La batalla Laporta-Rosell, en el punto más candente a dos años de las elecciones

Desde que Joan Laporta desvelara su intención de volver al FC Barcelona hace un mes y medio, no se han dejado de producir declaraciones y acusaciones de ida y vuelta entre el entorno y el propio expresidente y la actual directiva azulgrana, encabezada por el gran ‘enemigo’ de Laporta, Sandro Rosell. Y aún quedan dos años para que la entidad culé llame a sus socios a las urnas.

El detonante de todo esto fue la no renovación de Pep Guardiola. Eso encendió a la anterior cabeza visible de la entidad blaugrana. Laporta insistió en que “se podía haber hecho más” para que el técnico continuara y acusó a la actual Junta Directiva de intentar tirar abajo todo el proyecto que “nosotros levantamos”. Descontento con la forma actual de gestionar el club, o quién sabe si por afán de protagonismo, el caso es que el diputado y concejal por Barcelona de Democracia Catalana ha vuelto al primer plano de la actualidad deportiva por sus dardos envenenados hacia los gestores del club de sus amores.

La última perla de Laporta ha sido en declaraciones a Catalunya Radio, donde ha afirmado que la directiva de Rosell quiso “desprenderse de jugadores como Puyol, Xavi o Valdés porque eran de la casa y perdedores”. Otra de las espinitas clavadas que Laporta tiene con el presidente del Barça es la figura de Johan Cruyff, a quien Sandro Rosell retiró la condición de presidente de honor que Laporta le concedió años antes. “Tuvieron la oportunidad de oro para unir al barcelonismo, y si no han tocado el modelo deportivo es porque sabían que no lo podía hacer”, afirma.

Reproches de ida y vuelta

Pero aunque haya sido el ahora político el encargado de encender la mecha de la polémica, por parte de la directiva azulgrana tampoco se han quedado cruzados de brazos. El equipo de Rosell ha sacado a relucir, siempre que ha podido, la “fractura del barcelonismo que generó la anterior junta”, al mismo tiempo que todos aquellos trapos sucios de la etapa de Laporta al frente del club, ya sea el asunto del espionaje, la deficiente economía en la que dicen dejó a la entidad…

Es más, recientemente han hecho pública una demanda contra el FC Barcelona por el impago de 20.000 euros que le requiere una empresa de seguridad por una serie de trabajos y obras específicas… ¡en el domicilio de Laporta! Más leña al fuego. "Me he enterado por los medios de comunicación que la actual junta me ha escondido durante dos años que no han pagado una factura. Es el club el que me encargó las medidas y que me convenció de encargarlas porque mi familia y yo estábamos amenazados de muerte", se ha justificado el propio expresidente.

Las elecciones a la presidencia del Barça son en 2014, por lo que parece un tanto absurdo que de una y otra parte ya se empiece a hacer campaña. El desgaste y la pérdida de imagen  por ambas partes pueden ser brutales en caso de no detener este vertiginoso y peligroso juego de acusaciones, que llegan incluso a afectar sus vidas personales, como las últimas fotos publicadas en varios medios en las que parece Laporta, de fiesta y en pleno desenfreno, y que según el exmandatario azulgrana han sido filtradas por el propio Rosell. ¡De locos!