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McLaren acompaña su caída estrepitosa con una mala imagen para la Fórmula 1
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¿TENDRÁ HAMILTON UNA AMARGA DESPEDIDA?

McLaren acompaña su caída estrepitosa con una mala imagen para la Fórmula 1

En el GP de Corea se dio una imagen que resume el cabalgar de Lewis Hamilton y McLaren en las últimas tres carreras: cruzar la línea

Foto: McLaren acompaña su caída estrepitosa con una mala imagen para la Fórmula 1
McLaren acompaña su caída estrepitosa con una mala imagen para la Fórmula 1

En el GP de Corea se dio una imagen que resume el cabalgar de Lewis Hamilton y McLaren en las últimas tres carreras: cruzar la línea de meta, en agonía y perseguido por Sergio Pérez, con un trozo de moqueta verde enganchado en su MP4-27. Vio la bandera a cuadros en décima posición como el náufrago que necesita pisar tierra firme y al que le pesa la ropa con la que toca la orilla. Al final, llegó y sumó un punto que no sirve para nada, más que para constatar el declive en el que ha entrado su escudería después de haber logrado cuatro triunfos consecutivos. Desde que ganara en Monza, Hamilton, un fuerte aspirante al título por aquel entonces, ha sumado seis puntos en tres pruebas. A su compañero, desde que ganase en Bélgica, tampoco le han ido bien las cosas logrando 30 puntos en cuatro carreras. Han pasado de conducir el mejor monoplaza a ser adelantados por Ferrari en el mundial de Constructores.

Aunque pueda ser utilizada como una metáfora, no deja de ser lamentable la secuencia de Hamilton entrando a meta con un trapo colgando de su monoplaza. En este caso no tiene la culpa McLaren y sí los responsables del circuito de Yeongam y, por extensión, quien apueste por un gran premio que no aporta nada salvo la recta más larga del mundial (1,2 kilómetros) y el baile del gangnam. Es un trazado semiurbano al que le falta todavía la ciudad por construir (la casa por el tejado) y agilizar tanto la labor de los comisarios como el manejo de la grúa (el coche parado de Rosberg provocó una bandera amarilla excesivamente larga). El GP de Corea está confirmado para el año que viene, así que tienen tiempo para aprender de los errores, arreglar la moqueta, sustituirla o, directamente, quitarla.

La imagen tecnológica y futurista que desprende el Gran Circo no encaja con la de llevar un cacho de tela colgando. A McLaren le tocó la china de entre todos los monoplazas que pisaron la moqueta para rematar su tedioso fin de semana: problemas mecánicos en la suspensión del coche de Hamilton, por eso no tenía ritmo; Button recibió un golpe de Kobayashi nada más empezar la carrera; y el equipo cometió un fallo estratégico el sábado que impidió a Jenson clasificarse para la Q3 (si lo hubiera hecho, quizás no se hubiera visto involucrado en ningún accidente).

Corea, un resumen de las 'desgracias' de McLaren

Desgraciadamente para los aficionados de McLaren, ninguno de los errores vistos en Corea son nuevos: no es la primera vez que el MP4-27 sufre alguna avería (Hamilton abandonó en Singapur por la caja de cambios y Button en Monza por la bomba de gasolina), desde luego, tampoco es nuevo que la estrategia elegida perjudique a alguno de sus pilotos (desde Mónaco, pasando por Montmeló y terminando en Yeongam). Para rematar la faena, en uno de los tres cambios de gomas de Hamilton -único piloto en parar tantas veces- una de las pistolas se atascó en la rueda delantera derecha y perdió algunas décimas. El infortunio en boxes de este 2012 es algo difícil de olvidar (Melbourne, Malasia, China, Bahréin y Mónaco). 

Corea ha sido un resumen de los obstáculos con los que han tenido que lidiar Hamilton (cuatro abandonos) y Button (tres) en este campeonato. Y ha llegado después de atravesar el momento más dulce de la temporada, dominando tres grandes premios de principio a fin, Hungría, Spa y Monza, con ‘pole’ y primer puesto. El de Woking era el monoplaza a batir y Hamilton un rival a tomar en cuenta. Suponían una seria amenaza. Ni Button tiraba la toalla, "lucharé hasta que gane el título o hasta que ya no sea posible hacerlo", señalaba a finales de agosto.

Ha pasado un mes desde que Hamilton, segundo en el campeonato, advirtiera de que su victoria en Monza fuera "un paso más hacia el título". Este domingo, tres carreras después, señaló que "el título está fuera" de su alcance, situándose en cuarto lugar con un punto de ventaja sobre el quinto, Mark Webber.

Tiene motivos como para levantarse

Actualmente es el tercer equipo y, pese a que su pensamiento esté enfocado en 2013, si hay algo que define a McLaren en este campeonato es su irregularidad, sus altibajos. Una montaña rusa a la que Hamilton ha intentado dominar. Por eso, del mismo modo que ahora atraviesa el peor bache del año, tiene potencial suficiente como para remontar el vuelo, aunque llegaría demasiado tarde para algún título, aún hay mucho dinero (constructores) y prestigio (patrocinadores) en juego.

Casualidad o no, desde que McLaren anunciase el fichaje de Hamilton por Mercedes para las tres próximas temporadas, el equipo que dirige Martin Whitmrash no ha pisado el podio, obteniendo únicamente 23 puntos entre sus dos pilotos. (Pérez, sustituto de Hamilton, tampoco ha puntuado desde el anuncio). McLaren y Lewis no están teniendo la despedida deseada, triunfal o con el champán de un podio. Más bien al contrario, después de todo lo conseguido con ese mono, tiene visos de marcharse ‘sufriendo’. Aún restan cuatro carreras para enderezar el rumbo y captar esa última instantánea donde se vea a Lewis Hamilton sonriendo, feliz y mostrando al mundo el orgullo que le produce conducir un McLaren.

En el GP de Corea se dio una imagen que resume el cabalgar de Lewis Hamilton y McLaren en las últimas tres carreras: cruzar la línea de meta, en agonía y perseguido por Sergio Pérez, con un trozo de moqueta verde enganchado en su MP4-27. Vio la bandera a cuadros en décima posición como el náufrago que necesita pisar tierra firme y al que le pesa la ropa con la que toca la orilla. Al final, llegó y sumó un punto que no sirve para nada, más que para constatar el declive en el que ha entrado su escudería después de haber logrado cuatro triunfos consecutivos. Desde que ganara en Monza, Hamilton, un fuerte aspirante al título por aquel entonces, ha sumado seis puntos en tres pruebas. A su compañero, desde que ganase en Bélgica, tampoco le han ido bien las cosas logrando 30 puntos en cuatro carreras. Han pasado de conducir el mejor monoplaza a ser adelantados por Ferrari en el mundial de Constructores.

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