paso a publicidad en los programas de televisión, no se vayan que aún hay más. En plena efervescencia de equipo y público llegaron otras dos grandes ocasiones para los blancos, una de ellas terminó en gol de Ramos, pero bien anulado por Mateu Lahoz por falta previa de Pepe, y la expulsión de Adriano. “Este no es mi Barça, me lo han cambiado”, decía algún aficionado culé en la grada de Chamartín. Y es verdad, nadie reconocía al equipo que ocho días atrás había pasado por encima del Real Madrid. Por cierto, la tarjeta roja al lateral brasileño, más que justa por derribo a Cristiano siendo el último defensor.

El descoloque era tal en el Barça que hasta Tito Vilanova parecía bloqueado. Estuvo casi cinco minutos sin lateral derecho hasta que sacó a Montoya. Aquello podía haber sido una autopista para CR7, pero el Madrid parecía tener bastante con la renta que había logrado hasta entonces, así que se tomó un pequeño respiro. Era lógico, el esfuerzo había sido titánico durante el arranque del partido.

Gran reacción del Barça

Pero un equipo que está marcando una época, como es esteBarça, no podía dejar una impresión tan pobre en el campo del eterno rival, éseque tan bien se le había dado últimamente, y además con un título en juego. Asíque, con Messi al frente, se puso manos a la obra para tratar al menos demeterse en el partido y disputarle la Supercopa al Madrid. En apenas unosminutos de relajación que tuvieron los blancos, Iniesta avisó con un par detiros lejanos. Todo hacía indicar que al descanso se llegaría con un marcadorcasi definitivo, pero Messi no lo quiso así. En una falta a unos 25 metros de laportería de Casillas, el astro argentino tiró de galones y colocó el balónjunto al palo derecho de la meta del mostoleño. Se hizo el silencio en elBernabéu, mientras renacían las esperanzas azulgranas. Otro golito de Messi enChamartín, y la Supercopa aún viva.

Por qué no decirlo, el fantasma de citas anteriores se apoderó del Bernabéu, sobre todo al presenciar el arranque de la segunda mitad. El Barça se tiró con todo arriba hasta que le duró la gasolina y el Madrid no acertaba a parar las acometidas de su rival, principalmente las que llegaban por banda derecha en la figura de Pedro. El canario se fabricó dos grandes ocasiones que hicieron tragar saliva a la parroquia merengue. En ambas, Iker Casillas adivinó las intenciones del astuto extremo internacional. 

Nada parecía indicar que un equipo estaba con once y otro con diez. El encuentro tomaba un guión más parecido al del encuentro de ida, pero el equipo de Mou 'agarró' otras dos contras que pusieron en aviso al equipo de Vilanova, a tumba abierta en ataque en busca del empate. Quizá por eso, el técnico barcelonista dio entrada a Song por un fatigado Busquets. El gol podía llegar en cualquiera de las dos porterías, para sentenciar el título si marcaba el Madrid o para que tomara el puente aéreo rumbo a la Ciudad Condal. El partido estaba completamente roto.

Fue nuevamente Higuaín, justo antes de ser sustituido, quien tuvo la opción de ‘matar’ el partido, pero su enésimo mano a mano con Valdés se saldó con el balón incrustado en el poste izquierdo del arco culé. Restaban menos de diez minutos, pero el Barça quería sellar su gran segunda mitad con un gol que le diera el título.

Pero no fue así. El Bernabéu, al que el cosquilleo en el estómago no se le fue hasta que Mateu Lahoz pitó el final, empezó a saborear el triunfo, y además Mourinho le obsequió con un último regalo, el debut del último y flamante fichaje, Luka Modric. El croata tuvo tiempo para saborear lo que es un Clásico, tener una ocasión de gol y lo que es más importante, ser partícipe de su primer título con la camiseta blanca.

El Madrid vuelve a mandar en el Bernabéu ante el Barça (ya le ha costado) y los aficionados al fútbol pudimos disfrutar de un gran partido entre dos rivales que aún se tienen mucho que decir durante esta campaña. Esto no ha hecho más que empezar y los blancos han dado primero, pero por delante queda Liga, Copa y Champions. ¡Casi nada! 

. Ficha técnica:

2 - Real Madrid:
Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Callejón, m.79), Özil (Modric, m.83), Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Benzema, m.81).

1 - Barcelona: Víctor Valdés; Dani Alves, Piqué, Mascherano, Adriano; Busquets (Song, m.75), Xavi; Iniesta, Pedro (Tello, m.81), Alexis (Montoya, m.32); y Messi.

Goles: 1-0, m.11: Higuaín. 2-0, m.19: Cristiano Ronaldo. 2-1, m.44: Messi.

Árbitro: Mateu Lahoz (comité valenciano). Amonestó a Pepe (20), Arbeloa (37), Khedira (63) y Xabi Alonso (74) por el Real Madrid; y a Mascherano (14) y Piqué (50) por el Barcelona. Expulsó a Adriano por roja directa en el minuto 28 por derribar a Cristiano cuando se marchaba solo.

Incidencias: partido de vuelta de la Supercopa de España disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 83.000 espectadores. Lleno.

Al Real Madrid no se le ha olvidado jugar a esto del fútbol. A diferencia de lo que pudo parecer hace ocho días en el Camp Nou y hace tan sólo cuatro en Getafe, apareció la mejor versión del equipo de Mourinho en el momento más oportuno. Ese fútbol vertical al espacio de los blancos mató a un Barcelona al que le costó demasiado tiempo entrar en el partido. El equipo madridista se adjudica así el primer título de la temporada, un campeonato llamado a ser menor, aunque no lo pareció así sobre el césped.