En el fútbol ya no mandan los presidentes, los administradores concursales son los 'jefes'

El mundo del fútbol está entrando en una etapa de cambios. Los problemas económicos acechan a numerosos equipos y en total, 22 equipos de Primera y Segunda división han acudido al concurso de acreedores.  Tal y como informó El Confidencial, los sueldos se han disparado un 300% y la situación comienza a ser insostenible para algunos clubs que podrían desaparecer sino hacen frente al pago de sus deudas. Las intervenciones judiciales y el control económico por parte del gobierno ha provocado que muchas entidades ya no puedan gastar el dinero a su antojo. Se acabaron los fichajes por cifras astronómicas, el cesar a un entrenador si no da resultado o el ofrecer grandes sueldos. Ahora toca no gastar más de lo que se ingresa. Así lo afirma el Consejo Superior de Deportes (CSD) y así ya lo están viviendo algunas entidades.

La deuda de los equipos de Primera División en el fútbol ronda los 3.600 millones de euros, entre ellos, los 690 que le deben a Hacienda. Los derechos televisivos ya no crecen, las ayudas han disminuido y los equipos han pasado a estar controlados por los administrados concursales. Estos, son los que deciden fichajes y sueldos y los que administran el dinero que pueda entrar en el club. Son los nuevos ‘poderosos’ en el mundo del fútbol. En Primera división hasta 11 equipos atraviesan esta situación o están todavía saliendo de ella. Los clubs ya no tienen vía libre, ahora deberán pagar sus deudas, estar al día y hasta que no se termine la deuda, el administrador concursal tendrá el poder y no el presidente de la entidad como era costumbre. 

Un buen ejemplo es el del Rayo Vallecano que actualmente se encuentra inmerso en la Ley Concursal. El conjunto madrileño ha visto frustrada la renovación de su entrenador Paco Jémez, ya que el administrador concursal no ha aprobado las condiciones del nuevo contrato. La intención era renovar al técnico canario para las dos próximas temporadas, pero el administrador no aceptó la operación debido a la cantidad económica que iba a recibir como sueldo Jémez y que ya había acordado con la directiva. El entrenador vallecano no está dispuesto a reducirse la nómina y por el momento, no se ha cerrado la renovación. La misma situación se vivió con Sandoval que se marchó de Vallecas por una falta de acuerdo económico.

Una situación también relacionada con su técnico ha vivido el Real Zaragoza. Los malos resultados deportivos han llevado al equipo a coquetear con el descenso. Tras la derrota ante el Celta de Vigo de hace dos semanas, la directiva maña se planteó la destitución de su técnico Manolo Jiménez. Pese a que algunas fuentes aseguraron contactos con Víctor Múñoz, la operación no fue posible, ya que la salida del sevillano del equipo supondría un desembolso de 1,3 millones de euros para el Zaragoza. Con el club maño inmerso en la Ley Concursal, los administradores no dieron el ‘ok’ para que se produjese la destitución.

Otros equipos como el Deportivo o el Málaga también se encuentran en situaciones parecidas. El club gallego ficha a coste cero, tiene las cuentas intervenidas y sus esfuerzos pasan por pagar al día a sus jugadores. El Málaga atraviesa también un momento difícil porque, aunque su deuda es menor que la de otros equipos, no ha pagado a Hacienda cuando correspondía, debido en parte a la ausencia de compromiso de la familia Al-Thani, propietaria del club. En Segunda división, algunos equipos, como Xerez, ya descendido a Segunda B, o Guadalajara pueden estar viviendo sus últimos días en el mundo del fútbol al no poder hacer frente a las deudas.

El futuro del fútbol, y prácticamente su supervivencia, pasa por reducción de presupuestos, renegociación de contratos y, sobre todo, control del gasto. Ante el fracaso de muchos presidentes en este último aspecto, los administrados concursales han tomado el mando y se han convertido en los ‘jefes’ de este deporte.