Tito Vilanova quiere alargar la sombra de Guardiola, que nunca perdió en el Bernabéu

Es inevitable. Pep Guardiola marcó un antes y un después en el Camp Nou situando al Barcelona como abanderado del fútbol nacional, europeo y hasta mundial. Es complicado pasar página de forma definitiva porque los recuerdos siguen estando muy vivos. El legado de Guardiola sigue vivo y continúa vigente gracias a que su pupilo, Tito Vilanova, fue el elegido para estar al frente del equipo. La ‘herencia’ del técnico de Sampedor es múltiple y variada y, cómo no, llega hasta el Santiago Bernabéu donde el Barcelona no sabe qué es perder desde que Guardiola cogió el timón del equipo. El último tropiezo data de mayo de 2008 cuando el Real Madrid endosó un 4-1 a un Barcelona que hizo el pasillo de campeón a su eterno enemigo.

La temporada pasada, Mourinho tuvo un momento de debilidad al confesar que todavía no había conseguido dar con la tecla para ganar al Barça. La situación contraria la protagonizaba el que fue su homólogo en el equipo azulgrana. Pep Guardiola tomó la medida al Real Madrid desde el primer momento en el que se enfrentaron: sólo cayó en dos ocasiones, la final de Copa del Rey de 2011 y el segundo partido de Liga de la pasada temporada, y siempre lejos del Santiago Bernabéu. En su andadura como técnico culé permaneció invicto en el feudo madridista atesorando 5 victorias y 2 empates.

Todo empezó en la temporada 2008/2009. Pep Guardiola empezó a escribir su historia en el Bernabéu a lo grande ya que nadie olvida la goleada que el Barcelona endosó al Real Madrid: el 2-6 sigue grabado en muchas retinas. El club azulgrana dejaba casi sentenciada la Liga y los madridistas cedían en su intento de remontada. Desde ese momento, el Barça de Guardiola ha ganado o empatado en todas las competiciones. A aquella holgada victoria en Liga, se le unieron el 0-2 de la temporada siguiente y el 1-3 del año pasado mientras que en la Champions Pep también consiguió doblegar al eterno rival con un 0-2 en las semifinales de la campaña 2010/2011 y lo mismo ocurrió en la Copa del Rey, el curso pasado Barcelona y Real Madrid se cruzaban en cuartos y los culés resolvían su visita al Bernabéu con un marcador ganador (1-2). Sólo dos veces no se llevó los tres puntos de Chamartín y en ese par de ocasiones arañó un empate: el 1-1 de la Liga 2010/2011 y el 2-2 de la pasada Supercopa de España.