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Pedro encuentra su mejor versión tras recuperar el sitio en la Selección y en el Barcelona
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EL TINERFEÑO ESTÁ FIRMANDO UN GRAN ARRANQUE DE TEMPORADA

Pedro encuentra su mejor versión tras recuperar el sitio en la Selección y en el Barcelona

Pedro Rodríguez vuelve a sonreir. El extremo de La Roja  vive  un momento dulce gracias al espectacular arranque de temporada que está firmando, rubricado el pasado

Foto: Pedro encuentra su mejor versión tras recuperar el sitio en la Selección y en el Barcelona
Pedro encuentra su mejor versión tras recuperar el sitio en la Selección y en el Barcelona

Pedro Rodríguez vuelve a sonreir. El extremo de La Roja  vive  un momento dulce gracias al espectacular arranque de temporada que está firmando, rubricado el pasado viernes con un hat-trick ante Bielorrusia, el primero como profesional.  El tinerfeño ha vuelto a recuperar las sensaciones que le convirtieron en la revelación de la campeona del mudo de Sudáfrica.

Tras un año complicado, con continuas lesiones que le impidieron tener continuidad, Pedro se muestra de nuevo como ese jugador volcánico que agita el juego de la Selección y el Barcelona. “Su velocidad rompe nuestro molde de juego de toque, algo que nos viene muy bien. El fútbol no es sólo jugar al pie. Se precisa profundidad y Pedro nos la da”, elogiaba el seleccionador Vicente Del Bosque al ‘11’ de España tras su gran partido ante Bielorrusia. Contento con su figura de subalterno, sigue teniendo claro su principal misión es trabajar para el equipo. “Mi trabajo es ayudar en lo que pueda al equipo. Otros, normalmente, marcan la diferencia. Pero me siento cómodo con este papel. Mi juego es trabajar, ayudar en la defensa, intentar meter goles, romper, dar apoyos en corto y salidas en largo… Trabajo para el equipo”, declaraba en una reciente entrevista a El País.

Pedro es el caso más sobresaliente del fútbol español en los últimos años. Rescatado por Pep Guardiola cuando tenía pie y medio fuera de La Masía,  sus cualidades han emergido desde su debut como profesional con la misma naturalidad que su juego. Desde su aparición en el primer equipo del Barça, es de esos jugadores tocados por una estrella. Ha ganado 16 títulos en los últimos cuatro años. Sin ser un extremo al uso, su eficacia viene por la insistencia que presenta en cada partido. En  equipos programados para el toque y la pausa hasta encontrar la jugada, Pedro se salta las reglas.  Su perfil bajo, sin grandes alardes, ha hecho que su trayectoria no sea tan valorada como en otros jugadores más rimbombantes pero de menos talla. “Si fuera brasileño valdría 80 millones”, decía Guardiola. Una circunstancia muy propia de la idiosincrasia española, proclive a valorar más lo externo que lo de casa.

Competitivo hasta la extenuación, el tinerfeño ha firmado sus mejores encuentros en los momentos más complicados, donde futbolistas de su edad le tiemblan las piernas. Suyo fue el gol de Mónaco que le valió al Barça una supercopa de Europa o el que le valió empatar la final del Mundialito de clubes ante Estudiantes de la Plata.   Detrás de ese gesto amable esconde una gran personalidad. Esa que le ha llevado a sentar  en el banco a lo largo de su carrera a hombres como Thierry Henry o Fernando Torres. Ese atrevimiento se lo inculcaron desde el filial sus dos grandes mentores, Tito Vilanova y Pep Guardiola, quienes no dejaban de insistirle:” Te permito que falles pero no que no lo intentes”. Como reciente campeón de Europa, Pedro sigue derribando barreras. Creyendo en sueños. Buscando lo imposible. Esa tenacidad que le ha permitido ganarlo todo como futbolista. Don Pedro está de vuelta.

Pedro Rodríguez vuelve a sonreir. El extremo de La Roja  vive  un momento dulce gracias al espectacular arranque de temporada que está firmando, rubricado el pasado viernes con un hat-trick ante Bielorrusia, el primero como profesional.  El tinerfeño ha vuelto a recuperar las sensaciones que le convirtieron en la revelación de la campeona del mudo de Sudáfrica.