Las lágrimas de Sergio Ramos y el consuelo de Iker Casillas a todos sus compañeros

La eliminatoria protagonizada por Real Madrid y Borussia dejó cientos de imágenes: los alemanes celebrándolo, la eterna sonrisa de Klopp, el Bernabéu dejándose la garganta para animar a los suyos, el lamento de Cristiano, Mourinho dejando caer que puede que no siga la próxima temporada… y las lágrimas de Sergio Ramos. En equipo hecho a base de talonario y con uno de sus referentes sentado en el banquillo, el defensa andaluz encarna a la perfección los valores del club. La afición lo sabe y ayer lo volvió a comprobar cuando Howard Webb señaló el final del partido y Sergio Ramos rompió a llorar para, después, quedarse solo en el centro del campo aplaudiendo a los seguidores que habían llenado las gradas del Santiago Bernabéu.

Sergio Ramos es uno de los líderes del vestuario madridista y desde que Mourinho convirtió a Casillas en suplente, también es el nuevo portador del brazalete de capitán. Tiene galones y ejerce. El defensa andaluz era una de las caras visibles de la campaña que puso en marcha el Real Madrid para fomentar el espíritu de la remontada en el Santiago Bernabéu. Una hazaña provocada por la goleada que recibieron en Alemania. Precisamente, tras el partido de ida, el de Camas fue el primero en entonar el ‘mea culpa’ cuando confesó que el problema básico del equipo había sido la falta de actitud: “A mí el primero”.

La actitud del capitán no fue suficiente para forjar la remontada. En algunos lances del partido se empleó con extrema dureza frente a Lewandoski, tanto que acabó viendo una tarjeta amarilla que acarrea la suspensión de un partido que cumplirá en la próxima edición de Champions. A pesar de ello, estuvo impecable en sus labores defensivas y su gol, junto al de Benzema, devolvió la fe al equipo madridista que se quedó a un tanto del milagro.

La rabia del defensa al celebrar su diana valía más que mil palabras aunque la imagen del partido llegó minutos después cuando Webb pitó el final tras unos minutos de infarto: Sergio rompió a llorar y el primer consuelo que recibió fue de Iker Casillas que buscó a sus compañeros para alentarlos. A pesar del mal trago y después de quedarse solo en el centro del campo aplaudiendo a los aficionados, el defensa atendió a TVE: "Es una pena pero el fútbol es así. Cuando se pierde, que sea mostrando esta versión. Si hubiéramos jugado así en Dortmund... no hay color. El mayor dolor es por el cariño de la afición que se ha volcado. A pesar de haber estado tan cerca, no hemos aprovechado las oportunidades de la primera parte y no ha podido ser".