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El Real Madrid toca las semifinales tras ganar sin despeinarse a un decepcionante Galatasaray
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EL EQUIPO BLANCO HACE LO JUSTO EN UN PARTIDO INTELIGENTE

El Real Madrid toca las semifinales tras ganar sin despeinarse a un decepcionante Galatasaray

En un partido práctico, inteligente, sin mucho fútbol, pero con el necesario para sentenciar prácticamente su pase a las semifinales, el Real Madrid de Mourinho da

Foto: El Real Madrid toca las semifinales tras ganar sin despeinarse a un decepcionante Galatasaray
El Real Madrid toca las semifinales tras ganar sin despeinarse a un decepcionante Galatasaray

En un partido práctico, inteligente, sin mucho fútbol, pero con el necesario para sentenciar prácticamente su pase a las semifinales, el Real Madrid de Mourinho da la sensación de estar a tres partidos y un trámite de lograr la ansiada Décima Copa de Europa. El equipo blanco manejó el partido a su antojo. En ningún momento se volvió loco en un ataque sin sentido. Los goles iban cayendo por su propio peso, pero la principal preocupación del técnico era no recibir tanto alguno, pensando en el partido de vuelta, que gracias a los goles de Ronaldo, Benzema e Higuaín han convertido el 'infierno' turco del próximo martes en un tranquilo y plácido paseo por un bosque.  

Real Madrid y Galatasaray demostraron lo que se suponía de antemano, es decir, dos equipos distantes, en historia, presupuesto y fútbol. Nada que ver entre los dos clubes. Diferencia que quedó plasmada sobre el césped a los nueve minutos, cuando Cristiano Ronaldo sólo tuvo que aprovechar una perfecta asistencia de ese jugador diferente que es Özil y que da vida a todos los que juegan a su alrededor. A partir de ese momento, el partido se movió al ritmo que marcaba un inteligente Real Madrid, que sólo vio peligrar la tranquilidad por el poderío físico de Drogba. El resto del equipo turco ni existió ni dejó rastro alguno de que podía poner en peligro la presencia del equipo blanco en las semifinales de la Champions por tercera temporada consecutiva, las que Mourinho lleva en el banquillo blanco.

El equipo blanco se sabía superior. Ni quiso ni supo disimular esa condición, especialmente con el marcador a favor. Hasta la afición madridista transmitía esa sensación. Poco importaba que se escuchara más a los turcos presentes en el Bernabéu que a los dueños del estadio. Jugadores y seguidores transmitían la sensación de tenerlo todo bajo control. Los únicos que parecían estar en alerta continua eran Sergio Ramos y Varane ante cualquier aparición del ex del Chelsea. Y es que Drogba era el único jugador del Galatasaray que mostró algo que pueda justificar su presencia en los cuartos de la Champions. En el minuto doce, el africano lanzó el primer aviso, para asustar al filo del descanso.

Diego López no dio opción

De Sneijder mejor ni hablar. Físicamente se fue en el descanso, pero su mente no estuvo nunca sobre el verde césped que fuera su hogar durante dos temporadas. Un disparo al cuarto de hora fue el único detalle que dejó en su regreso. Los Altintop, Riera, Burak Yilmaz... llegaban, aparecían, pero de manera inocente. Además, por si acaso, por allí estaba Diego López para frenar cualquier posibilidad de gol de los turcos.

El tanto de Ronaldo a los nueve minutos y, en especial, la manifiesta superioridad blanca llevaron a que el portugués decidiera que sus jugadores administraran esfuerzos, que nada de correr a lo loco ni nada por el estilo. Incluso, durante gran parte del partido, cedían la iniciativa para salir a la contra. Una vez más, al Real Madrid le bastaban dos toques para que CR7 y Özil se las ingeniaran para llevar peligro al área de Muslera. Lo curioso es que el segundo gol llegó tras un pase de Essien, invitado de lujo en el once en lugar de Arbeloa, un fallo de la defensa del Galatasaray y una rápida reacción de Benzema. Media hora y todo sentenciado.

La segunda parte tuvo idéntico guion. El abismo entre uno y otro equipo permitía especular a los blancos y sufrir a los turcos. Lo cierto es que el Galatasaray lo intentó, pero el juego serio y ordenado de los dos centrales -lo de Varane ya ha pasado a ser normal y confirma que es un excelente defensa-, Coentrao o Essien posibilitó que el Real Madrid no sufriera ni que Diego López padeciera alteración alguna en su ritmo cardíaco, mínimamente alterado en la falta hecha por Xabi Alonso con el tiempo ya cumplido.

Lo del tercer gol, el de la sentencia, era cuestión de tiempo, que los de arriba cazaran alguna de las ocasiones que la inercia de lo que sucedía en el césped iba a propiciar. Llegó tras un saque lateral de falta de Xabi Alonso con dirección a la cabeza de Higuaín, que sirvió para que el argentino rompiera el gafe que le persigue en la Champions y para acercar casi de manera definitiva al Real Madrid a las semifinales, ronda a las que el mediocentro y Sergio Ramos llegarán limpios y sin amenaza de suspensión por la amarilla provocada que vieron ante el Galatasaray.

Ficha técnica

Real Madrid: Diego López; Essien, Varane, Sergio Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Khedira; Di María (Pepe, m.85), Özil (Modric, m.80), Cristiano y Benzema (Higuaín, m.65).

Galatasaray: Muslera; Eboué, Semih Kaya, Dany, Riera (Amrabat, m.83); Melo, Altintop (Umut Bulut, m.78), Selçuk Inan; Sneijder (Gokhan Zan, m.46); Drogba y Burak Yilmaz

Goles: 1-0, m.9: Cristiano Ronaldo; 2-0, m.29: Benzema. 3-0, m.72: Higuaín.

Árbitro: Svein Oddvar Moen (NOR). Mostró tarjeta amarilla a Nounkeu, Burak Yilmaz y Drogba, del Galatasaray, y a Essien, Sergio Ramos, Xabi Alonso y Modric, del Real Madrid.

Incidencias: encuentro de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 85.000 espectadores.

En un partido práctico, inteligente, sin mucho fútbol, pero con el necesario para sentenciar prácticamente su pase a las semifinales, el Real Madrid de Mourinho da la sensación de estar a tres partidos y un trámite de lograr la ansiada Décima Copa de Europa. El equipo blanco manejó el partido a su antojo. En ningún momento se volvió loco en un ataque sin sentido. Los goles iban cayendo por su propio peso, pero la principal preocupación del técnico era no recibir tanto alguno, pensando en el partido de vuelta, que gracias a los goles de Ronaldo, Benzema e Higuaín han convertido el 'infierno' turco del próximo martes en un tranquilo y plácido paseo por un bosque.