Mourinho quiere irse: ni Florentino ni el Bernabéu le hacen cambiar de idea

Mourinho se mantiene firme en su decisión de marcharse del Real Madrid a final de temporada. Ni la positiva respuesta de los aficionados madridistas el pasado sábado en el partido ante el Zaragoza, ni los intentos hechos tanto por Florentino Pérez y José Angel Sánchez, presidente y director general corporativo del club blanco, han conseguido que a día de hoy dé marcha atrás en su decisión de abandonar la disciplina blanca el próximo 30 de junio. Presidente y entrenador tiene previsto volverse a ver en los próximos días pero la idea de Mourinho parece firme.

En las diferentes charlas mantenidas con los citados dirigentes, el portugués ha hecho un dibujo de la situación en la que se encuentra tanto en el vestuario como en la entidad. El técnico entiende que la plantilla no termina de comprender su manera de trabajar aunque también sabe que le respetan y la prueba de ello la obtuvo en las respuestas que dieron ante el Athletic y ante el Barcelona en el Camp Nou. Las diferencias hechas públicas en los últimos días piensan que es el argumento que demuestra esa distancia. Y no lo dice por los enfrentamientos y sí por las filtraciones de las mismas.

Mourinho está convencido de que si realmente hubieran querido ir a por él directamente, lo habrían podido hacer de la manera más sencilla posible bajando los brazos en los últimos partidos. Los que todavía son sus jugadores le dieron una lección de compromiso, tanto con el club como con el cuerpo técnico. Quieren la Liga y no piensan desaprovechar la oportunidad, al menos lo van a intentar hasta el final. Son ganadores y saben que están ante la posibilidad de derrotar al mejor equipo del mundo y por este motivo se entenderán con el técnico hasta el final de temporada.

El presidente le ha hecho ver, en las diferentes reuniones mantenidas en los últimos días, que su proyecto sigue pasando por él. De momento las palabras de Florentino Pérez no han tenido el suficiente peso como para dar marcha atrás y frenar los movimientos que está realizando Jorge Mendes por Inglaterra que está escuchando los proyectos de los principales equipos prestando atención especial a lo que sucede en el City. Mancini depende del éxito en la Premier. Si no gana el título, el italiano dirá adiós. El jeque Sheik Mansour bin Zayed Al Nahyan no quiere dejar pasar la oportunidad de fichar a Mourinho y está atento a todo lo que sucede por el Bernabéu. En su edición de ayer el Sunday Times ratificó lo dicho por la Prensa española en los últimos días y habló de decisión firme, esgrimiendo idénticos argumentos, como el distanciamiento con la grada y su mala relación con los internacionales españoles, a los que acusa de estar condicionados por los medios de comunicación.

Se repite la misma historia de Chelsea e Inter

El que fuera ayudante de Robson en el Barcelona no admite las críticas. Le pasó en el Chelsea y la historia se repitió en el Inter. En el momento en que se sintió cuestionado, buscó una solución. En el primer caso, Abramovich se anticipó y despidió al portugués. En el club italiano primero consiguió un aumento de sueldo y luego el Real Madrid se cruzó en su camino. Mourinho no se sentía cómodo. Escuchó pitos procedentes de la grada del estadio milanista y eso nunca lo entendió por lo que decidió poner fin a su etapa como entrenador con independencia de lo que sucediera en la final de la Champions, que terminó ganado por cierto.

En la zona noble del Bernabéu no quieren ceder a ninguna petición más. Muchos creen que con la salida en su día de Valdano ya fue suficiente. Tal y como informó el pasado martes El Confidencial, algunos directivos piensan que el siguiente paso es pedir la salida de jugadores bandera, a los capitanes del club, algo que no están dispuestos a consentir. Quieren que siga pero no a cualquier precio. Muchos piensan que la decisión de decir adiós ya es firme. Otros, con Florentino Pérez a la cabeza, creen que el portugués seguirá sentado en el banquillo blanco la próxima temporada. El Bernabéu tiene mucho que decir en su futuro. Y es que Mou no ha entendido las críticas de días anteriores y aunque dijo no hacerlas caso, la realidad dice que le afectan y mucho.