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Con su empate ante Osasuna, el Sporting confirma que sin Preciado tampoco gana
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CARMELO Y LEKA FUERON LOS ENCARGADOS DE PONER LOS GOLES EN EL MARCADOR

Con su empate ante Osasuna, el Sporting confirma que sin Preciado tampoco gana

Iñaki Tejada no pudo debutar con victoria ya que el Sporting sólo pudo lograr un empate (1-1) ante un Osasuna que tuvo su fuerte en el

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Con su empate ante Osasuna, el Sporting confirma que sin Preciado tampoco gana

Iñaki Tejada no pudo debutar con victoria ya que el Sporting sólo pudo lograr un empate (1-1) ante un Osasuna que tuvo su fuerte en el orden defensivo ante un rival al que le sigue pesando la presión de su delicada posición en la tabla. El partido era esperado por todos los aficionados como un punto y aparte en la errática trayectoria rojiblanca de la presente temporada y también como un examen tanto para algunos jugadores como para el propio Tejada. Los primeros minutos fueron de control del conjunto navarro que practicaba un juego más de toque mientras que los rojiblancos lo hacían de manera más directa lo que facilitaba la defensa del Osasuna pero ni uno ni otro creaban ocasiones de peligro.

Sin un dominador claro fueron pasando los minutos hasta que llegó la primera ocasión clara en una internada de Lora por la derecha a cuyo centro no llegó Barral. Al borde de la media hora fue André Castro el que puso el peligro tras una gran jugada de De las Cuevas pero Andrés Fernández paró el esférico sin problemas. El segundo disparo entre los tres palos fue gol, llegó tras una buena combinación de varios sportinguistas que culminó con un centro de Nacho Cases al hueco por el que apareció Carmelo que tocó lo justo para poner el balón fuera del alcance del portero osasunista.

El Osasuna no obligó a intervenir a Juan Pablo hasta el minuto 40 en un disparo flojo de Raúl García con el que finalizaba una primera parte ausente de fútbol. Mendilibar decidió dar entrada tras el descanso a Nino, un jugador que siempre amarga los partidos al Sporting, y suya fue la primera gran oportunidad del Osasuna en esta segunda parte al sorprender a la defensa gijonesa en un saque de banda y plantarse un tanto escorado ante Juan Pablo que logró despejar su disparo. Los navarros salieron a lograr el empate y el juego ganó en emoción y en oportunidades en ambas porterías.

El marcador pudo moverse para cualquiera de los dos equipos. Aunque el partido se jugó bajo la lluvia en la segunda parte ésta arreció, lo que añadió incertidumbre a lo que sucedía sobre el terreno de juego, momento en el que ambos entrenadores comenzaron con un carrusel de cambios y en uno de ellos se produjo el debut con la camiseta rojiblanca de Adrián Colunga cedido por el Getafe hasta final de temporada. En el 77, Marc Bertrad envió un centro medido a la cabeza de Leka que remató perfectamente fuera del alcance de Juan Pablo estableciendo el empate que supondría el resultado definitivo.

Ficha técnica

Sporting: Juan Pablo, Lora, Botía (Iván Hernández, m.60), Gregory, Canella, Rivera, André Castro, Nacho Cases, De las Cuevas (Adrián Colunga, m.66), Barral (Eguren, m.70) y Carmelo.

Osasuna: Andrés Fernández, Marc Bertrán, Sergio, Flaño, Satrústegi, Damiá (Nino, m.46), Puñal, Raúl García, Nekounam, Timor (Calleja, m.66) y Leka (Lolo, m.87)

Goles: 1-0. m.32: Carmelo. 1-1. m.-77: Leka.

Árbitro: Pérez Lasa. Mostró tarjetas amarillas a Puñal (m 36), Barral (m 40), Gregory (m 41), Timor (m 51)

Incidencias: En los prolegómenos del encuentro los aficionados radicales desplegaron una pancarta de apoyo a Preciado y corearon su nombre. Alrededor de 19.000 espectadores.

Iñaki Tejada no pudo debutar con victoria ya que el Sporting sólo pudo lograr un empate (1-1) ante un Osasuna que tuvo su fuerte en el orden defensivo ante un rival al que le sigue pesando la presión de su delicada posición en la tabla. El partido era esperado por todos los aficionados como un punto y aparte en la errática trayectoria rojiblanca de la presente temporada y también como un examen tanto para algunos jugadores como para el propio Tejada. Los primeros minutos fueron de control del conjunto navarro que practicaba un juego más de toque mientras que los rojiblancos lo hacían de manera más directa lo que facilitaba la defensa del Osasuna pero ni uno ni otro creaban ocasiones de peligro.

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